EL VENTORRO DE LA ROSA

La Calle de Santa Isabel nace en la Glorieta de Antón Martín en donde confluyen la Calle de Atocha y la Calle de la Magdalena. A escasos metros hace un requiebro de casi noventa grados y se coloca paralela a la Calle de Atocha. En este lugar confluyen la Calle Torrecilla del Leal y la Calle de la Rosa

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Dando un lugar a un bello rincón del Madrid más castizo junto al Mercado de Antón Martin

En el lado izquierdo el edificio que hace medianería con el del Cine Doré está claramente inclinado y ya le hemos dedicado un post. (Edificio inclinado de la Calle de Santa Isabel)

En la Calle de la Rosa hace muchos años estaba el Ventorro con el que hemos titulado este post. La historia la extraemos del libro “Los nombres de las calles de Madrid” de Federico Bravo Morata.

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Un convento, una iglesia, un talabartero, un ventorro… Todavía no había calle, pero era ya aquello un lugar de vivir. Fue así como Madrid se fue haciendo, con tanta iniciativa privada que reinaba por todas partes la más desastrosa anarquía urbanística. Lo mismo que ahora, sólo que con menos dinero y más mugre.

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El ventorro era propiedad de Rosa, la Rosa, mujer muy atractiva y que jugaba al eterno juego de tantas venteras: prometer mucho con la cadencia y con los ojos y dar de cuando en cuando y a quien le venía en gana. Pero con aquello el ventorro prosperaba y el negocio iba viento en popa,

Pero como ninguna autoridad ponía coto ni al horario, ni a las ventas, ni a·las reuniones del ventorro, poco a poco fue degenerando el local y convirtiéndose en uno de los centros de la gente del hampa. Asaltadores de caminos, contrabandistas, ladrones, descuideros tenían en el ventorro de Rosa, la Rosa, su estado mayor.

Cuando la Corregiduría determinó derribar algunas casuchas y levantar otras (o, mejor dicho, conceder autorización para que fueran levantadas otras), allí quedó trazada una calle, que primero siguió sin nombre, luego fue la del ventorro de la Rosa y por último la de la Rosa.

Hoy en día lo que si podemos ver es Lamiak  o, casi en la esquina, Parrondo, pero no queda ni huella de aquel ventorro.

LAS FOTOS

Las fotos has sido realizadas el día 6 de Junio de 2014 con una Canon EOS 600D. Se ha utilizado técnica HDR con 3 disparos por toma en modo ahorquillado automático de la exposición (en inglés Bracketing). Los programas usados han sido Photomatix Pro, PhotoScape y PhotoShop CS4

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