El festival Ellas Crean y su serie de representaciones Danza en Los Museos siempre es algo que espero con enormes ganas año tras año. Es un placer ir a ver estas deliciosamente bellas obras de arte en movimiento de tan corta duración y en lugares tan singulares. Es tremendo el ambiente que se respira con una conexión tan fuerte entre público y artistas, la sinergia de esta poesía en movimiento es muy singular y te atrapa, comprendiendo de golpe la enorme capacidad que tiene la danza y el cuerpo humano para transmitir emociones que entran directamente a las parte más primitiva de nuestro cerebro, va directo al corazón y es, en definitiva, alimento para nuestro espíritu. Alimento tan espiritual como corpóreo, terrenal y sensual a la vez compartido por un puñado de personas que, en esos instantes vibran en la misma sintonía. La danza consigue que aire, tierra, fuego sumen en un todo enormemente potente que disuelve nuestros egos para formar parte de un alma mucho más universal, bello y atemporal.
Yo voy con mi cámara para intentar captar toda esa magia con el objetivo de intentar transmitir esa emoción en un puñado de tomas instantáneas. El reto es difícil, la condiciones de trabajo complicadas con luces inabordables pero el resultado, lejos de tecnicismos, depende en gran medida de la conexión con la interpretación, los artistas y el público. Yo no busco que mi captura sea bella lo que busco es transmitir la belleza de lo que está sucediendo en eso momento y, mi esperanza es conseguirlo, al menos, en parte.
Las actuaciones
Las actuaciones que vimos la mañana del sábado 11/3 en el Museo del Traje fueron deliciosas. En la primera pudimos ver a Júlia Godino y Alexa Moya que nos presentaron Tan a Trop. La fragilidad y el equilibrio inestable de las relaciones humanas no es posible sin la proximidad y apoyo del otro. Dos mujeres jóvenes se sostienen sobre un cuenco frágil de yeso. Se acercan y se alejan, se quieren y se odian, se atraen y repelen sobre una plataforma que puede desvanecerse en cualquier momento.
Un número de una gran belleza estética. Aquí abajo en este enlace, tenéis la ficha de la actuación
La segunda actuación que también tuvo dos pases a las 13:00h y a las 14:00h corrió a cargo de Beatriz Valenzuela de la Compañía Babirusa Danza que nos interpretó Brea y Plumas en el Hall de entrada al Museo del Traje. Nosotros estuvimos en el primero de los pases.
La poderosa interpretación de Beatriz nos emocionó y su manera de transmitir es apabullante. Brea y Plumas hace un recorrido hacia la esperanza desde un mundo opresor y lleno de miedos en tres actos. En el primer acto ella se pone la máscara de él y nos muestra el mundo de poder, manipulación, represión y el miedo con recuerdos a Hilter y Mussolini. Aparecen las primeras plumas para que, en la segunda parte, con su torso descubierto ya como mujer, se pasa de la expectación a la liberación para en el tercer acto, ya sin miedos y sin plumas, que quedan esparcidas por el suelo, luchar para recorrer un camino en donde nos levantamos una y otra para alcanzar ilusionados un mundo tal vez mejor.
La primera parte de la actuación:
La segunda parte de la actuación:
La tercera parte:
Más información en este enlace:
Las actuaciones del año 2022
Aquí os dejamos nuestros post del año pasado tambien en el Museo del Traje viendo la obra Amapola. Una preciosa obra de danza contemporánea dirigida por Cristiane Boullosa y ejecutada por la bailarina Diana Bonilla.