Me gusta mi ciudad, Madrid, recorrerla por el dia y por la noche, descubrir sus rincones y locales, fotografiarla y compartirlo con los demás.
Me gusta la música: R&B, rock, jazz.. tapas, cañas, fotos, teatro, cine, disfrutar...
La filosofía, el ensayo, la conversación....
Para este mes de diciembre proponemos un breve ciclo dedicado a la cara irreverente de la Navidad. Tres películas que desmontan el decorado tradicional, rompen el envoltorio festivo y revelan lo que hay debajo: caos, humor negro y un espíritu contestatario que combina muy bien con estas fechas: El día de la bestia, Gremlins y Kiss Kiss, Bang Bang
Martes 9 de diciembre. Kiss Kiss, Bang Bang (Shane Black, 2005, EE.UU., 102’)
Shane Black firma un noir juguetón y ácido ambientado en una Navidad de escaparate en Los Ángeles. Un ladrón que tropieza con Hollywood, un detective sarcástico y una actriz que no logra salir de la precariedad se ven envueltos en una trama que mezcla crimen, industria y sátira.
En el debate hablaremos de cómo Shane Black usa la Navidad como contraste irónico para exponer una ciudad llena de impostura; del juego metanarrativo del narrador; de la mezcla de géneros entre el noir clásico y la comedia negra; y del modo en que la película desmantela los tópicos de Hollywood desde dentro.
Martes 16 de diciembre. Gremlins. (Joe Dante, 1984, EE.UU., 111’)
Joe Dante convierte la Navidad en un laboratorio del caos: un regalo adorable se transforma en una invasión de criaturas que atacan todo lo que la cultura popular considera “espíritu navideño”. Humor mordaz, sátira del consumismo y una mirada nada ingenua al sueño americano.
En el debate trataremos el uso del monstruo como reflejo del exceso; la crítica al consumo como religión laica; la tensión entre lo familiar y lo siniestro; y cómo Dante mezcla terror cómico con un retrato muy lúcido del miedo a que el hogar deje de ser un refugio.
Martes 30 de diciembre. El día de la bestia. (Álex de la Iglesia, 1995, España, 103’)
Álex de la Iglesia sitúa el Apocalipsis en un Madrid saturado de luces, ruido y contradicciones. Un cura obsesionado, un heavy perdido y un showman oportunista recorren una ciudad que parece fabricada con restos de anuncios, frustraciones y una energía a punto de estallar.
En el debate profundizaremos en la representación de Madrid como personaje; la mezcla de horror, sátira y cine urbano deudor del cómic; la crítica a los medios y al sensacionalismo; el choque entre fe, marginalidad y espectáculo; y el modo en que la película captura el nervio social de los años 90
Punto de encuentro y planning de la velada
El punto de encuentro será en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) el próximo martes a las 19:30h. Las veladas se dividirán en tres partes. La primera media hora la dedicaremos a tomar algo, a presentar la película y a conocernos. Después a las 20:00h tendremos la proyección. Todas las proyecciones se realizan en VOSE. Para finalizar tendremos un coloquio que durará hasta las 23:00h.
¿Cómo será el coloquio?
Los encuentros son participativos y queremos conocer vuestra opinión para que se pueda generar un debate abierto y constructivo. No es necesario conocimiento de cine para participar y es más, huimos del conversador pedante ya que para ellos tenemos a la wikipedia. ¡Queremos que cada martes seamos capaces de generar algo fantástico y diferente!. ¡Queremos saber lo que sientes y que seas capaz de contarlo! A partir del tema de discusión y de lo visto en la película, las historias personales son bienvenidas y además, son una buena forma de dar a conocer lo que pensamos y lo que sentimos. ¡Nuestro deseo es que participes y seas activo! Cine y el debate siempre van de la mano, y por eso queremos que te hagas fan de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
¿Cuánto cuesta la sesión? Reservas
El coste de inscripción a la sesión de debate y coloquio es gratuita para los socios de Happening Madrid y para el resto aquello con lo que deseéis y podáis participar (5€ generalmente por bizum al 654805437
Happening Photo 25 es una memoria visual musical de la ciudad construida a lo largo de doce años de cámara en mano de Ángel Chamorro: melómano, fotógrafo autodidacta y creador de Happening Madrid. Las imágenes nacen desde la proximidad y la intuición, buscando siempre la emoción irrepetible del instante. La energía del ahora se impone; la cámara solo acompaña. Las fotografías son fragmentos del hilo conductor de esta historia: la música y los garitos como vía para comprender el alma cultural de Madrid, una ciudad castiza, mestiza, abierta y profundamente singular.
Este recorrido visual transita por jam sessions, conciertos, músicos, públicos y espacios que han modelado la vida cultural madrileña durante más de una década. Un viaje que comienza en la resaca emocional del 15M y nos conduce hasta el Madrid postpandémico, transformado y renacido. Las imágenes funcionan como piezas de una narración común: cómo la música en vivo ha sido refugio, identidad y punto de encuentro en todos estos años.
En este archivo aparecen salas desaparecidas, proyectos alternativos, momentos improvisados y comunidades multiculturales que sostuvieron la creatividad incluso en los momentos más inciertos. También aparece la energía renovada de la escena actual, más consciente de su fragilidad y por ello más viva.
La exposición Happening Photo 25 reúne 68 fotografías seleccionadas de estos 12 años años de música en Madrid. En sala se presentan en dos formatos de exposición –siete imágenes en 60×40 cm y sesenta y una en 40×30 cm–, pero el coleccionista puede adquirir cualquier obra en dos tamaños.
De cada fotografía se pone a la venta una tirada limitada, numerada y firmada en dos formatos:
– Edición 40×30 cm (equivalente a A3): 20 ejemplares por imagen. – Edición 60×40 cm (equivalente a A2): 10 ejemplares por imagen.
Todas las copias se realizan en papel estucado de alta calidad de 250 gramos, se entregan firmadas por el autor, numeradas (por ejemplo, 3/20 o 7/10) y acompañadas de un certificado de autenticidad específico para cada obra. Se puede realizar el pedido de cada fotografía en este enlace
Estructura de Happening Photo 25
Dividida en cinco secciones —REINVENCIÓN 15M (2013–2015), ILUSIÓN (2015–2019), APAGÓN (2020–2021), MUTACIÓN (2022–2025) y HAPPENING: COMUNIDAD Y CREACIÓN (2013–2025)— la exposición podrá disfrutarse en Big Tree Books desde el 4 de diciembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026
Cada parte de la exposición se presenta con una fotografía principal en gran formato, acompañada por una selección de imágenes que amplían el relato visual de cada etapa. Junto a ellas, un archivo digital y una pantalla permiten acceder al material que contextualiza y completa la experiencia. Todo está pensado para que el visitante pueda recorrer las imágenes, el ambiente, el sonido y el espíritu de cada momento.
Memoria social y emo-musical de Happening Photo 25
A partir de las instantáneas mostradas en Happening Photo 25 construimos una memoria emocional de cómo Madrid ha reinventado su vida cultural entre crisis, esperanzas, apagones y renacimientos, a partir de la música en vivo y los espacios cotidianos como hilo conductor de la narrativa.
A lo largo de cinco bloques temáticos -Reinvención (13-15), Ilusión (16-19), Apagón (20-21), Mutación (22-25) y Creación y Cominidad-, el proyecto articula una lectura histórica y afectiva de la ciudad, donde las imágenes dialogan con procesos políticos, transformaciones urbanas y formas de comunidad que se han tejido en bares, salas, mercados, colectivos y casas ocupadas.
Post-15M, Madrid superó la crisis reinventando su cultura desde abajo. Microescenas de música en directo, swing y jam sessions en Lavapiés/Malasaña se convirtieron en respuesta vital y punto de encuentro (Tabacalera, Patio Maravillas). El swing, como en el 29, fue vía de escape. La portada de esta sección es una imagen del concierto de Swingdigentes en las Fiestas de Vallecas 2015, símbolo de la cultura en la calle, comunidad y resistencia estrenada era Carmena.
En los años posteriores al 15M, Madrid vive una larga resaca económica y emocional que, lejos de apagarla, la empuja a reinventar su tejido cultural desde abajo. La música en directo, especialmente en barrios como Lavapiés y Malasaña, reaparece como refugio, laboratorio y punto de encuentro: jams en locales minúsculos, colectivos autogestionados, fiestas en casas ocupadas y proyectos surgidos de la precariedad configuran una red de “microescenas” resistentes.
En este contexto, el baile, el swing y las jam sessions se convierten en respuestas vitales a la crisis, del mismo modo que el swing emergió como vía de escape en la Gran Depresión del 29. Espacios como Tabacalera, el Patio Maravillas, La Morada o pequeños bares de Lavapiés y alrededores funcionan como centros de gravedad cultural, donde conviven músicas mestizas, públicos diversos y nuevas formas de ciudadanía que desbordan el marco estrictamente institucional.
La imagen seleccionada como portada para esta primera sección expositiva es la del concierto al aire libre ofrecido por Swindigentes a las 20:00h del 18 de julio de 2015 en el Parque de la calle Payaso Fofó, conocido como el “Paseo Marítimo de Vallekas”. Este concierto se celebró dentro del programa oficial de las Fiestas del Carmen 2015 del distrito de Puente de Vallecas.
Swingdigentes fue uno de los colectivos más representativos de la escena callejera madrileña surgida tras el 15M. Su mezcla de música, danza y acrobacia convirtió plazas y barrios en escenarios abiertos donde el público aparte de espectador era parte del impulso creativo.
Esta imagen, tomada durante las Fiestas de Vallecas de 2015, muestra esa energía compartida: un anfiteatro espontáneo, la cercanía física, el ritmo que atraviesa al grupo y al vecindario. Madrid celebrándose a sí misma desde abajo, en el barrio del Puente de Vallecas, en un tiempo en que la cultura volvía a ocupar la calle como forma de comunidad, resistencia y alegría colectiva. Manuela Carmena había llegado a la alcaldía apenas unas semanas antes con toda la ilusión que se había depositado en el cambio.
Al situar la cámara en el propio escenario, la fotografía subraya esa inversión de jerarquías que definió la época: la centralidad no está en el artista sino en la colectividad que lo rodea. La multitud dispuesta en terrazas crea un anfiteatro natural donde cada cuerpo forma parte de un mismo pulso. La luz directa, sin artificio, refuerza la condición cotidiana del momento y el carácter abierto del espacio público, convertido aquí en escenario y ágora.
El performer en primer término —ligeramente desenfocado— actúa como umbral narrativo: no reclama protagonismo, sino que abre el encuadre hacia la comunidad, recordando que la verdadera fuerza de aquellos años residía en la dimensión horizontal de la cultura. La imagen cristaliza así una forma de vivir la ciudad que emergió tras el 15M: la calle como lugar de expresión colectiva, de experimentación y de celebración compartida. Un Madrid que se reconstruye desde sus propios barrios, a través de sus cuerpos y de sus músicas, y que encuentra en esa ocupación festiva una manera de afirmarse y de imaginar futuros posibles.
En la imagen, Áida Bou —entonces voz al frente de The Clams— se arrodilla sobre el escenario de Clamores en pleno clímax de la noche, el 9 de enero de 2016, en un concierto con el aforo completo y la energía desbordada. Su gesto, mitad desafío y mitad celebración, condensa la entrega de aquella actuación y el carácter festivo y combativo de la banda. Al fondo, la baterista Maylin Johoy sostiene el pulso del tema y del momento, recordándonos. Esta escena es más que un retrato individual, es la huella de una comunidad de mujeres que hicieron, y siguen haciendo, del soul y el rhythm & blues un lugar propio en la noche madrileña.
Momento del saxofonista cubano afincado en Madrid Inoidel González durante la Roots & Grooves Jam de La Boca Club, en la calle Echegaray, en octubre de 2014. Inoidel, formado en la Escuela Nacional de Arte de La Habana y con una larga trayectoria en la escena del jazz cubano y español, se convirtió en uno de los habituales de las jams madrileñas aportando un sonido robusto y muy personal al saxo tenor. La Boca Club, que durante años programó conciertos diarios y jam sessions en su sótano –incluyendo noches de funk, jazz y músicas negras– cerró sus puertas poco después, poniendo fin a una etapa intensa y muy querida para los aficionados. Esta fotografía captura ese ambiente cercano y subterráneo del club, con el músico descansando sentado sobre el escenario y aún abrazado a su instrumento, como símbolo de toda una generación de noches de música en directo en el centro de Madrid.
Hasta el momento de la foto, en 2014, la discografía más destacada de Inoidel González se concentraba en su trabajo como músico de sesión, destacamos entre sus colaboraciones, el álbum póstumo de Celia Cruz “Regalo del alma”, donde participa como saxofonista dentro de la sección de metales, en “Tinta roja” de Andrés Calamaro (2004), en el que aparece acreditado al saxo junto a músicos de la escena latina madrileña, y en diversas producciones de música popular bailable y salsa vinculadas a orquestas como la de Alexander Abreu, en las que figura como parte de las secciones de vientos a finales de los noventa y primeros dos mil.
En Madrid ha liderado el Inoidel González Quartet/Quintet con abundantes actuaciones en las salas de Madrid. Inoidel González ha consolidado su proyecto de cuarteto y quinteto especialmente en el Café Central, donde ha aparecido programado de forma recurrente y distintas formaciones compartiendo escenario con músicos como Michael Olivera, Francisco “Loque” López, Juan Sebastián Vázquez, Rubén Carlés, Luis Guerra, Dani García, Álvaro del Valle, Pier Bruera y otros habituales de la escena madrileña. Además de sus noches en el Central, su grupo se anuncia en ciclos como “Jazz con sabor a club” en salas como El Despertar y otros clubes de jazz de Madrid, donde actúa bajo el nombre Inoidel González Quintet con diferentes secciones rítmicas según el proyecto.
Inoidel González se formó como saxofonista tenor en la prestigiosa Escuela Nacional de Arte (ENA) de La Habana, donde se graduó en 1996 y destacó muy pronto como una de las jóvenes promesas del jazz cubano, hasta el punto de ser invitado a festivales de jazz del país junto a figuras como Roberto Fonseca y bajo el paraguas de maestros como Chucho Valdés. Su base académica es la música clásica, pero desde esos años de estudio fue orientando su carrera hacia el jazz y las músicas afrocaribeñas, lo que explica el equilibrio entre técnica sólida y libertad improvisadora que hoy caracteriza su sonido en proyectos como su Quartet y su Quintet.
Septiembre de 2014. En la fotografía “El sabor de los arándanos” vemos a la cantante Mónica Benito, líder de Lady and the Tramps y promotora de las Blueberry Jam Nights, captada en plena explosión de energía sobre el escenario de la Sala BarCo en septiembre de 2014. Con una amplia sonrisa, el brazo derecho alzado y una camiseta blanca con el logo “I ♥ NY”, transmite la euforia compartida de la jam session, mientras a su lado se intuye al bajista Sergio Fernández y, en primer plano, el micrófono preparado para el siguiente estallido de soul, blues y rock’n’roll.
La Blueberry Night/Blueberry Jam fue una jam de soul, blues y rock’n’roll impulsada por Mónica Benito con banda base (Alberto Palacios – guitarra, Sergio Fernández – contrabajo, Joserra Zamora – saxo, Alex Riquelme – batería) en la Sala BarCo, en la zona de Tribunal/Triball. Se celebró en el verano de 2014 los miércoles de junio y julio con entrada gratuita. Se revisaba un repertorio muy diverso, Fats Domino, Amy Winehouse, The Coasters, Little Richard y temas más recientes como “Are You Gonna Be My Girl” de Jet, que es precisamente la canción asociada a la foto “El sabor de los arándanos”.
01-004 El flamenco cercano de Pablo Rubén con Loreto
30 de octubre de 2014. En la imagen se ve un momento íntimo de “Flamenco en el BackStage” en una de las salas de “Amor de Dios Flamenco”:Pablo Rubén Maldonado al piano, concentrado y en penumbra, y Loreto de Diego observándolo de pie, muy cerca, con el público arropando la escena desde el fondo. La luz cae sobre el teclado y sobre los rostros, convirtiendo el reflejo de Maldonado en la tapa del Kawai en un segundo personaje, casi un eco visual del propio toque. La atmósfera es de proximidad, silencio atento y la sensación de estar asistiendo a algo que normalmente sucede a puerta cerrada.
“Flamenco en el BackStage” es un proyecto creado por el pianista flamenco Pablo Rubén Maldonado en 2013, concebido como un formato íntimo donde el público se sienta muy cerca de los artistas, en círculo, sin apenas amplificación, como si estuviera literalmente en el camerino previo a la función o en el salón de la casas del artista. El espectáculo se ha desarrollado de forma continuada en la escuela Amor de Dios de Madrid y en otros espacios, con distintas combinaciones de artistas invitados al cante y al baile; entre ellos, figuras como Loreto de Diego, Rafael Jiménez “El Falo”, Miguel Téllez, Israel Fernández, Chelo Pantoja, Nieves Hidalgo, Sonia Franco, El Piculabe o Francisco Hidalgo.
La esencia del espectáculo es mostrar el flamenco “desde dentro”: se explora la improvisación al piano flamenco de Maldonado en diálogo muy cercano con el cante y el baile, con una fuerte dimensión de laboratorio escénico y de experiencia compartida, más que de tablao convencional. De este proceso ha surgido incluso un desarrollo audiovisual propio, como el DVD “Corolarios del Backstage”, que recoge materiales gestados dentro del proyecto y subraya su vocación de investigación sobre la improvisación y la intimidad en el flamenco.
16 de julio de 2015. Shirley Davies y Lycantho, dos de las voces más reconocibles de la escena soul y R&B madrileña de mediados de los 2010, comparten risas en la Black Jam de El Junco una noche de julio de 2015. La imagen condensa el espíritu de aquellas jams: un club pequeño, abarrotado, donde músicos y público se mezclan sin jerarquías y el after‑show es casi tan importante como lo que ocurre sobre el escenario. La mirada de Shirley hacia la izquierda, copa en mano, y el abrazo relajado de Lycantho hablan de pertenencia, la Black Jam funcionaba como punto de encuentro estable de una comunidad mestiza que redefinió el sonido nocturno del barrio de Alonso Martínez.
El Junco fue un club de música en directo situado en la plaza de Santa Bárbara, que abrió sus puertas en diciembre de 2004 y se consolidó como uno de los templos madrileños de las jams de jazz, funk, soul y músicas de raíz negra. Funcionó de forma casi ininterrumpida durante dos décadas, hasta su cierre el 16 de julio de 2022.
25 de octubre de 2014. Swing Disorder, colectivo madrileño de swing y electroswing formado por DJs, VJs y artistas urbanos, aparece en esta imagen convertido en motor de una fiesta subterránea: uno de sus miembros pincha desde un portátil mientras el otro se ajusta los cascos frente a un mural morado en el que se lee “Quimera”. La máscara, los tirantes y la mezcla de tecnología y estética retro condensan bien el espíritu lúdico y algo gamberro del grupo, que ha utilizado el swing y el electroswing como herramienta para recuperar el baile social y resignificar espacios de la ciudad.
La escena tuvo lugar en La Quimera de Lavapiés, un edificio ocupado junto a la actual plaza de Nelson Mandela que, durante años, funcionó como centro social autogestionado. En ese contexto, Swing Disorder no solo ofrecía sesiones de baile, sino que contribuía a la vida cultural y política del barrio: fiestas abiertas, precios populares, colaboración con colectivos locales y una fuerte dimensión comunitaria. La fotografía captura ese cruce entre cultura de club, movimiento okupa y experimentación artística que caracterizó tanto al colectivo como al propio espacio de La Quimera.
El pianista del Congo, Andrés Kaba toca en Liberarte, rodeado de sillas apiladas y con un teclado apoyado sobre una mesa de madera, en una escena íntima que resume bien el carácter del local. Liberarte abrió sus puertas en julio de 2014 de la mano de Giulio y Fafa, después del cierre de su anterior proyecto, La Grándola, en enero de 2014, y se convirtió muy pronto en un lugar de encuentro imprescindible para la música en directo en Lavapiés, con conciertos todos los días de la semana. Durante más de siete años, hasta su cierre en diciembre de 2021, por su pequeño escenario y su salón pasaron infinidad de músicos, proyectos y jams que hicieron del bar un punto de referencia para quienes buscaban cercanía, mezcla de estilos y el ambiente cálido de un barrio que se reconocía en su propia banda sonora.
01-008 El último concierto de Jorge Pardo en el antiguo Café Berlín
30 de diciembre de 2015. Jorge Pardo, saxofonista y flautista madrileño fundamental en la historia del jazz flamenco, aparece en esta foto en el Café Berlín de la calle Jacometrezo durante su último concierto en esa sede, el 30 de diciembre de 2015. Figura clave de la fusión entre jazz y flamenco desde los años setenta y colaborador de Paco de Lucía, Camarón o Chick Corea, Pardo simboliza aquí a toda una generación de músicos que hicieron del Berlín un laboratorio sonoro y un lugar de encuentro para la escena madrileña.
La imagen lo muestra sentado en una silla alta, inclinado hacia delante, con el saxofón tenor entre las manos y el telón rojo del pequeño escenario envolviendo la escena. Sobre su cabeza, los micrófonos y los cables recuerdan la cercanía física entre artistas y público, característica de este club. Al fondo se adivina el rótulo del Café Berlín, que durante décadas fue uno de los templos de la música en directo en Madrid, desde los bailes tropicales de los años setenta hasta su reinvención como club de jazz y flamenco.
Este concierto se enmarcó en la programación de despedida del Berlín de la calle Jacometrezo, que cerraría definitivamente sus puertas pocos días después, a comienzos de enero de 2016, por la venta del edificio para construir un hotel a un grupo hindú.
La fotografía captura, por tanto, un momento muy especial: una noche en la que un maestro de la improvisación se despide de un espacio mítico, justo antes de que desaparezca esa sala en concreto pero continúe el proyecto en su nueva ubicación de Costanilla de los Ángeles.
Miércoles 16 de diciembre de 2015. Las noches de los miércoles con la Diego Guerrero Flamenco Jam convirtieron el antiguo Café Berlín de la calle Jacometrezo en un templo del flamenco fusión: cada semana se llenaba hasta la bandera, con un ambiente eléctrico y un público entregado hasta la madrugada.
La imagen recoge un instante de la última Diego Guerrero Flamenco Jam celebrada en este histórico escenario, una sesión maratoniana que se prolongó durante horas a base de pases encadenados y sorpresas sobre el escenario. Diego Guerrero levanta una tarta de cumpleaños dedicada al percusionista Manu Masaedo, mientras le arropan la bailaora Lisi Safair, el trompetista Enriquito y el saxofonista Antonio Lizana, rodeados de músicos y micrófonos preparados para seguir improvisando.
Esa noche los invitados oficiales de la jam fueron Montse Cortés y Petete, pero como era habitual en el Berlín, la velada se llenó de apariciones espontáneas y complicidades entre artistas. El título de la foto procede de la canción “Paella del sábado” de Enriquito, en la que participan Diego Guerrero y Nashrine Ramani, guiño perfecto al espíritu festivo, colectivo y casi familiar de aquellas noches irrepetibles en Jacometrezo.
La llegada de Carmena supuso una expansión cultural descentralizada en Madrid, con festivales en barrios y Lavapiés-Malasaña como epicentros. Esta ilusión de convivencia chocó con la gentrificación y cierres de locales. La portada es el concierto de Mayte Martín en Veranos de la Villa 2016 (Parque Lineal del Manzanares): un símbolo de llevar la alta cultura a la periferia y del flamenco plural y libre en una época donde Madrid soñó con ser una ciudad abierta y sensible al cambio.
Con la llegada de nuevas expectativas políticas al Ayuntamiento con Manuela Carmena su descentralización cultural, se abre una etapa de expansión creativa en la que proliferan festivales, ciclos y programaciones alternativas que dan visibilidad a escenas antes marginadas. Los Veranos de la Villa se dispersan por los barrios, los mercados se convierten en escenarios, las salas de conciertos consolidan su papel y Lavapiés se afirma como epicentro de mezcla, experimentación y mestizaje sonoro.
Esta fase está atravesada por una ilusión doble: la de una ciudad que se ve a sí misma como laboratorio de convivencia cultural, y la de una escena musical que siente que, por fin, las ayudas y la atención institucional empiezan a llegar. Sin embargo, bajo esa energía se va incubando una tensión: la gentrificación avanza, los precios de la vivienda suben, los cierres de locales se acumulan y se hace evidente que el modelo neoliberal de ciudad choca con la sostenibilidad de los espacios pequeños donde realmente se cocina la cultura viva.
La imagen de portada seleccionada para este periodo es el concierto de Mayte Martín en los Veranos de la Villa de 2016, celebrado el 1 de agosto a las 21:00h en el auditorio al aire libre del Parque Lineal del Manzanares. La programación de aquel verano —el primero plenamente diseñado bajo el nuevo modelo institucional— simbolizaba la voluntad de llevar la cultura a todos los distritos, devolviendo a la ciudadanía espacios que durante décadas habían permanecido al margen de los grandes circuitos. En ese marco, la actuación de Mayte Martín adquiere un significado particular: su voz contenida, su presencia serena y el refinamiento minimalista de Tempo Rubato dialogan con un entorno urbano humilde, de periferia, que se convertía por unas horas en escenario privilegiado.
La fotografía captura ese instante de iluminación íntima sobre la noche abierta del sur de Madrid. La luz recorta a la artista y a su conjunto en un círculo cálido que contrasta con la penumbra del parque, subrayando la extraña belleza de un concierto que parece surgir de la propia tierra. El público, sentado directamente en el suelo, conforma un coro silencioso que contribuye a la atmósfera de recogimiento colectivo. No hay artificio ni monumentalidad: solo la música depositada en un espacio que, gracias a la descentralización cultural, se vuelve por un momento centro.
Más allá de su valor documental, la imagen condensa una emoción que atraviesa toda esta etapa: la sensación de estar presenciando algo frágil y prometedor, un pequeño milagro urbano donde la alta musicalidad convive con la cercanía de barrio. Pero también deja entrever la duda que recorrerá los años posteriores: ¿puede sostenerse ese modelo? ¿Puede una ciudad en acelerada transformación proteger los lugares donde germina lo común? El concierto de Mayte Martín, con su tono íntimo y a la vez expansivo, es el emblema perfecto de un periodo en que Madrid soñó con ser una ciudad abierta, plural y sensible, mientras las fuerzas del mercado comenzaban a tensionar ese sueño.
La elección de Mayte Martín para representar este periodo no es arbitraria. Más allá de su excelencia artística, su presencia encarna una dimensión política y simbólica que atraviesa la propia historia reciente de Madrid. Martín es una figura clave del flamenco contemporáneo: una artista catalana, no gitana, que rompió moldes al ganar la prestigiosa Lámpara Minera en 1987, un hito que cuestionó fronteras identitarias y abrió el género a nuevas genealogías. A ello se suma su papel visible como mujer lesbiana dentro del colectivo LGTBI, con una trayectoria marcada por la integridad, la libertad personal y la resistencia a los mandatos de la industria cultural. En un momento en que la ciudad proyectaba una ilusión de apertura, diversidad y convivencia, su presencia en un escenario periférico como el Parque Lineal del Manzanares adquiere una fuerza particular: simboliza la posibilidad de un flamenco plural, crítico y emancipado que dialoga con una Madrid también en busca de nuevas formas de ser. Su actuación, íntima y despojada, funciona así como metáfora de una época en la que la cultura se entendía no solo como entretenimiento, sino como un acto de afirmación política y emocional.
02-001 Flamenco itinerante en la Fe de San Lorenzo
Momento del concierto itinerante de flamenco fusión del domingo 7 de agosto de 2016 en las Fiestas de San Lorenzo de Lavapiés, en la segunda parada del recorrido por la calle de la Fe, a la altura del número 6, junto al hoy desaparecido Bar La Pianola. Angie «Compás de Encuentro» actúa al micrófono acompañada por Lorena «Niña Lunares», Mercedes Martínez a la guitarra, Ruth Rubio al violín y Antonio Delgado Mani al compás, palmas y coros, arropadas por un nutrido grupo de vecinas y vecinos que llenan y se sientan en la calle para escuchar el concierto.
Sandra Delaporte en plena actuación en la jam de los domingos por la noche de Cosmosoul, en la Sala Barco (Malasaña), el 1 de mayo de 2016. Primeros tiempos en la escena madrileña para quien poco después formaría, junto a Sergio Salvi, el dúo de pop electrónico Delaporte
15 de septiembre de 2016. El Calvario fue durante muchos años un pequeño templo de la música de autor y la poesía en Lavapiés, hasta su reciente cierre en el verano de 2025.
En la foto aparece el sevillano Carrasquilla en concierto, acompañado a la guitarra por Álvaro Gil. En un momento de la noche invitan a subir al escenario a su amiga, la gran cantante onubense Sandra Carrasco, que se suma a la actuación y completa este trío íntimo que recoge la imagen.
Neil Clarke, Inoidel González, Miguel Blanco y Luis Pescador en el concierto de Lycantho en la Sala Clamores, el 16 de septiembre de 2016, en plena fusión de jazz, funk y ritmos afro que caracterizan al proyecto del artista congoleño afincado en Madrid.
Neil Clarke es un saxofonista de soul, jazz y funk afincado en Madrid, con más de cuatro décadas de experiencia y muy activo en la escena de músicas negras de la ciudad. Suele aparecer en proyectos de fusión y jam sessions donde aporta un sonido cálido, melódico y muy ligado al groove. En sus comienzos estuvo relacionado con la escena punk londinense de finales de los 70s.
Inoidel González es un saxofonista cubano de jazz, formado en la prestigiosa Escuela Nacional de Arte de La Habana, donde se graduó como saxofonista tenor en 1996. Durante sus estudios ya destacó como improvisador y fue invitado a festivales de jazz en Cuba, y más tarde se instaló en España, donde lidera su propio cuarteto y quinteto, fusionando los clásicos del jazz con la tradición musical del Caribe y Sudamérica en clubes y festivales
Miguel Blanco es un bajista, compositor, arreglista y productor barcelonés afincado en Madrid, especializado en jazz latino y fusión, con una larga trayectoria en big bands y proyectos de música afroamericana. Ha sido productor, compositor y arreglista de Jerry González en sus discos con big band, ha trabajado para artistas como Omara Portuondo, Paquito D’Rivera o Miguel Ríos y lidera proyectos propios como Afrodisian Orchestra o La Calle Caliente, además de ejercer como profesor de arreglos y armonía de jazz en Musikene.
Luisillo Pescador es un baterista muy activo en la escena madrileña, especializado en ritmos de raíz latina, funk, reggae y músicas mestizas. Lidera su propio proyecto Cucumber Project, donde mezcla latin, funk, rock y electrónica con una energía muy orientada al baile.
Lycantho es un cantante, compositor, guitarrista y bailarín originario de Kinshasa (República Democrática del Congo). Su propuesta mezcla funk, afrobeat, reggae, jazz y otras músicas del mundo en un directo muy energético y bailable, siempre arropado por una banda de músicos de primer nivel de la escena madrileña que refuerza ese concepto de “crazy fusion” y afro‑fusión con el que se ha presentado en salas como Clamores, Café La Palma, Tempo Club, El Sótano, Vesta o Sala Barco
La Sala Clamores es un histórico club de conciertos situado en el barrio de Chamberí (Madrid), activo desde el 25 de julio de 1981. Nació en plena Movida madrileña como local dedicado sobre todo al jazz y con el tiempo se ha convertido en un templo de la música en vivo donde conviven jazz, blues, soul, funk, rock, flamenco y músicas latinas. Forma parte del censo de salas que son Patrimonio Cultural de la ciudad de Madrid
Primer plano en blanco y negro del violinista tunecino Larbi Sassi y el laudista egipcio Hesham Essam Makarem en pleno diálogo musical durante el concierto de Sinouj en la desaparecida sala Bogui Jazz de Madrid, el 27 de julio de 2016: sus miradas se cruzan mientras las manos vuelan sobre las cuerdas del violín y el laúd, resaltadas por una luz lateral que deja el fondo en penumbra y concentra toda la atención en la intensidad del intercambio, símbolo perfecto del carácter afromediterráneo y viajero de la banda.
Sinouj es una banda afromediterránea dirigida por el saxofonista Pablo Hernández Ramos que mezcla tradiciones musicales del Magreb y Oriente Medio con jazz contemporáneo, funk, rock y toques de electrónica. El proyecto comienza su andadura alrededor de 2007‑2008, cuando se consolida como cuarteto afromediterráneo activo en festivales y salas de jazz. Hasta hoy tiene tres discos de estudio editados a su nombre: Were (2012), La Fiche (2014) y Labu (2017), todos con composiciones mayoritariamente originales y con colaboraciones de músicos como Jorge Pardo o Javier Paxariño
Bogui Jazz fue uno de los grandes templos del jazz en Madrid, situado en la calle Barquillo, muy cerca de Chueca. Abrió como club de jazz en 2005, impulsado por el programador y productor estadounidense Dick (Richard) Angstadt, que convirtió el local en un referente para la escena madrileña y en una sala habitual para figuras nacionales e internacionales. En 2008 el Ayuntamiento lo clausuró por problemas administrativos y de insonorización, pero Dick logró reabrirlo en febrero de 2011 tras 28 meses de batalla burocrática, y el Bogui vivió entonces sus años de mayor esplendor. Finalmente, la sala cerró definitivamente el 31 de agosto de 2018, después de 14 años de actividad intermitente, cuando los propietarios del bajo decidieron no renovar el contrato de alquiler, pese a que el club estaba en plena forma y figuraba en listas internacionales de mejores salas de jazz. Dick Angstadt, descrito a menudo como “alma” y “señor” del Bogui, fue mucho más que el dueño: ejerció de programador, anfitrión y defensor incansable del jazz en vivo en Madrid, y su figura sigue muy ligada a la memoria del local incluso después del cierre.
02-006 Shirley Davies en la presentación de Black Rose
Shirley Davis aparece en un momento de reposo en el lateral del escenario, tras una de las canciones de la presentación de “Black Rose” en la Sala Arena de Madrid, el 9 de abril de 2016 junta a The SilverBacks. Acurrucada junto a los monitores y los cables, con las piernas cruzadas y el cuerpo ligeramente inclinado hacia la cámara, mantiene una expresión serena y satisfecha en medio de la intensidad del show. En el fondo deja ver la batería y parte del set de la banda, recordando que, aunque esté sentada, sigue inmersa en el espacio del concierto.
Su vestuario es tan protagonista como su gesto. Luce un vestido de colores vivos y estampado africano, grandes pendientes circulares, collares, pulseras metálicas y sandalias de tacón alto que refuerzan su imagen de diva del soul contemporánea, conectada con sus raíces y con estética afrofuturista. La luz lateral dibuja brillos en la piel y en las joyas convirtiendo su pequeño descanso en una declaración de presencia escénica.
En el contexto de la presentación de “Black Rose”, Esta imagen resume bien el carácter del concierto de presentación de Black Rose en la Sala Arena, fuerza y vulnerabilidad, elegancia y cercanía. Shirley es muy poderosa cuando canta, pero también muy humana, siempre cómplice con el público. La cercanía física con la batería y el cableado enfatiza esa idea de artista sumida en la maquinaria del soul desprendiendo magia junto a The Silverbacks.
02-007 Diego Guerrero Flamenco Jam en el nuevo Café Berlín
23 de Junio de 2016. El nuevo Café Berlín acaba de aterrizar en la Costanilla de los Ángeles y empieza a escribir, noche a noche, su propia memoria sonora. En la imagen, ese relato arranca a golpe de compás: en el centro del escenario, Sandra Carrasco avanza hacia el micrófono con paso firme y una alegría despreocupada, la blusa anudada y el movimiento de su cuerpo que pase a ser baile entrando en la canción. Es el segundo anterior al cante, el instante en que la sala contiene el aliento antes de que se abra la voz.
A su derecha, el guitarrista lebrijano Rycardo Moreno la sigue con una atención serena, casi fraterna: ella mira al público, él la mira a ella, y en ese triángulo se sostiene la escena. Al fondo, el contrabajo dibuja una columna de ritmo, la percusionista australiana afincada en España Nasrine Rashmani se acomoda sobre las congas y el flautista Ale Escalera calcula su entrada. Nadie está quieto del todo esperando la llegada de su clímax. La fotografía captura ese territorio de tránsito en el que la jam se ordena y cada músico escucha al otro para decidir cómo sumarse al coloquio común.
El blanco y negro refuerza la atmósfera de club, de refugio urbano donde confluyen acentos y procedencias diversas alrededor de un idioma común: el flamenco mestizo que Madrid ha ido forjando en las últimas décadas. Retrato de artistas que dibuja una escena que funciona como coreografía de miradas y gestos que resume la intención de esta muestra: fijar el momento exacto en que la música convierte una noche cualquiera en una experiencia única y compartida.
8 de abril d 2016. En la foto, Susana Ruiz “FunkWoman” desde El Junco canta casi en susurro sobre el micrófono, en un primer plano en blanco y negro que reduce la escena a gesto y voz. El encuadre cerrado destaca el rizo de su pelo, la intensidad de la mirada y, sobre todo, el gran tatuaje de Ella con micrófono en el brazo, como si otra voz la acompañara desde su piel. La iluminación lateral recorta su silueta y deja el fondo desenfocado, de modo que la atención se concentra en la boca que roza la rejilla del micro y en la mano que lo sujeta, convertida en centro físico y simbólico de la imagen.
Susana Ruiz es una de las voces clave de la escena de músicas negras de Madrid: cantante autodidacta, DJ y productora, conocida artísticamente como FunkWoman. A lo largo de los años ha liderado proyectos propios de soul, funk y rhythm & blues, ha colaborado en grabaciones como “Billie Sings Soul / Lady Sings the Blues” y se ha consolidado también como selectora en clubs y festivales, donde mezcla clásicos del funk y el soul con nuevas propuestas contemporáneas.
Durante buena parte de la década de 2010, su nombre quedó ligado a la Black Jam de El Junco, una jam de músicas negras que los jueves convertía este club de la plaza de Santa Bárbara en punto de encuentro fijo para amantes del soul, el funk y el R&B. Capitaneada por Susana, la sesión fue creciendo hasta convertirse en una referencia de la noche madrileña, con aforos completos, invitados sorpresa y un ambiente en el que se mezclaban músicos profesionales, estudiantes y público fiel; la dinámica solo se quebró en enero de 2018, cuando un grave accidente apartó a la cantante de los escenarios durante un largo periodo.
El Junco, por su parte, fue uno de los clubs más activos de la ciudad en materia de jam sessions, con programación diaria orientada al jazz, el funk y la música negra, y con la Black Jam como una de sus señas de identidad. En ese escenario se curtieron muchos instrumentistas de la escena actual, aprovechando un formato que combinaba concierto y jam abierta y que permitía que cada noche fuese distinta.
A lo largo de los años, la banda base que sostuvo a Susana en la Black Jam estuvo formada por baterías como Antonio Pax y Mario Carrión, bajistas como Javier Geras o José Vera, y el guitarrista/teclista Carlos Murillo, entre otros. Ellos aportaban el groove estable sobre el que se construía cada sesión: Pax con su pegada funk y su experiencia en bandas como Vaca Azul o Amparanoia, Carrión con su versatilidad entre el soul y el jazz, Geras y Vera con líneas de bajo sólidas y creativas, y Murillo con una guitarra y teclados cargados de armonías modernas, sobre los que la voz de FunkWoman podía moverse con total libertad.
La pandemia cortó la expansión cultural de Madrid, exponiendo la fragilidad del tejido vivo (salas vacías, proyectos congelados). Surge una resistencia mínima con formatos reducidos y actividades híbridas. La imagen de portada es del Bar Muñiz en La Paloma 2020: un escenario festivo vacío, con dos figuras con mascarilla. Simboliza la interrupción de lo popular y la obstinación de la ciudad por sostener su identidad cultural y su memoria, incluso en el silencio.
El estallido de la pandemia corta en seco esta expansión y deja a Madrid sumida en un silencio que se siente antinatural en una ciudad acostumbrada a la calle, al ruido y a la noche. Las salas se vacían, los músicos pierden su público, los proyectos se congelan y el tejido cultural muestra de golpe su fragilidad estructural: bastan unos meses para que décadas de trabajo queden en suspenso o desaparezcan.
Pero ese apagón no es solo ausencia; también es laboratorio de nuevas formas de imaginar la cultura. Surgen conciertos en formatos reducidos, actividades en parques, experiencias híbridas y fórmulas temporales que permiten mantener viva la llama, aunque sea en modo de resistencia mínima, como una brasa que se niega a apagarse. Las imágenes de este periodo captan esa tensión entre vacío y obstinación: mascarillas, aforos limitados, distancias físicas y, al mismo tiempo, miradas que dicen “seguimos aquí”.
La foto elegida para esta etapa está cargada de significado: es el Muñiz, en la Calle Calatrava, durante la festividad de La Paloma de 2020, unas fiestas que no se pudieron celebrar. La paradoja salta a la vista: un escenario tradicionalmente asociado a la multitud, al calor popular, al exceso alegre, aparece casi vacío, reducido a dos figuras que, pese al mantón y la indumentaria castiza, llevan mascarilla. Esa imagen condensa la extrañeza radical de aquel verano: la fiesta seguía inscrita en los cuerpos, pero el mundo que la hacía posible había desaparecido.
El encuadre, aparentemente sencillo, actúa como una especie de dispositivo emocional. El bar del fondo —con su luz cálida, su promesa de vida cotidiana— contrasta con la asepsia de la mascarilla, que funciona como una grieta visual y simbólica. Lo que debería ser espacio de convivencia se transforma en un decorado suspendido; lo que solía ser ruido, mezcla y proximidad se convierte en un gesto contenido, casi ritual, sostenido únicamente por la memoria cultural de quienes posan. Así, la fotografía captura no solo el vacío físico, sino un vaciamiento del sentido, una interrupción forzada de la continuidad de lo popular.
A la vez, en esa fragilidad se adivina una forma de resistencia. La pareja en la calle no está representando un rol festivo; está sosteniendo un símbolo, manteniendo en pie, aunque sea tenuemente, un hilo que conecta con la identidad profunda de la ciudad. No hay verbena, no hay baile, no hay barra, no hay calle tomada. Pero hay un gesto que dice: “La fiesta volverá; nosotros seguimos aquí”. Ese es el pulso íntimo de la imagen: la afirmación de una cultura que no desaparece ni siquiera cuando le arrancan su espacio natural.
La fotografía, en su aparente quietud, revela el choque de dos temporalidades: la de la tradición, que insiste en permanecer, y la del acontecimiento histórico, que impone una pausa abrupta. Es un documento de un Madrid distópico, en el que la identidad castiza —habitualmente exuberante, alegre, corporal— se ve obligada a convivir con el silencio y el miedo. Y, sin embargo, esa contradicción no la debilita: la vuelve más consciente, más humana, más vulnerable y, por ello mismo, más verdadera.
Por eso esta imagen no es solo testimonio de un apagón, sino también de la capacidad de la ciudad para mantener encendida la memoria de sí misma incluso en sus horas más oscuras. En esa esquina de La Latina, en pleno agosto de 2020, Madrid no celebró, pero tampoco se rindió. La fiesta estaba suspendida; la identidad, no.
03 -001 La última semana de Casa Patas. 5 de marzo de 2020
Fotografía tomada el 5 de marzo de 2020 en Casa Patas (C/ Cañizares, Madrid), en una de sus últimas actuaciones antes de que la pandemia apagara su escenario: bajo el telón negro y el neón de “casapatas flamenco en vivo” aparece un cuadro flamenco con el público a un palmo del tablado, esa cercanía intensa que desde 1985 convirtió al local en referencia del flamenco en vivo; el cierre, anunciado en mayo de 2020 tras el parón por la covid y la caída del turismo, vuelve esta escena cotidiana un documento de memoria, el último latido de un lugar mítico que aún sigue resonando en la ciudad.
La imagen captura uno de los últimos latidos de Casa Patas, el histórico tablao flamenco de la calle Cañizares, en Madrid, tomada el 5 de marzo de 2020, apenas unos días antes de que la pandemia apagase su escenario para siempre.
Sobre el pequeño escenario, enmarcado por el característico telón negro y el rótulo luminoso de “casapatas flamenco en vivo”, se desarrolla un cuadro flamenco completo: el guitarrista a la derecha, el cantaor sentado en el centro, y dos figuras de baile ocupando el espacio con una tensión casi teatral. La bailaora, de espaldas, luce un vestido negro de lunares blancos con volantes que caen en cascada, mientras el bailaor, de chaqueta blanca y chaleco oscuro, se prepara para la siguiente llamada sobre el tablado, ante la mirada expectante de un público que llena la sala. La proximidad de las mesas al escenario y la penumbra de la sala refuerzan la sensación de intimidad, esa atmósfera de templo laico del flamenco que convirtió a Casa Patas en referencia internacional.
Fundado en 1985, Casa Patas combinó taberna y restaurante con un tablao que pronto se transformó en punto de encuentro de artistas y aficionados, un lugar donde el cante jondo convivía con el bullicio de la barra y el rumor de los platos. El edificio neoclásico de Cañizares albergaba, además del escenario principal, la Sala García Lorca y espacios de ensayo vinculados a la Fundación Conservatorio Flamenco Casa Patas, que impulsó cursos, talleres y actividades formativas para nuevas generaciones de bailaores, cantaores y guitarristas. Por su tablao pasaron figuras consagradas y jóvenes promesas, y su nombre se convirtió en sinónimo de flamenco en vivo para madrileños y turistas.
La fotografía corresponde a la que sería la penúltima semana de actividad regular del local, el 5 de marzo de 2020, cuando aún no se había decretado el estado de alarma, pero ya se respiraba una total inquietud en el ambiente. En la programación oficial de Casa Patas figuraba para esos días un cuadro con Saúl Quirós y “El Ciervo” al cante y Paco Soto a la guitarra, representantes de esa mezcla de tradición y contemporaneidad que caracterizaba la oferta artística del tablao. La escena congelada en la imagen muestra, así, no solo un momento de baile y música, sino también el eco de una normalidad que estaba a punto de desaparecer.
En mayo de 2020 se anunció oficialmente el cierre de Casa Patas: la interrupción de la actividad por la covid‑19, la desaparición casi total del turismo —que representaba alrededor del 75% del público— y la imposibilidad de sostener los elevados costes del local hicieron inviable la reapertura. La empresa explicó que, pese a agotar sus reservas económicas y buscar alternativas, no podía seguir acumulando deudas en un escenario sin visitantes extranjeros ni garantías de recuperación a corto plazo, lo que supuso la pérdida de decenas de puestos de trabajo y el apagón de uno de los símbolos del flamenco madrileño. La venta posterior del edificio confirmó el carácter definitivo de ese adiós, obligando a la Fundación Casa Patas a continuar su labor pedagógica en otros espacios y dejando a la ciudad sin uno de sus referentes culturales más reconocibles.
Vista con la perspectiva del tiempo, la fotografía funciona como documento de memoria: un instante corriente de una noche cualquiera que, de repente, se convierte en el último testimonio de una forma de vivir el flamenco en Madrid. En las siluetas de los artistas, en los rostros concentrados del público y en el brillo de los focos sobre el vestido de lunares se condensa la esencia de Casa Patas: cercanía, intensidad y verdad, esa verdad que nace del taconeo, del rasgueo de la guitarra y del quejío del cante. Esta narra la despedida silenciosa de un lugar mítico y recuerda que, aunque el local haya desaparecido, la memoria de su escenario sigue viva en quienes lo habitaron.
03-002 El Mercado de San Fernando el 20 de julio de 2020 a las 20:00h
Tomada en el Mercado de San Fernando el 20 de julio de 2020 a las 20:00, esta imagen retrata la primera “nueva normalidad” de Madrid: un pasillo que debería vibrar de voces y compras aparece vacío, con persianas bajadas, señalética de distancia social en el suelo y una línea amarilla que convierte el paseo en itinerario. Bajo la luz fría del techo industrial, una joven con mochila salta en el centro exacto del encuadre, suspendida un instante, como si quisiera tocar la tira fluorescente: un gesto mínimo que rompe la inmovilidad y vuelve el protocolo escenario. En ese salto cabe una ciudad todavía paralizada, pero empeñada en recuperar movimiento, alegría y vida.
La fotografía está tomada en el Mercado de San Fernando, el 20 de julio de 2020 a las ocho de la tarde, cuando Madrid vivía su primera “nueva normalidad” tras los meses más duros de la pandemia. A esa hora, en circunstancias normales, el mercado de San Fernando habría sido un hervidero de vecinos, terrazas interiores llenas y puestos abiertos; sin embargo, el pasillo aparece desierto, con la mayoría de persianas bajadas y apenas el eco de una presencia humana suspendida en el aire.
Los comercios y mercados madrileños habían recuperado cierta actividad en julio de 2020, pero bajo la estricta normativa de aforos reducidos, distancias de seguridad y señalética omnipresente en el suelo. El ocio nocturno continuaba prácticamente clausurado y muchos negocios de hostelería y consumo social funcionaban a medio gas, con horarios recortados y un público todavía temeroso, lo que se traducía en locales abiertos a nivel administrativo pero semivacíos en la práctica. El Mercado de San Fernando, referente de sociabilidad vecinal y gastronomía en Lavapiés, vivía ese extraño tiempo intermedio: autorizado a abrir, pero lejos del bullicio previo a la covid‑19.
Señales en el suelo, persianas bajadas
La imagen recoge con precisión esa atmósfera: en el suelo, un círculo azul pide “Mantenga distancia social”, mientras una línea amarilla marca el recorrido que deben seguir los clientes para evitar cruces innecesarios. A la derecha y al fondo, las persianas metálicas bajadas hablan de negocios que aún no han vuelto, o que no han sobrevivido al parón; a la izquierda, la presencia de palés y estructuras de madera refuerza la sensación de espacio provisional, a medio montar, como si el mercado estuviera en pausa. La iluminación fría del techo industrial y el pasillo estrecho subrayan la idea de túnel, de tránsito obligado más que de paseo libre por un espacio de encuentro.
Un salto contra la inmovilidad
En medio de ese corredor disciplinado aparece la figura de una joven que salta, captada en el instante exacto en el que sus pies no tocan el suelo y sus brazos se elevan hacia la luz de la tira fluorescente que recorre el techo. Con vestido y mochila, como si estuviera de paso, su gesto convierte el trayecto en escenario. El protocolo pide orden y contención, su salto introduce juego, desobediencia y afirmación de vida. La composición la sitúa en el centro del encuadre, aislada pero protagonista, enfrentando su ligereza a la pesadez de las persianas bajadas y de las normas marcadas en el pavimento.
Una ciudad paralizada
La escena funciona como crónica visual de aquel verano de 2020 en Madrid, cuando las grandes restricciones del confinamiento habían quedado atrás, pero la ciudad aún no se reconocía en sus propios espacios. Discotecas y salas de fiestas seguían cerradas, parte de la hostelería operaba con aforos limitados y muchos mercados de barrio todavía sufrían la ausencia de la clientela habitual y del turismo. En ese contexto, el salto en el Mercado de San Fernando no es sólo un gesto estético: es la imagen de una ciudadanía que intenta recuperar el movimiento y la alegría en mitad de un paisaje urbano todavía marcado por la clausura, un instante suspendido que resume la fragilidad y la resistencia de aquellos días.
03-003 Shirley Davies en Liberarte el 31 de enero de 2021
Shirley Davis actúa en LiberArte Cantina Cultural (Lavapiés) el 31 de enero de 2021, en pleno contexto de restricciones por la COVID‑19. La imagen resume el ambiente íntimo del local y la resistencia de la escena musical madrileña en tiempos de aforo limitado y horarios recortados.
La instantánea muestra a la cantante Shirley Davis actuando en el escenario de Liber Arte Cantina Cultural, en la calle Ave María 32 de Lavapiés, la tarde del 31 de enero de 2021, todavía bajo las restricciones de aforo y horario impuestas por la pandemia de COVID‑19. Este local, una cueva de ladrillo de principios del siglo XX convertida en espacio de ocio y cultura, era conocida por combinar conciertos íntimos, exposiciones y otras actividades artísticas con una fuerte identidad propia. Liber Arte abrió en julio de 2014 y cerró sus puertas en diciembre de 2021 de la mano de sus dos socios, el italiano Giulio y la brasileña FaFa.
Shirley Davis, cantante de soul nacida en Londres y vinculada durante años a la escena madrileña, donde ha formado parte de diversos proyectos de funk como The Silverbacks, aparece en primer plano sobre la tarima, micrófono en mano y pandereta en la otra, vestida con un mono estampado y botines con su outfit especial. La acompaña a su lado un técnico frente a un portátil y una pequeña mesa de sonido, sentado y con mascarilla, que nos sumerge en el contexto de la pandemia en el que se desarrolla el concierto.
El fondo del escenario está presidido por el gran círculo dorado con el logotipo de Liber Arte Cantina Cultural, rodeado de figuras decorativas y percusión, que remiten al carácter mestizo y musical del espacio. A la derecha se aprecia la pared de ladrillo visto, las estanterías con velas y botellas y el trípode con foco.
Shirley, con su prodigiosa voz, solía dar conciertos por el método de pay after show en lugares como Liber Arte. Esos conciertos consistían en una selección de bases sobre la que cantaba de conocidos temas de soul, funk y neosoul.
03-004 Silvia Sónica pinchando en La Huelga em Lavapiés el 31 de Enero de 2021
Fotografía de Silvia Sónica pinchando vinilo en La Huelga (C/ Zurita, 39 · Lavapiés) la tarde del 31 de enero de 2021, con Madrid bajo restricciones por la COVID-19: la mascarilla de la DJ y el reflejo del cliente lo delatan. La luz roja y magenta convierte el local en refugio íntimo; en primer plano, el plato con etiqueta amarilla y la mesa Pioneer iluminada, y alrededor, pegatinas, flecos y ese aire underground Lavapiés. Aquellas tardes nos sostuvieron a quienes vivíamos la noche cuando la ciudad, de pronto, quedó en silencio.
La imagen muestra a la DJ Silvia Sónica pinchando vinilos en el bar-club La Huelga en Lavapiés, en la calle Zurita 39, durante la tarde del 31 de enero de 2021, en pleno contexto de restricciones por la COVID‑19, algo que se aprecia claramente por las mascarilla de la Dj y el cliente con mascarilla reflejado en el espejo. Con una iluminación intensa en tonos rojos y magentas que baña todo el interior, la escena transmite el ambiente cálido e íntimo de este pequeño local especializado en música negra y soul.
Silvia aparece de pie tras la cabina, con auriculares colgados al cuello, camisa blanca, tirantes de lunares y corbata negra, una estética que mezcla elegancia clásica y un punto gamberro muy acorde con el espíritu del club. Su mano derecha flota sobre la mesa de mezclas, lista para ajustar la ganancia o lanzar la siguiente transición, mientras la izquierda descansa cerca del plato, como si acabara de colocar la aguja sobre el vinilo que gira en primer plano con una etiqueta amarilla bien visible.
En la parte frontal se aprecia el tocadiscos junto a una mesa de mezclas Pioneer iluminada por pequeños LEDs, y el borde de la cabina cubierto de pegatinas y recortes que refuerzan el carácter underground del espacio. Al fondo se distingue el rótulo de La Huelga y parte de su decoración, con cortinas de flecos sobre la cabina que caen casi hasta la cabeza de la DJ, envolviendo la escena y subrayando la sensación de refugio musical del barrio de Lavapiés, donde la cultura del vinilo y la cercanía con el público marcan la experiencia de la sesión.
Aquellas sesiones de tarde en clubs como La Huelga durante la pandemia nos sostuvieron a quienes habitábamos la noche y la música; la ciudad se nos vino abajo de un día para otro, empujada por un enemigo invisible.
03-005 Concierto de Afalkai el 8 de diciembre de 2021 en el Café Berlín. En la foto Blanca Paloma y Jerónimo Maya
Blanca Paloma y Jerónimo Maya, con Afalkai, encarnan en el Café Berlín el cruce entre flamenco, jazz y músicas afro‑mediterráneas. La foto captura la emoción del regreso a las salas tras la pandemia y el encuentro entre un maestro del toque y una artista a punto de dar el salto europeo.
La fotografía captura un momento de máxima intensidad en el concierto de Afalkai celebrado el 8 de diciembre de 2021 en el Café Berlín, uno de los templos del jazz y el flamenco en directo de Madrid. En esas fechas las salas acababan de recuperar una cierta normalidad en su programación tras casi dos años de restricciones por la pandemia, de modo que cada concierto se vivía como una celebración del regreso pleno a los escenarios. Este marco convierte la imagen en un testimonio privilegiado de aquella reapertura de la vida musical en la ciudad.
En primer plano aparecen Blanca Paloma y el guitarrista flamenco Jerónimo Maya, protagonistas de una propuesta que cruza flamenco, jazz y músicas afro‑mediterráneas bajo el nombre de Afalkai.Blanca Paloma, vestida con un mono blanco que resalta bajo los focos violeta, canta ante el micrófono con un brazo extendido hacia el público mientras con la otra mano se señala el rostro, subrayando la carga dramática del tema. A su lado, Jerónimo Maya toca la guitarra española con los ojos casi cerrados, en plena concentración, sosteniendo el pulso rítmico y melódico de la pieza.
Afalkai es una aventura musical que ha funcionado como proyecto de directo. Su música, que aúna ambas vertientes del Mediterráneo, fusiona flamenco, jazz y música bereber. Su territorio natural son las salas y festivales de mestizaje donde la creación musical crece a base de improvisación y diálogo.
La trayectoria de Jerónimo Maya ayuda a entender el peso simbólico de esta escena. Guitarrista madrileño de familia gitana y descendiente directo de Ramón Montoya, fue considerado un niño prodigio y ha actuado en escenarios internacionales como el Carnegie Hall. En discos recientes comoPureza y SoleraoCoto Cerraoha apostado por un flamenco desnudo, casi reducido a guitarra y compás de nudillos, y en Afalkai aporta ese peso de la tradición a una propuesta abierta a armonías y grooves poco habituales en el flamenco más ortodoxo
Blanca Paloma, por su parte, llega a este concierto cuando todavía está lejos de la popularidad masiva que le dará Eurovisión 2023. Nacida en Elche en 1989, formada en Bellas Artes y con una sólida carrera como escenógrafa y diseñadora de vestuario, se ha movido siempre en la órbita de la “música de raíz”, combinando cante, puesta en escena y dramaturgia visual. Antes de representarnos en Liverpool con “Eaea” ya había participado en proyectos como Afalkai y en trabajos audiovisuales como la banda sonora de “Lucía en la telaraña”. Mirada hoy, la foto muestra a una artista que ya despliega toda su potencia escénica, cuando aún está construyendo el camino que la llevará al gran escaparate europeo.
Esta imagen de un concierto brillante es también un documento del momento que se vivía. Resume la emoción del retorno a las salas tras la pandemia, el mestizaje sonoro que hierve en el Café Berlín y el cruce de dos trayectorias en momentos muy distintos de maduración: la de un guitarrista consagrado que empuja los límites del toque flamenco y la de una cantante que, desde la escena de clubs madrileña, está a punto de proyectar su arte a todo el continente.
03-006 Acid Jam en El Intruso el 9 de noviembre de 2021. Taki e Inoidel
La imagen muestra una Acid Jam en Intruso Bar el 9 de noviembre de 2021, en plena recuperación de la escena tras las restricciones de la COVID‑19. Julio Martín dirige la sesión al teclado, acompañado por Taki Tekiurt al cante y el saxofonista Inoidel González, en una de las primeras jams semanales que regresaron a las noches madrileñas.
Desde que la pandemia fue remitiendo a lo largo de 2021 hasta llegar a la situación actual, cuatro hitos marcaron el regreso de las salas de música en directo de Madrid a sus jam sessions semanales. El 21 de junio de 2021 se reabrió el ocio nocturno tras meses cerrado, con horario máximo hasta las 3:00, aforos muy reducidos y uso obligatorio de mascarilla, un marco que hacía inviable la programación habitual de conciertos y jams.
El 20 de septiembre de 2021 se puso fin a los límites horarios para hostelería y ocio nocturno: las salas pudieron abrir de nuevo hasta la madrugada según su licencia, aunque las restricciones de aforo seguían dificultando la vuelta completa a la normalidad. El 4 de octubre de 2021 se eliminaron por fin las limitaciones de aforo en la Comunidad de Madrid y las salas recuperaron el 100% de su capacidad legal, lo que permitió reactivar con continuidad las programaciones semanales.
A partir de ese momento, locales como El Junco, Sala Barco, Intruso Bar, Tempo Audiophile Club, Thundercat o Honky Tonk empezaron a retomar sus clásicas jam sessions y conciertos de cada semana. En la práctica el público se fue incorporando poco a poco porque la obligación de llevar mascarilla en interiores se mantuvo hasta el 20 de abril de 2022.
Una de las primeras salas en recuperar casi al completo su actividad fue Intruso Bar, que volvió en tiempo récord a ofrecer jams de lunes a jueves. La foto del martes 9 de noviembre de 2021 recoge una de las primeras Acid Jam de esa etapa en Intruso Bar: al teclado, el líder de la sesión, Julio Martín; a su lado, Taki Tekiurt cantando, mientras el saxofonista Inoidel González escucha atento, símbolo de una escena de reencuentro con el público tras casi dos años de interrupción.
Post-2022, Madrid reconfigura su escena cultural: la presión inmobiliaria desplaza proyectos a barrios como Carabanchel (Oporto), mientras proliferan grandes festivales y tardeos descafeinados. La imagen de portada es el concierto de Calexico en la Sala Villanos (heredera de Caracol): un símbolo de la resistencia. Representa una apuesta por la música en vivo como acto cercano, artesanal y comunitario, lejos del producto masivo, reafirmando el arraigo en un Madrid en profunda mutación.
A partir de 2022 la ciudad vuelve a sonar, pero no como antes: la reapertura trae consigo una mutación profunda en públicos, ritmos y modos de habitar los espacios. Aparecen nuevas salas y proyectos en barrios menos centrales, como la zona de Oporto en Carabanchel, mientras la presión inmobiliaria desplaza a artistas y propuestas desde Lavapiés y Malasaña hacia otros territorios más asequibles.
La escena se recompone de manera desigual: en los distritos más acomodados se multiplican salas alineadas con un pop de imaginario más conservador; en los barrios populares fuera de la almendra central, el rock resiste como lengua de protesta; y en el corazón de la ciudad —Malasaña y Lavapiés— prende un mestizaje musical que mezcla flamenco, latin, jazz y soul, y empuja hacia una cultura más comunitaria.
Al mismo tiempo, crecen los grandes festivales, los “tardeos” y los formatos masivos, símbolos de un neoliberalismo cultural que convierte la experiencia musical en producto, pero que convive con pequeños focos de resistencia donde todavía se entiende la música en vivo como relación, cuidado y construcción de memoria compartida.
La elección de la foto de portada para esta mutación cultural es significativa. Se ha escogido la actuación de una banda de reconocido prestigio internacional, pero minoritaria, como es Calexico, en una de las salas surgidas tras la pandemia: la Sala Villanos, heredera y reinvención de la mítica Sala Caracol. El gesto no es casual. Villanos nace con la voluntad explícita de devolver a la ciudad un espacio para la música en directo entendido desde la pasión, no desde la lógica del producto masivo, un lugar donde los conciertos recuperan su dimensión de encuentro cercano, artesanal y ritual.
En la fotografía el guitarrista Joey Burns aparece iluminado por un foco preciso, concentrado en el gesto, mientras el logotipo de “Villanos” se recorta con claridad en el fondo. La imagen no busca el espectáculo, sino la intensidad íntima de un momento en el que músico y espacio parecen estar fundándose mutuamente: una banda internacional y una sala que reivindica la escucha como acto comunitario en un tiempo dominado por algoritmos, ruido y consumo rápido.
El encuadre cerrado, sin adornos, subraya la materialidad del lugar: la estructura metálica, la iluminación directa, la cercanía física del escenario. Todo ello remite a una concepción de la música como práctica viva, concreta, alejada del glamour vanal y de los grandes presupuestos. En esta atmósfera contenida se reconoce un Madrid que vuelve a latir por capas, en pequeños recovecos donde la ciudad se recompone lejos del escaparate neoliberal dominante. La Sala Villanos encarna el momento de cambio actual: un espacio nuevo que no reniega del pasado, sino que lo actualiza y lo reinterpreta, ofreciendo un lugar para propuestas que rehúyen de la homogeneidad del mainstream.
En este contexto, Calexico funciona como emblema de la mutación: una banda mestiza, híbrida por definición, que transita entre fronteras musicales del mismo modo que la escena madrileña transita entre viejos y nuevos territorios. Su presencia en una sala de tamaño medio, lejos de las exigencias de los festivales-mercado, subraya la persistencia de un público que busca experiencias más densas, más humanas, más duraderas que la simple inmediatez del espectáculo.
Por eso esta imagen resume una etapa en la que Madrid se recompone desde sus márgenes y renueva su ecosistema musical a través de espacios que, como Villanos, apuestan por la calidad, el riesgo y la cercanía. En un tiempo de mutación acelerada, esta sala —y esta fotografía— recuerdan que la música sigue siendo, ante todo, una forma de arraigo y de comunidad.
04-001 Mayka Edjole. Ocelot Jam. El Intruso. 6/11/25
La cantante Mayka Edjole en plena Ocelot Jam en El Intruso el pasado jueves 6 de noviembre de 2025. La imagen captura la intensidad del instante previo al canto, con el foco en sus manos, el micrófono y un vestuario potente que subraya la energía de la escena.
La escena transcurre en la Ocelot Jam, una jam session de espíritu soul, R&B y neo‑soul que se celebra de forma periódica cada jueves en El Intruso, uno de los espacios clave de la música negra en Madrid. En esta noche de noviembre de 2025, Mayka Edjole actúa como voz protagonista y maestra de ceremonias, guiando una velada marcada por la cercanía del público y el carácter abierto de la improvisación.
Mayka Edjole es una de las voces más reconocibles de la escena madrileña, con una trayectoria que arranca en los años noventa y que incluye proyectos como The Sweet Vandals, Pigfoot Band y diversas propuestas en clave soul, funk y jazz. Su presencia en jams como la Ocelot consolida el puente entre la tradición de los clubes pequeños y una comunidad de músicos y oyentes que se ha ido tejiendo en torno a la música negra en la ciudad.
En la fotografía aparece de pie, sosteniendo el micrófono con ambas manos, ligeramente inclinada hacia adelante, en un gesto que transmite concentración y complicidad. El encuadre cerrado corta a la altura del torso y dirige la atención al diálogo entre sus manos y el micro, mientras el fondo permanece desenfocado, convertido en un baño de luces rojizas y moradas que remiten al interior cálido del club.
04-002 Mag Dog Jam Sessions en El Perro Club . 6/11/25
David Herrington, multiinstrumentista británico afincado en Madrid, aparece aquí en pleno solo de tuba con Jazz On Five en el Teatro del Barrio el 10 de octubre de 2025. La imagen, en blanco y negro, condensa la energía física y el sentido del humor que caracterizan tanto al músico como al quinteto madrileño.
En la fotografía se ve a Herrington abrazando literalmente la tuba: el enorme pabellón ocupa casi todo el lateral derecho del encuadre mientras sus manos recorren el laberinto de bombas y pistones. El contraste entre el metal gastado del instrumento y la camisa de estampado geométrico que viste el músico subraya la mezcla de elegancia y desenfado de la escena. El fondo casi negro, apenas roto por la silueta de un atril con partituras, aísla la figura y convierte la tuba en protagonista absoluta, como una gran escultura sonora suspendida en mitad del escenario. La iluminación lateral resalta las texturas del metal y la tensión de los brazos, haciendo casi visible el esfuerzo del soplo que sostiene el solo.
Herrington forma parte de Jazz On Five, quinteto madrileño que combina jazz, swing, blues, música de cine, tarantelas e incluso guiños al techno en un repertorio diseñado para escuchar… y para bailar. El grupo lo integran Guillem Ferrer (saxo), Carmen Vela (flauta y clarinete), Mario Siles (guitarra), David Herrington (tuba) y Dani García (batería), una formación poco habitual que les permite sonar a la vez a brass band callejera y a combo clásico de jazz. Además de sus conciertos en teatros y festivales, la banda es conocida por poner música en directo a clásicos del cine mudo, como “El maquinista de la General” de Buster Keaton, para ciclos de cine con música en vivo.
Su relación con el Teatro del Barrio, en Lavapiés, se ha consolidado a través de las Noches de Baile: sesiones en las que el escenario se convierte en pista y el público baila al ritmo del quinteto, con ambiente de club y vocación comunitaria. En estas veladas, que mezclan concierto y fiesta social, el sonido grave y flexible de la tuba de Herrington sostiene el pulso mientras el resto del grupo se despliega entre riffs de viento, guitarras juguetonas y baterías contagiosas.
Más allá de Jazz On Five, David Herrington ha desarrollado una trayectoria amplia y diversa: ha trabajado en dúos experimentales con el multiinstrumentista Germán Díaz, en formaciones de swing y dixieland, y en proyectos como East Coast Trío “Remembering Chet Baker”, donde combina trompeta y voz en clave más lírica. Esa versatilidad se refleja en su manera de abordar la tuba en esta foto: no solo como bajo armónico, sino como voz solista capaz de dialogar con el público y llevar el peso de la escena. La imagen captura ese instante de protagonismo absoluto, en el que el músico y su enorme instrumento ocupan el centro del espacio, símbolo de unas noches de jazz vivo, cercano y profundamente teatral.
04-004 Presentación del disco de Astrid Canales. Sala Viilanos. 25 de septiembre de 2025
Presentación del disco “EGO” de Astrid Canales en la Sala Villanos, 25 de septiembre de 2025. La cantante ibicenca despliega un directo intenso de neosoul y R&B, entre luces rojas y azules, consolidándose como una de las voces más personales de la nueva escena madrileña.
La imagen muestra a Astrid Canales en la presentación de su disco “EGO” en la Sala Villanos, el 25 de septiembre de 2025, atrapada en un perfil intenso, micrófono en mano, entre luces rojas y azules que refuerzan el tono emocional de su directo.
En la foto se ve a Astrid de perfil, con el cabello largo cayendo sobre el hombro iluminado por un foco rojo que tiñe toda la mitad izquierda del encuadre, mientras la derecha se pierde en un fondo azul grisáceo. Sostiene el micrófono muy cerca de la boca, con la mano llena de anillos y pulseras, y del cuello le cuelgan in ears y colgantes que acentúan esa mezcla de delicadeza y fuerza que caracteriza su presencia escénica.
Astrid Canales es cantante, compositora, productora, violista y arreglista nacida en Ibiza, de madre colombiana‑alemana y padre español, formada en conservatorios de España y Alemania antes de asentarse en Madrid para desarrollar su proyecto propio. Su música combina neosoul, R&B, jazz y tradición latinoamericana, algo que se refleja en discos como “Abrazarte” (2023) y en su nuevo álbum “EGO” (2025), en el que lleva más lejos su universo sonoro con letras íntimas y una producción muy personal.
La Sala Villanos, en la calle Bernardino Obregón, se ha consolidado como uno de los espacios clave de la escena actual madrileña donde conviven propuestas de jazz, neosoul y músicas urbanas de nueva generación. La noche de la presentación de “EGO” se describió como un concierto de alta carga emocional, en el que cada tema funcionó como un pequeño viaje introspectivo y el público respondió con una escucha muy atenta, reforzando la sensación de que Astrid es una de las voces más singulares del neosoul hecho en España.
04-005 El guitarrista de The Flame 69 en la Wurli. 29 de marzo de 2025
Guitarrista de The Flame 69 en la Wurlitzer Ballroom, 29 de marzo de 2025. Entre tattoos, correa con rayo y una Epiphone blanca, descarga un riff de punk‑oi! melódico ante una lona amarilla con el logo de la banda, condensando la electricidad cruda del concierto.
La foto captura al guitarrista de The Flame 69 en pleno ataque de riff en la Wurlitzer Ballroom el 29 de marzo de 2025, con gesto de pura entrega punk y una guitarra Epiphone blanca que brilla bajo las luces del club.
El encuadre, muy cerrado, se centra en su torso y en la guitarra: tatuajes cubriendo brazos y cabeza, camiseta blanca ajustada y una correa con rayo que refuerza la sensación de electricidad desatada. Al fondo se adivina la batería y una lona amarilla con el logo de The Flame 69, situando la acción en un concierto de alto voltaje donde el escenario parece a punto de estallar.
The Flame 69 es una banda madrileña nacida en 2024, definida por ellos mismos como “Melodic Oi!” con influencias de la escena inglesa de finales de los setenta y del punk rock clásico, con referencias a grupos como Perkele o Cock Sparrer. El trío está formado por Marky (guitarra y voz), Txutxo (batería) y Alvarito (bajo), músicos veteranos de la escena punk estatal que han consolidado un sonido de riffs afilados, coros y letras directas.
En la Wurli —la Wurlitzer Ballroom, templo del punk rock en la calle Tres Cruces— la banda ha compartido cartel con formaciones internacionales como The Briefs o grupos de la escena local en bolos de pogo asegurado. La imagen del guitarrista, con la cara contraída y el cuerpo adelantado sobre el borde del escenario, resume bien el espíritu de esas noches: canciones cortas, velocidad en vena y una conexión inmediata con un público que canta, empuja y levanta los puños a escasos centímetros del amplificador.
04-006 El batería de The Flamen 69 en la Wurli. 29 de marzo de 2025
La imagen muestra al batería de The Flame 69 en plena descarga punk‑rock en la Wurlitzer Ballroom el 29 de marzo de 2025, torso desnudo, baqueta en alto y el logo de la sala como mural de fondo.
El encuadre se centra en el baterista detrás del kit, iluminado por luces magenta y violetas que resaltan los numerosos tatuajes que cubren pecho y brazos. La baqueta derecha queda congelada en vertical, a punto de caer sobre la caja, mientras la izquierda se pierde en el movimiento, transmitiendo la velocidad y la energía propia del directo punk.
Detrás, el muro de piedra oscura de la Wurli luce el característico rótulo blanco “WURLITZER”, parcialmente encuadrado, que sitúa de inmediato la escena en este templo del punk rock madrileño. El contraste entre el fondo rugoso y la figura sudorosa del batería refuerza la sensación de crudeza, cercanía y calor de sala pequeña que define los conciertos de The Flame 69.
04-007 Celia Mayo y Marcus .The Flip Floppers en Tempo.21 de marzo de 2025
Celia Mayo y Marcus Wilson, al frente de The Flip Floppers, en pleno concierto de soul‑funk en Tempo Audiophile Club el 21 de marzo de 2025. La foto captura un instante de clímax escénico del grupo en uno de los templos madrileños del groove.
La imagen muestra a Celia en primer plano, situada en el centro del escenario, con los brazos extendidos: la mano derecha abierta, ligeramente elevada, y la izquierda marcando una línea horizontal que parece invitar al público a seguir un gesto o un estribillo. Viste camiseta negra con los hombros al aire y queda bañada por una luz cálida que vira del amarillo al magenta, recortando su silueta sobre un fondo violeta y dándole un aire de frontwoman segura y cercana. A su lado, algo desenfocado, se distingue a Marcus con una guitarra semihueca roja, concentrado en los acordes, mientras al fondo se adivina al batería levantando una baqueta justo antes de golpear el plato.
El encuadre sitúa a Celia delante del micrófono principal, con el cable colgando hacia el suelo, mientras detrás de ella se ve la característica moldura luminosa de la pared de Tempo, un marco de neón rosa que subraya el carácter nocturno y algo retro del local. La postura de la cantante, con el cuerpo ligeramente adelantado y la expresión de plena entrega, transmite la sensación de estar en medio de un clímax del concierto.
The Flip Floppers
The Flip Floppers es una banda madrileña de versiones soul y funk con una fuerte vocación bailable. Su formación estable la integran Celia Mayo (voz), Marcus Wilson (guitarra eléctrica), Iván Sangüesa (teclados), Lycantho (bajo) y Bada (batería). El repertorio recorre clásicos de Aretha Franklin, Stevie Wonder, Etta James, James Brown o Amy Winehouse, además de algunos guiños al reggae y al pop con groove, siempre adaptados a un directo en el que el baile es protagonista.
La banda se caracteriza por un sonido compacto y muy orgánico, con una base rítmica poderosa sobre la que se apoyan los riffs de guitarra de Marcus y las líneas melódicas de teclado. Ese soporte da espacio a Celia para jugar con las dinámicas: sus interpretaciones pasan de la suavidad casi susurrada a la fuerza del góspel, generando momentos de call‑and‑response con el público y creando una atmósfera de fiesta compartida.
Tempo Audiophile Club
Tempo Audiophile Club, heredero del histórico Tempo Club, es uno de los epicentros de las músicas negras en Madrid. Nació a principios de los años 2000 y ha ido consolidando una programación centrada en el funk, el soul, el jazz, el afrobeat y las fusiones latinas, con sesiones de dj y conciertos en directo que han dado cobijo a infinidad de bandas locales e internacionales. En su etapa actual combina un espacio de escucha de alta fidelidad high end en la planta superior con una sala de conciertos en el sótano, cuidando especialmente la calidad del sonido y manteniendo siempre la pista lista para el baile.
Entre sus socios y responsables destaca la figura de Roberto Tempo, dj y programador que ha sido clave en la construcción de la identidad del club: sesiones de vinilo, noches temáticas y un criterio muy definido a la hora de seleccionar proyectos con groove y personalidad propia. Dentro de esa línea, The Flip Floppers encajan como anillo al dedo, convirtiendo noches como la de esta foto en auténticos rituales de soul‑funk, donde la frontera entre escenario y pista se diluye y el público se convierte en una extensión natural de la banda.
Celia Mayo
Celia Mayo es una cantante madrileña que se mueve con comodidad entre el jazz, el soul, la bossa nova y el rhythm & blues. Formada en escuelas especializadas y activa en diferentes proyectos (cuartetos de jazz, dúos con piano, colaboraciones en festivales), se ha consolidado como una de las voces más versátiles de la escena local. Su timbre cálido, su sentido del swing y su capacidad para matizar cada frase hacen que las versiones de The Flip Floppers suenen personales, lejos del simple “cover”.
Marcus Wilson
Marcus Wilson, guitarrista eléctrico de la banda, aporta un sonido que bebe del soul y del funk de los años setenta: riffs precisos, uso del wah‑wah cuando la canción lo pide y un sentido del ritmo que sostiene a la vez que impulsa. Su papel, más discreto visualmente que el de la cantante pero esencial en lo musical, se adivina en la foto: concentrado en la guitarra mientras Celia ocupa el centro de la escena. Juntos forman el núcleo visible de The Flip Floppers, responsables de convertir cada concierto en Tempo en una invitación explícita a no quedarse sentado.
04-008 Bay Papi Nazarerth .Bigg Tree Books.13 de marzo de 2025
Bay Papi Nazarerth en plena interpretación de “Samba Malató” en Big Tree Books, el 13 de marzo de 2025, encarnando a una tapada de Lima entre libros, música y teatralidad.
La imagen la presenta en primer plano, vestida con un traje rojo de lunares negros y mantón blanco, pañuelo rojo cubriéndole la cabeza y una gran cesta entre los brazos, que sujeta contra el cuerpo como si acunara un secreto. La luz cálida recorta su figura sobre el fondo del pequeño local, donde se adivinan estanterías repletas de libros y, al fondo, el percusionista sentado al cajón, casi en penumbra.
La postura de Bay Papi —cuerpo inclinado, mirada ladeada y gesto contenido— remite a la figura histórica de la tapada limeña, esa mujer que ocultaba su rostro tras el manto dejando solo un ojo a la vista, símbolo de misterio y libertad en la Lima virreinal. En esta escena, ese imaginario se actualiza en clave musical: la cesta, el vestido y el movimiento se convierten en elementos coreográficos que dialogan con el ritmo afroperuano de “Samba Malató”.
Big Tree Books, librería‑espacio cultural del barrio de Embajadores, funciona como salón íntimo donde se cruzan poesía, música y performance, y esta actuación se inscribe en esa línea híbrida. La fotografía captura precisamente ese cruce: una escena a medio camino entre el recital, el concierto y el teatro de cámara, en la que la tradición afroperuana entra en contacto con el microcosmos literario y nocturno de Madrid.
04-009 Paulina Desdier. La llama sessions. Sala Barcoi. 13 de marzo de 2025
Paulina Desdier canta en La Llama Sessions de la Sala Barco el 13 de marzo de 2025, en una jam quincenal de neo‑soul y R&B celebrada apenas tres días antes del cierre definitivo del mítico local de Malasaña.
En la fotografía aparece en primer plano, de pie frente al micrófono, con el torso ligeramente girado y un top brillante semitransparente que recoge los reflejos rojos y dorados de la iluminación de BarCo. El encuadre corta por debajo de los hombros y muestra detrás el logotipo en blanco y negro de la sala, así como la figura desenfocada del batería, situando la escena en el pequeño escenario que durante más de dos décadas fue casa de jams de jazz, funk y músicas urbanas.
La Llama Sessions es una jam creada por un colectivo encabezado por el guitarrista y productor Tom Vallejo, con una banda base integrada por músicos como Gianco Moncada, León Sierra o Yoyi Lagarza, pensada como espacio de groove, improvisación y creación colectiva. Se anunciaba como una sesión “de un jueves sí y otro no”, con rotación de vocalistas e instrumentistas invitados y un fuerte énfasis en temas propios y relecturas en clave de neo‑soul y R&B.
El cierre de Sala Barco el 16 de marzo de 2025 puso fin a más de veinte años de programación en directo y convirtió la últimas Llama Sessions en una despedida compartida por músicos y público, tal como reflejaron las crónicas y mensajes de adiós. En ese contexto, la actuación de Paulina Desdier adquiere un peso simbólico: una voz emergente de la nueva escena madrileña de soul y pop alternativo ocupando un escenario que había visto pasar varias generaciones de artistas.
Paulina Desdier es una cantante, compositora y productora de origen mexicano afincada en Madrid, vinculada a la escena de neo‑soul, R&B y pop atmosférico. Ha publicado canciones en plataformas digitales y aparece en bases de datos musicales como artista en solitario y colaboradora, con un sonido que combina texturas electrónicas suaves, armonías soul y letras introspectivas. Formada en creación y producción musical, desarrolla también proyectos ligados a la reflexión sobre la industria y la creatividad, además de participar en ciclos como Salón Mestizo, Jungle Jazz Club y la propia Llama Sessions, donde se la ve con frecuencia en vídeos y directos.
La fotografía, con su mezcla de brillo escénico, proximidad y cierto aire melancólico, condensa todo ello: una jam de autoría y groove, una sala histórica que se despide y una artista joven que encarna el relevo generacional de la noche soul de Madrid.
04-0010 Ana Maes y Paolo Furio en la Acid Jam de El Intruso. 25 de Febrero de 2025
La imagen recoge el instante en que Ana Maes interpreta su tema el 25 de febrero de 2025 en la Acid Jam de El Intruso y entra el contrabajo de Paolo Furio, subrayando un cambio de textura en la canción. Ella, copa en mano, esta girada girada hacia el contrabajista, mientras Paolo se inclina sobre el instrumento para marcar el groove del tema.
Ana aparece en primer plano, con camisa amplia en tonos rojizos que recoge las luces magenta del club, el cuerpo ligeramente inclinado hacia Paolo y la mirada dirigidas hacia el instrumento, como si acompañara cada nota con la respiración.
A su izquierda, Paolo Furio se pliega sobre el contrabajo, gorra calada y manos firmes sobre el diapasón, trazando una línea de bajo que sostiene a la banda mientras explora melodías e inflexiones rítmicas. Detrás de ellos se reconocen las cortinas rojas y la iluminación de El Intruso, uno de los clubes centrales de la escena de jams madrileñas, hogar de sesiones como la Acid Jam, dedicada al soul, funk, jazz y boogaloo, que en 2025 celebró su décimo aniversario.
Ana Maes, rapera y cantante zamorana, se mueve entre el rap clásico, el soul y el R&B, con letras personales y un flow que bebe más de la vieja escuela que del trap. Paolo Furio Marasso, contrabajista italiano afincado en Madrid, es habitual de proyectos de jazz y músicas negras y uno de los pilares rítmicos de jams como la Acid Jam o la Gumbo Jam. La foto captura precisamente ese cruce: una voz de rap‑soul y un contrabajo de jazz encontrándose en el terreno común del groove compartido
04-0011 Cynthia León Crespo el 18 de febrero en la Acid Jam
La bajista ecuatoriana Cynthia León Crespo en la Acid Jam de El Intruso el 18 de febrero de 2025, sosteniendo el groove desde un Fender Jazz Bass “Sunburst” mientras la jam se despliega a su alrededor.
En la imagen aparece sentada, con chaqueta de cuero negra y medias oscuras, el bajo apoyado sobre la pierna y la mano izquierda firme en el mástil, en una postura relajada pero muy concentrada. El fondo de panel metálico y el telón rojo, habituales en El Intruso, se tiñen de tonos rosas y violáceos, reforzando el ambiente nocturno y eléctrico de la jam.
La Acid Jam es la jam de músicas negras del Intruso, donde soul, funk, jazz y boogaloo se mezclan en repertorios de alta energía con una banda base estable que durante mucho tiempo ha estado formada por Julio Martín (voz y teclados), Paolo Furio Marasso (contrabajo), Lucas de Mulder (guitarra) y Rodrigo Muñoz (batería)— a la que se suman invitados como Cynthia.
04-0012 Frank Santiuste. Ogun Afrobeat. Café Berlín.13 de Febrero de 2025.
El trompetista Frank Santiuste de Ogun Afrobeat baila en pleno concierto “Ariya Nights” en Café Berlín, el 13 de febrero de 2025, encarnando el espíritu de fiesta yoruba que el grupo propone en este ciclo.
En la imagen aparece en primer plano, de perfil, con los ojos cerrados y el torso ligeramente arqueado hacia atrás, como si se dejara llevar por un trance rítmico. Lleva una camisa de estampado africano en tonos rosados y un collar de cuentas oscuras, que refuerzan la conexión con la estética yoruba y el carácter ritual del baile.
Al fondo se distingue el gran luminoso de Café Berlín y, algo desenfocados, el batería, el bajista y el teclista, que mantienen el groove mientras el percusionista se mueve delante de ellos. La mezcla de luces rojas, violetas y verdes baña la escena y convierte el escenario en una pista compartida, coherente con la filosofía de las Ariya Nights: conciertos pensados para celebrar, bailar y vivir el afrobeat como una experiencia comunitaria.
Frank Santiuste
Frank Santiuste (La Habana, 1984) es un trompetista y compositor cubano afincado en Madrid, una de las voces más personales de la escena de jazz y músicas de raíz afro en la ciudad. Formado desde niño en la trompeta, se trasladó a España en 2007 y, desde entonces, ha desarrollado una trayectoria que se mueve con naturalidad entre el jazz contemporáneo, los ritmos afrocubanos, la diáspora yoruba y las fusiones más urbanas.
En Madrid se ha consolidado como pieza clave de Ogun Afrobeat, la banda liderada por Akin Dimeji Onasanya, donde su trompeta es una de las señas de identidad del sonido del grupo tanto en estudio como en directos como Los Conciertos de Radio 3 o las noches de Ariya Nights. Paralelamente, Santiuste impulsa su propio proyecto, Imulé, en formato sexteto y también como Imulé Electric Trio, un laboratorio donde mezcla grooves afrocubanos, exploración espiritual y una aproximación muy libre al jazz.
Además de su trabajo con Ogun Afrobeat y Imulé, Santiuste ha participado en proyectos muy diversos de la escena española, desde la electrónica y el pop experimental de Le Parody hasta propuestas como Warhero Beat o colaboraciones con guitarristas como El Twanguero. Esta versatilidad le ha llevado a aparecer en festivales, clubes y ciclos especializados, consolidando un perfil de músico inquieto, que entiende la trompeta como una herramienta para el cruce constante entre géneros, tradiciones y nuevas sonoridades
04-0013 Ogun Afrobeat en el Café Berlín. 13 de Febrero de 2025. Akin baila con una espectadora.
Akin Onasanya, líder de Ogun Afrobeat, invita a una espectadora a subir al escenario del Café Berlín y baila con ella durante su concierto “Ariya Nights” del 13 de febrero de 2025, convirtiendo la sala en una auténtica fiesta yoruba.
En la fotografía, Akin se inclina hacia la mujer con el micrófono en la mano, sonriendo y marcando el ritmo con el cuerpo, mientras ella le responde con el mismo gesto, acercándose desde la derecha del encuadre. Detrás se distingue la banda tocando y el luminoso logo de Café Berlín, bañados en tonos rojos y naranjas que refuerzan la sensación de calor escénico y noche de baile.
Ogun Afrobeat es una banda internacional liderada por el baterista y cantante nigeriano Akin Onasanya, que mezcla los ritmos del afrobeat y otros estilos de Nigeria con soul y funk norteamericano, cantando en yoruba y en inglés. “Ariya Nights” es el ciclo que el grupo desarrolla en Café Berlín, cuyo nombre alude a la palabra yoruba “ariya”, que significa fiesta, y que se plantea como una serie de conciertos pensados para no dejar de bailar.
La foto condensa bien esa idea: el escenario deja de ser frontera y se convierte en extensión de la pista, con Akin sacando a bailar a una espectadora para celebrar el carácter comunitario del afrobeat. Lo que podría haber sido solo un solo vocal se transforma en un diálogo físico con el público, símbolo de cómo estas noches en Café Berlín convierten la música en experiencia compartida.
Akin Onasanya
Akin Dimeji Onasanya es un baterista, percusionista, cantante y compositor nigeriano, nacido en Lagos y afincado desde hace años en Madrid, donde se ha convertido en una figura central de la escena afrobeat. Creció en un entorno profundamente espiritual y artístico, vinculado a la cultura yoruba y al universo de Ogun, el orisha del hierro que acabaría dando nombre a su proyecto más conocido: Ogun Afrobeat.
Desde muy joven empezó a tocar instrumentos tradicionales africanos y más tarde se especializó en la batería, desarrollando un estilo potente y muy rítmico, marcado por la influencia de Fela Kuti y la tradición afrobeat clásica. Tras su llegada a España, se consolidó como uno de los bateristas más solicitados de la escena de jazz, soul y funk madrileña, participando también en bandas como Cosmosoul, referencia del neo‑soul hecho en Madrid.
En Madrid funda Ogun Afrobeat, considerada la primera banda de afrobeat de raíz yoruba en España, con la intención declarada de mantener vivo el legado de Fela Kuti sin limitarse a reproducirlo, sino actualizándolo con funk, soul, jazz y un fuerte componente político y espiritual. Como líder, Akin se encarga de la batería y la voz, de buena parte de las composiciones y de la dirección musical de un colectivo internacional de músicos con el que ha publicado trabajos como “The Observer”, “Koko Iroyin” y “Unite”, y ha girado por festivales de toda Europa.
Su figura se ha consolidado no solo como la de un instrumentista virtuoso, sino como la de un maestro de la batería afrobeat en el contexto europeo, respetado por su capacidad para transformar cada concierto en una ceremonia colectiva donde se cruzan tradición yoruba, denuncia social y celebración.
04-0014 Mohamed (Gembri) y Chafif (Kora). Ogun Afrobeat. Café Berlín. 13 de Febrero de 2025
La imagen muestra un momento del concierto “Ariya Nights” de Ogun Afrobeat en el Café Berlín, el 13 de febrero de 2025, en el que la banda incorpora la sonoridad del gembri marroquí interpretado por Mohamed El Bouzidi y la kora de África occidental, que toca Chafif Badua, para rendir homenaje a las músicas gnawa y mandinga.
En primer plano, a la derecha, se ve a Mohamed El Bouzidi tocando el gembri (también llamado guembri o sintir), laúd de tres cuerdas propio de la tradición gnawa, tallado en madera y forrado de piel, que sostiene con una correa mientras canta al micrófono, vestido con túnica negra y bordados florales de colores y un pañuelo rojo en la cabeza. A la izquierda aparece otro invitado con una kora —arpa‑laúd de 21 cuerdas— sujeta por el gran resonador de calabaza decorado con tachuelas metálicas y la palabra “KOUTE” pintada, reforzando la idea de una noche especial dedicada a los cruces entre África occidental y el afrobeat de Lagos.
Detrás de ellos se reconoce el luminoso del Café Berlín y, desenfocados, el resto de la banda de Ogun Afrobeat, que mantiene la base rítmica sobre la que dialogan gembri y kora. Ogun Afrobeat, liderada por el baterista y cantante nigeriano Akin Onasanya, se caracteriza por mezclar los ritmos del afrobeat y otros estilos de Nigeria con soul y funk, y en las Ariya Nights añade versiones y colaboraciones especiales con músicos africanos de distintas tradiciones, como la gnawa o la mandinga, para construir una auténtica fiesta yoruba y panafricana en el escenario.
04-0015 Virginia Alves y Yael Levi en la The JoyFul Jam. Sala Barco. 5 de enero de 2025.
La foto muestra a la bailaora Sonia Franco en pleno giro durante una sesión de Flamenco en el Backstage, el 9 de febrero de 2024, ante un público muy próximo que la rodea en formato casi de sala de ensayo.
Sonia aparece en el centro del encuadre, captada en mitad de un giro rápido: el cabello se desplaza en horizontal y la falda granate brillante se abre en un amplio círculo que ocupa casi toda la parte inferior de la foto. Viste cuerpo negro de encaje sin mangas y zapatos de tacón flamenco, y la luz frontal recorta su silueta sobre un fondo neutro de sillas y espectadores, enfatizando la fuerza del movimiento y la elegancia de la postura.
El público se sienta muy cerca, en sillas dispuestas alrededor del pequeño tablao, algunos con las piernas cruzadas y la mirada fija en la bailaora, subrayando la intimidad característica de este ciclo. El suelo de baldosa y el pequeño escenario elevando apenas unos centímetros refuerzan la sensación de estar en un espacio híbrido entre escuela y sala alternativa, más cercano a un laboratorio flamenco que a un tablao clásico.
Flamenco en el Backstage
Flamenco en el Backstage es un formato ideado por el pianista granadino Pablo Rubén Maldonado, que propone vivir el flamenco muy cerca de los artistas, con explicación del repertorio y diálogo con el público. La sesión del 9 de febrero de 2024 tuvo lugar en el Centro Mándala, en la calle de la Cabeza (Lavapiés, Madrid), con Pablo Rubén Maldonado al piano, Enrique Piculabe al cante y Sonia Franco al baile.
En estas veladas se alternan piezas instrumentales, cante y baile, creando un ambiente de “camerino abierto” en el que se muestran tanto la interpretación como el proceso creativo. La fotografía recoge precisamente ese espíritu: un momento de clímax del baile en el que Sonia, rodeada por un público casi a su misma altura, convierte el espacio en un escenario lleno de energía y presencia.
Sonia Franco
Sonia Franco Gutiérrez, conocida también como Sonia Libre, es bailarina, bailaora, coreógrafa y actriz madrileña, con una trayectoria internacional que incluye giras con la compañía de Sara Baras en el espectáculo “Sombras” y colaboraciones con el pianista Pablo Rubén Maldonado. Ha presentado piezas propias como “Ser.Rana”, premiada en el Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de Madrid, y trabaja como coreógrafa en proyectos de teatro y danza contemporánea, además de impartir formación en diferentes centros.
Happening Madrid no solo documenta la escena cultural de Madrid, sino que interviene con experiencias integrales (conciertos singulares, rutas, photowalks). Su cámara es una forma de pertenencia que sostiene un relato alternativo frente a la mercantilización. La portada es un concierto artesanal de Sandra Carrasco y José María Cortina en Clamores (2016), emblema de un hacer cultural basado en el afecto, la proximidad y la defensa de la música en directo como generadora de comunidad.
En paralelo a este devenir de la ciudad, Happening Madrid no se limita a documentar lo que ocurre: interviene, propone y acompaña. Conciertos en lugares singulares fuera de los circuitos comerciales, rutas de tapas, photowalks, sesiones de DJ, experiencias nocturnas a la luz de la luna, paseos por parques y excursiones a la sierra conforman un ecosistema de prácticas que desbordan la idea clásica de “evento” y apuestan por la experiencia integral.
La exposición reúne esta dimensión comunitaria mostrando cómo, durante más de una década, la cámara ha sido también una forma de pertenencia: mirar es estar dentro, formar parte de una red de afectos, músicos, locales, lectores, vecinos y curiosos que han sostenido, entre todos, un relato alternativo de Madrid. Así, Happening Photo 25 se presenta como archivo vivo de una ciudad que ha aprendido a reinventarse entre crisis, apagones y mutaciones, encontrando en la música en directo, en los garitos y en las experiencias compartidas una forma de defender su alma cultural frente a la mercantilización y el olvido.
La foto elegida para contextualizar esta dimensión es la de la maravillosa cantante y gran amiga Sandra Carrasco, en un concierto que produjimos desde Happening Madrid en la Sala Clamores junto al consagrado pianista de jazz y flamenco José María Cortina. Este concierto, celebrado el sábado 24 de septiembre de 2016, funciona como un emblema perfecto de ese modo de hacer: cercano, artesanal, intenso, sostenido por vínculos personales y por un respeto profundo hacia la música y quienes la encarnan.
La imagen capta un instante de concentración luminosa: la voz de Sandra, suspendida en el aire, y el acompañamiento preciso y delicado de Cortina, enmarcados por el neón de Clamores, un espacio mítico del Madrid en directo. No es solo un documento de un concierto; es un recordatorio de cómo las salas medianas —aquellas donde la proximidad entre artistas y público todavía es palpable— se convierten en templos laicos de los que lejos de los festivales masivos y del ruido digital, apuestan por la escucha atenta y el encuentro real.
Hay algo profundamente significativo en que este concierto, producido desde una comunidad que ha aprendido a tejer redes más allá de lo institucional, tenga un lugar central en la exposición. En él convergen varias capas de sentido: la memoria de una sala histórica, la complicidad artística entre dos músicos excepcionales, y la voluntad de Happening Madrid de no limitarse a observar, sino de implicarse, convocar, cuidar y sostener momentos que, sin esa intervención, quizá no habrían ocurrido. La fotografía encarna precisamente ese gesto: un hacer cultural que no responde a la lógica del espectáculo, sino a la del afecto, la dedicación y la construcción de experiencias compartidas.
En su quietud, la imagen condensa una forma de resistencia suave pero persistente: la música como acto de presencia, como construcción de comunidad, como manera de habitar la ciudad en profundidad. Frente a la aceleración que marca la época actual con la homogeneización de la oferta cultural como producto, este concierto —y la foto que lo recuerda— reivindica el valor de lo auténtico, lo íntimo y lo verdadero. Es la prueba de que la vida cultural madrileña no se sostiene solo en grandes infraestructuras, sino en quienes, como Sandra, Cortina, las salas como Clamores y las redes como Happening Madrid, siguen apostando por la emoción en directo y por la capacidad de la música para generar sentido.
En todos estos proyectos —alternativos como los de Madreams Music, artísticos y castizos como los de la Escuela de Flamenco Amor de Dios, innovadores y mestizos como las colaboraciones con el desaparecido Liberarte Cantina Cultural, o naturales y sorprendentes como nuestros conciertos al aire libre en lugares poco habituales— Happening Madrid ha tejido una constelación de espacios, afectos y momentos que han dado forma a una manera distinta de vivir la música, la cultura y la ciudad. Una forma que encuentra su eco natural en Big Tree Books, el lugar que acoge esta exposición: librería musical, espacio multicultural y punto de referencia donde celebramos nuestro cine-debate semanal y diversas sesiones recurrentes. Big Tree Books se ha consolidado como un faro cultural del barrio de Embajadores, entre Lavapiés y El Rastro; un lugar hermoso, como su dueña María, rebosante de magia y elegancia, que invita a compartir, descubrir y amar la música y la cultura que laten en el corazón de esta villa.
05-001 El chelista Stéphane Genay en El Retiro. 24 de Mayo de 2024
La imagen muestra al chelista francés Stéphane Genay ofreciendo un concierto al aire libre en el parque de El Retiro, en Madrid, el 24 de mayo de 2024, durante una actividad organizada por Happening Madrid junto al monumento a los Hermanos Álvarez Quintero. En este concierto Stéphane versionó grandes éxitos del pop y el rock
La fotografía está tomada en uno de los rincones frondosos de El Retiro, con un fondo de verde intenso que envuelve al músico y filtra una luz suave. Genay aparece sentado, ligeramente girado hacia la derecha, concentrado en el instrumento: la mano izquierda se posa en el diapasón mientras la derecha traza el arco, transmitiendo una sensación de calma y recogimiento
El protagonista toca un violonchelo eléctrico de líneas estilizadas y cuerpo abierto, en tonos rojizos y negros, que contrasta con la camisa clara de rayas verticales y el entorno natural, subrayando el diálogo entre tradición clásica y lenguaje contemporáneo.
Stéphane Genay es un violonchelista francés afincado en Madrid, diplomado por el Conservatoire Supérieur de Musique de Lyon y antiguo miembro de la Orchestre National de Bretagne, en la que desarrolló una larga carrera orquestal. A lo largo de su trayectoria ha colaborado con figuras como Mstislav Rostropovich, Jane Birkin, Angélique Kidjo, Ibrahim Maalouf o Carlos Núñez, lo que refleja su versatilidad entre lo clásico, lo contemporáneo y las músicas del mundo.
Instalado en España, compagina su faceta de concertista con proyectos propios como “Chelo romántico” o recitales a la luz de las velas, en los que versiona grandes éxitos del pop y el rock además de repertorio clásico. En la actualidad desarrolla en Madrid una línea de trabajo que explora la fusión del violonchelo con el flamenco y otras músicas populares, colaborando con diferentes artistas de la escena local como el pianista flamenco Pablo Rubén Maldonado.
05-002 Teatro en Liberarte con Self Services Makers. 18 de febrero de 2016.
La imagen recoge un momento del pase de microteatro “Maestro Reiki” en Liber Arte, Cantina Cultural (Lavapiés) el 18 de febrero de 2016, dentro de una sesión organizada por Happening Madrid con la compañía Self Service Makers
La fotografía muestra a uno de los actores en primer plano, vestido con camisa clara remangada y un pañuelo anudado a la cabeza, que deja caer una melena rizada de aire casi pirata o bohemio, reforzando el tono cómico y desenfadado de la pieza. El encuadre corta por debajo del pecho y sitúa su gesto —una mano suspendida en un movimiento expresivo, como si estuviera explicando algo al público o invocando una energía invisible— en el centro de la escena.
Self Service Makers (SSM) era una compañía y productora madrileña que trabaja en formato de microteatro, cortometrajes y otros proyectos audiovisuales, combinando formación actoral con la creación de piezas breves para salas pequeñas. Han desarrollado temporadas de microteatro en distintos espacios de la ciudad, presentando obras como “Isabel Coixet”, “Tú eres mi padre”, “Maestro Reiki”, “La obra de Dios” o “Fantasma”, entre otras.
En las colaboraciones que Happening Madrid realizaba con las compañías se seguía una dinámica clara: se contactaba con la compañía, se elegía un local de afinidad cultural —en este caso Liber Arte— y se fijaba una fecha para ofrecer al público una sesión de varias piezas cortas en un ambiente distendido, a menudo acompañadas de música o propuestas gastronómicas. Este modelo permitía a grupos independientes mostrar su trabajo con costes reducidos y una relación muy directa con el público habitual de los bares culturales.
El microteatro vivió un auge en Madrid a partir de la década de 2010, con espacios dedicados en exclusiva a este formato (Microteatro por dinero es el ejemplo más claro) y la proliferación de ciclos en bares, cafés y locales alternativos. La fórmula —obras de 10 a 20 minutos para grupos reducidos, en espacios no convencionales— facilitó experimentar con temas, lenguajes y repartos, atrayendo a un público joven que buscaba propuestas asequibles y cercanas, y ofreciendo a actores y compañías como Self Service Makers una plataforma ágil para estrenar y rodar proyectos.
En contextos como Liber Arte, el microteatro se integró de forma natural en la programación cultural, conviviendo con recitales de poesía, conciertos acústicos y otras manifestaciones de cultura independiente. La fotografía captura precisamente ese espíritu: teatro de proximidad, realizado casi a pie de barra, donde la frontera entre escenario y audiencia se difumina y la experiencia se vive a pocos metros del intérprete.
05-003 Carlos Martini y Milliana bailando gafieira en Clamores. 24/9/16
La imagen muestra a Carlos Martini y Milliana bailando samba de gafieira en la Sala Clamores durante el concierto de Sandra Carrasco y José María Cortina del 24 de septiembre de 2016, en un abrazo cerrado y elegante
La fotografía, en blanco y negro, encuadra a la pareja de espaldas al público, abrazada en posición de gafieira: él con chaqueta oscura, ella con vestido de tirantes, apoyada en su brazo y con el cabello recogido. Sus cuerpos forman una silueta compacta y contenida, mientras el gesto de sus manos sugiere un movimiento suave, casi suspendido, que acompasa el ritmo del escenario. Al fondo, ligeramente desenfocada, destaca la luminosa rotulación de “CLAMORES”, que identifica la histórica sala madrileña y sitúa la escena en un templo clave del jazz y las músicas del mundo en la ciudad.
Carlos Martini es un bailarín y profesor brasileño que ha pasado muchos años en Madrid, especializado en samba de gafieira, bolero y otros ritmos de salón, con más de dos décadas de trayectoria enseñando y difundiendo el folklore brasileño. A través de proyectos como Gafieira Madrid ha creado comunidad en torno a este baile, organizando clases, prácticas y exhibiciones que han contribuido a introducir la gafieira en las salas de conciertos de la ciudad.
Milliana era pareja habitual de baile con Martini en exhibiciones y clases, y juntos han actuado en contextos que mezclan concierto y baile social, desde clubes como Clamores hasta ciclos dedicados a la música brasileña. La noche del 24 de septiembre de 2016 se integran en el concierto de Sandra Carrasco y José María Cortina, un espectáculo de aire íntimo y mestizo que, desde el flamenco, se planteaba como una celebración de las conexiones con el jazz y las sonoridades latinoamericanas.
05-004 Montxika Baut en Madreams Music el 2 de noviembre de 2018
La imagen muestra a la compositora, violinista y cantante Montxika Baut en pleno concierto en Madreams Music, el 2 de noviembre de 2018, en un escenario íntimo y rockero con guitarra eléctrica‑acústica roja y un llamativo boa de plumas sobre el pie de micro.
La fotografía, en plano casi completo, presenta a Montxika de pie frente al micrófono, tocando una guitarra roja brillante adornada con incrustaciones, mientras canta con el cuerpo ligeramente girado hacia un lado. Viste vestido negro corto, chaqueta con flecos, medias de encaje y botines de tacón alto, completados con bombín y chapas en la solapa, componiendo una estética entre rock y burlesque.
Un boa de plumas rojo recorre el pie de micro y cae hasta el suelo, aportando una nota de color intenso que guía la mirada hacia el centro de la escena. El fondo muestra paneles acústicos, amplificadores y parte de la batería y un violín apoyado, elementos que sitúan la actuación en una pequeña sala de rock como el espacio de conciertos de Madreams Music.
Montxika Baut
Montxika Baut es el nombre artístico de Mónica Berrozpe Sanjuán (Pamplona, 1978), cantante, música y compositora navarra afincada en Madrid. Su proyecto parte de una base pop‑rock sobre la que mezcla influencias teatrales, cabareteras y de canción de autor, con letras que exploran la identidad, los vínculos y la experiencia cotidiana desde una mirada muy personal.
Ha editado trabajos como el EP “Trayectos” (2017) y nuevas canciones publicadas en plataformas digitales, además de actuar en salas como Fun House, Teatro del Barrio o espacios alternativos de la ciudad. Sus directos se caracterizan por la cercanía con el público y una voz que combina dulzura y garra rockera.
Madreams Music es un espacio musical de Madrid situado en la Avenida de Pedro Díez, en la zona de Carabanchel, concebido principalmente como complejo de locales de ensayo y producción musical. Cuenta con numerosas salas equipadas y ha funcionado también como pequeño club y plató para conciertos, showcases y grabaciones, dentro de lo que algunos medios han denominado el “nuevo Soho madrileño” de naves creativas alrededor de Pedro Díez.
Las colaboraciones entre Madreams Music y Happening Madrid se articulan en forma de conciertos y experiencias musicales en directo que aprovechan la infraestructura de este singular espacio programando artistas de la escena independiente madrileña como Montxika Baut. Estas actividades encajan en la línea de Happening Madrid de convertir espacios alternativos en lugares de encuentro cultural, combinando música, fotografía y crónica para documentar la vida de salas y estudios de la ciudad.
05-005 Danza con Leva-me Para Lua en el Umbral de Primavera. 3 de junio de 2015
La foto recoge un momento de danza descalza sobre el escenario durante el concierto especial de la jam de bossa nova Leva‑me Para Lua en la sala El Umbral de Primavera, el 3 de junio de 2015.
La bailarina aparece en primer plano, vestida con un largo vestido blanco de flores rosas, lilas y verdes, que se abre en movimiento mientras mantiene una amplia zancada sobre el suelo de madera. Su cuerpo se inclina hacia un lado y extiende los brazos hacia delante, sosteniendo en las manos un papel arrugado como si fuera un objeto ritual o un elemento dramático dentro de la coreografía. Está descalza, lo que acentúa la conexión física con el escenario y el carácter orgánico de la danza, cercana al lenguaje contemporáneo y al improvisado.
Leva‑me Para Lua
Leva‑me Pra Lua fue una jam de bossa nova creada en Madrid donde la protagonista era la propia bossa y su capacidad para fusionarse con otras músicas del mundo, reuniendo a cantantes, instrumentistas e invitados especiales. Esa jam session primero se celebra en Liber Arte y luego en Collage de La Latina, ambos locales desaparecidos a día de hoy.
El concierto del 3 de junio de 2015 en El Umbral de Primavera se planteó como una velada especial organizada junto a Abroad Management y Happening Madrid, con repertorio de clásicos del género y espacio para intervenciones de danza y otras artes escénicas.
Dentro de esa propuesta, la presencia de una bailarina en escena subraya la dimensión performativa del evento: no solo se escucha bossa nova, sino que se ve cómo el cuerpo la traduce en gesto, historia y emoción. La fotografía captura precisamente ese instante de cruce entre música y movimiento, donde la delicadeza floral del vestido contrasta con la fuerza de la postura y la intensidad del papel alzado, como si la bailarina ofreciera al público un pequeño rito poético en mitad del concierto.
05-006 Só danço samba en Madreams Music el 13 de noviembre de 2021
La imagen muestra a la banda brasileña Só danço samba actuando en Madreams Music el 13 de noviembre de 2021, en formato acústico e íntimo, con la flautista Leticia Malvares al frente del escenario.
En el centro del encuadre, sentada, aparece la flautista Leticia Malvares con el instrumento en posición de tocar, rodeada por tres percusionistas y un guitarrista, todos en línea frente al cartel de Madreams Music que preside el fondo del escenario. El espacio, con paredes recubiertas de paneles acústicos y batería al fondo, refuerza la sensación de local de directos underground donde el público escucha muy cerca de los músicos.
A la izquierda se ve al guitarrista con guitarra española, mientras que a la derecha destacan dos percusionistas con tambor y surdo rojo, acompañados de shaker de varillas metálicas, configurando un set rítmico típico de samba. La iluminación azulada y violeta, junto con los cables y micros en primer plano, subraya el carácter d concierto de proximidad, en el que la música brasileña se vive de forma directa y sin artificios.i
Só danço samba está formada por Leticia Malvares (flauta y voz), Rubens Allan (guitarra y voz), Eduardo Marreta (cavaquinho y voz), Hilton Cruz (percusión) y Wellington Nego Tinho (percusión y voz), músicos brasileños activos en la escena de samba y choro de Madrid. En noches como esta en Madreams Music, el grupo combina clásicos del cancionero de samba con temas propios, generando un ambiente de roda trasladada a una pequeña sala madrileña.
05-007 Concierto de Borogodó en Caraquiz el 24 de octubre de 2021
El concierto de Borogodó en Caraquiz el 24 de octubre de 2021 muestra al trío brasileño en formato íntimo, tocando al aire libre en una parcela, con percusión, guitarra y flauta frente a una casa decorada con guirnaldas y un letrero de “LOVE” en la ventana.
En primer plano se ve al percusionista Gil Gomes sentado sobre un cajón, rodeado de platos, chimes y pequeños instrumentos, creando un set rítmico muy colorista; viste de blanco y queda ligeramente a la izquierda del encuadre. En el centro aparece el guitarrista y cantante Daniel Mitraud, sentado con guitarra acústica y micrófono, mientras a la derecha Leticia Malvares sostiene la flauta travesera, preparada para tocar, todos ellos conectados a un pequeño equipo de sonido colocado sobre el césped.
El fondo lo forma la fachada ocre de la casa, con una mesa plegable, altavoces y guirnaldas de banderines de colores que refuerzan el ambiente festivo y doméstico del encuentro. La luz del mediodía baña la escena y proyecta sombras de ramas sobre la pared, subrayando el carácter relajado y cercano del concierto, de sobremesa musical entre amigos.
Borogodó y el trío
Borogodó es una formación de músicos brasileños afincados en Madrid que interpreta MPB, bossa nova, samba y pop brasileño, con arreglos cuidados y un enfoque muy acústico. El trío lo integran Daniel Mitraud (guitarra y voz, @dmitraud), Gil Gomes (percusión, @gilpercussionista) y Leticia Malvares (flauta y voz, @leticiamalvares), combinando la calidez de la canción con una altísima calidad de ejecución instrumental.
¿Cómo visitar la exposición?
La exposición se podrá visitar a partir del jueves 4 de diciembre de 2025 a las 20:00h, hora de la inauguración, hasta el domingo 11 de enero de 2026 en la planta de debajo de Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) en su horario habitual de apertura.
La entrada es libre para que cada visitante descubra, a su ritmo, los sonidos y silencios que han marcado esta década madrileña.
Hay unas serie de visitas guiadas programadas que se pueden ver reservar en este enlace
Exposiciones fotográficas anteriores de Happening Madrid sobre la vida musical en Madrid
Entre 2014 y 2016 Happaning Madrid patrocinó tres exposiciones de fotografía con trabajos de Ángel Chamorro. Las tres exposiciones sirvieron para reivindicar la importancia de la música en vivo como motor de convivencia, diversidad y energía en Madrid. Visibilizaron el trabajo de músicos, locales e iniciativas que mantuvieron la cultura musical contra la adversidad, y fomentaron el acercamiento del público a nuevos géneros y artistas
En el año 2016 se expuso la tercera edición bajo el título Happening Madrid Live Music Photo 2016 entre los meses de octubre y noviembre en Liber Arte Cantina Cultural, local referente de la cultura alternativa en el barrio de Lavapiés que desapareció hace ya un tiempo.
La tercera edición de la exposición se celebró en Liber Arte Cantina Cultural (C/ Ave María 32, Lavapiés), desde octubre hasta el 28 de noviembre de 2016. Se presentaron 24 fotografías impresas (formato 30×40), seleccionadas entre cientos de instantáneas tomadas en conciertos y jams entre octubre de 2015 y septiembre de 2016.
La muestra recoge géneros como flamenco, jazz, soul, funk y bossa, rindiendo homenaje a los músicos y locales que mantienen viva la música del día a día en Madrid. Pone énfasis en la diversidad y la multiculturalidad de Lavapiés y en la fusión de culturas que caracteriza la escena musical local.
Entre los momentos y conciertos retratados destacan:
La última Jam de Diego Guerrero en el antiguo Café Berlín y su reapertura en otra ubicación.
“Madrid es Negro”, festival anual dedicado a la música afroamericana, con la Big Band de Miguel Blanco en Sala Shoko.
El vermut musical en Teatro del Barrio con David Herrington.
Jam sessions y actuaciones de grupos como Cosmosoul, Shirley Davis, De la Purísima (San Isidro), Mayte Martín (Veranos de la Villa) y masterclasses de Sugarhill Gang en Clamores.[1]
La exposición también homenajea festivales, pequeños locales y experiencias comunitarias que han sido clave para la música en vivo en la ciudad.
La edición anterior tuvo lugar en Mama Juana GastroPub (C/ Oriente 4, La Latina) entre octubre y noviembre de 2015. La muestra incluyó 38 fotos impresas en dos formatos y 141 adicionales solo en digital, cubriendo actuaciones desde noviembre de 2014 hasta septiembre de 2015.[1]
El recorrido visual abarca flamenco, jazz, soul, funk, bossa y otros estilos que animan las noches madrileñas. Se destaca la alta calidad musical y la variedad de jam sessions diarias en la ciudad.
Los espacios protagonistas son emblemáticos locales como El Junco, Sala Caracol, Marula Café, Café Berlín, Clamores, Bogui Jazz, Café Central, LiberArte y Teatro del Barrio, entre otros. Además, se documentan actuaciones en espacios públicos y festivales.
Entre los artistas, se encuentran músicos y grupos variados: Belleville, Celia Mayo Trio, Sweet Adu, Swingdientes, Jorge Vistel, Antonio Lizana, Diego Guerrero, Million Dollar Mercedes Band, Lycantho, Shirley Davies & The Groove Family, Ethnómada y muchos otros, mostrando la amplitud y riqueza de la comunidad musical local.[1]
La exposición rinde tributo tanto a músicos consolidados como emergentes, mostrando diversidad de estilos y escenarios.
La primera exposición bajo el título “Jumping Jam Flash” se presentó en Traveling Bar Lavapiés (C/ Olivar 39) del 29 de octubre al 17 de noviembre de 2014, a partir de las 21:30. El enfoque principal eran las jam sessions de jazz, soul y blues que animan las noches madrileñas.
El concepto de jam session es central: encuentros informales de músicos para improvisar, extendiéndose a géneros variados. Se refleja cómo estas sesiones reúnen tanto a profesionales consagrados como a noveles y aficionados.
Se seleccionaron 12 fotografías representativas de los cientos tomadas por el autor, Angel Chamorro, acompañadas de temas musicales sugeridos para cada imagen. Entre las capturas destacan:
Arantxa Múgica (The Ladies) en Satisfaction RClub.
Black Jam de El Junco.
Susana Ruiz y Yoio Cuesta en El Junco.
Saulo Oliveira en los lunes de música brasileña en Liber Arte.
Actuaciones de The Clams, Inoidel Gonzalez y Erica Lucci en diferentes locales.
Momentos en Plaza del Matadero, evidenciando la diversidad de escenarios y públicos.
Cada foto es una celebración del espíritu optimista de la música en tiempos difíciles para la cultura, reforzando el papel de la música en directo como motor de alegría y comunidad.
Resumen
Happening Photo 25es una exposición fotográfica que recorre doce años de música en directo en Madrid y documenta cómo la ciudad ha transformado su identidad cultural entre 2013 y 2025. Un viaje que arranca en la reinvención tras el 15M, avanza entre la esperanza de cambio, se detiene en el silencio impuesto por la pandemia y resurge en la melodía renovada del Madrid de hoy.
La exposición Happening Photo 25 reúne 68 fotografías seleccionadas de estos 12 años años de música en Madrid. En sala se presentan en dos formatos de exposición –siete imágenes en 60×40 cm y sesenta y una en 40×30 cm–, pero el coleccionista puede adquirir cualquier obra en dos tamaños.
La muestra está articulada en cinco secciones —Reinvención 15M, Ilusión, Apagón, Mutación y Happening: Comunidad y creación— que permiten entender cómo han cambiado los espacios musicales, sus públicos y sus dinámicas a lo largo de más de una década.
Las fotografías de Ángel Chamorro, tomadas en salas, bares, garitos y espacios alternativos, destacan por su enfoque emocional y directo: imágenes nacidas desde la proximidad, centradas en la energía del instante y en la vida que ocurre delante del objetivo. La exposición combina fotografía, archivos digitales y material audiovisual para ofrecer una mirada amplia sobre la importancia de la música en vivo en la cultura madrileña.
Happening Photo 25 podrá visitarse en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17 – Lavapiés) desde el 4 de diciembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026, con entrada libre durante el horario habitual del espacio.
Pedidos y compras
La exposición Happening Photo 25 reúne 68 fotografías seleccionadas de estos 12 años años de música en Madrid. En sala se presentan en dos formatos de exposición –siete imágenes en 60×40 cm y sesenta y una en 40×30 cm–, pero el coleccionista puede adquirir cualquier obra en dos tamaños.
De cada fotografía se pone a la venta una tirada limitada, numerada y firmada en dos formatos:
– Edición 40×30 cm (equivalente a A3): 20 ejemplares por imagen. – Edición 60×40 cm (equivalente a A2): 10 ejemplares por imagen.
Todas las copias se realizan en papel estucado de alta calidad de 250 gramos, se entregan firmadas por el autor, numeradas (por ejemplo, 3/20 o 7/10) y acompañadas de un certificado de autenticidad específico para cada obra.
Formatos, precios y envíos
Las obras se ofrecen en dos tamaños y pueden adquirirse sin marco o con marco estándar GiftGarden, con diferentes opciones de entrega:
A continuación se resumen los precios finales, con obra, embalaje y envío (en su caso) incluidos:
Formatos disponibles
40×30 cm (edición de 20 ejemplares)
60×40 cm (edición de 10 ejemplares)
Modalidades de entrega
Recogida en tienda (Madrid, en Big Tree Books)
Envío a domicilio (Toda España)
Modalidad / Zona
40×30 sin marco
40×30 con marco
60×40 sin marco
60×40 con marco
Recogida en tienda (Madrid)
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125 €
España peninsular
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90 €
106 €
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Baleares
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95 €
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140 €
Canarias
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Os espera un fin de semana lleno de grandes experiencias, serán experiencias que te harán sentir muy bien ahora que el frío ha mostrado su cara por primera vez en este otoño. En este fin de semana se enciende Madrid de navidad y el espíritu festivo ya nos acompañará hasta que llegue el 2026.
Comenzamos el viernes con un fantástico concierto de Reggae a cargo de Jahcoustic Band & Sista Cheka en la Sala StairWay (San Bernardino) en Conde Duque, junto a la Plaza de España. El concierto dará comienzo a las 21:30h y antes, sobre las 21:00h, tendremos nuestro encuentro en San Bernardino 7 para tomarnos algún vermú que podremos acompañar con algo de comer.
El sábado comienza cultural y a las 11:30 nos veremos las caras en la cafetería de la Casa Encendida para desayunar y después ir a la exposición Inquietud. Libertad y democracia, organizada por Fundación Montemadrid y el Comisionado para la Celebración de los 50 años de España en libertad que reúne a más de cincuenta artistas de España y Portugal. La expo la veremos de 12:00h a 13:00h. Nos trasladaremos luego al cercano Quiosco del Casino de la Reina par disfrutar de una sesión Dj y relajarnos a la vez que no tomamos algo. A las 15:00h nos dirigimos al Mercado de San Fernando a culminar el tapeo.
Ya en la tarde, a las 17:00h, nos preparamos para la inauguración del encendido de las luces de navidad. Comenzamos con una merienda exquisita en Horchatería Alboraya. Sobre las 17:45h nos internaremos en el parque de El Retiro para ver la belleza del parque iluminado por la navidad. A las 19:30h asistiremos al acto inaugural de la navidad en Madrid y sus luces con el videomapping sobre el Palacio de Correos.
El tapeo del domingo nos lleva esta vez a Melos Moncloa (15:00h) y acabaremos el finde con un tardeo muy movidito en Tempo Audiophile Club con su Descarga Tropical
¡Te esperamos! Y ya sabéis que os podéis apuntar a todos nuestros planes en nuestro grupo de meetup de Happening Madrid
Viernes 21 21:00h: Jahcoustic Band & Sista Cheka (Reggae) en la Sala StairWay
Divertido concierto de música reggae con Jahcoustic Band & Sista Cheka este próximo viernes 21 de noviembre de 2025 a las 21:30h en la Sala Stairway (C. de San Bernardino, 8). En este enlace podéis pillar la entrada
Un sábado cultural con desayuno en la Casa Encendida, exposición Inquietud. Libertad y democracia, sesión vermú en el Casino de la Reina y Mercado de San Fernando.
Exposición Inquietud. Libertad y democracia
La exposición Inquietud. Libertad y democracia, organizada por Fundación Montemadrid y el Comisionado para la Celebración de los 50 años de España en libertad, reúne a más de cincuenta artistas de España y Portugal para reflexionar sobre los últimos cincuenta años de transición democrática en la península ibérica. Se puede ver de forma gratuira en las salas D y E de la Casa Encendida hasta el próximo 8 de marzo de 2026 El proyecto convoca la memoria histórica colectiva de España, Portugal y Europa, y propone un diálogo entre los aspectos sociales, políticos y culturales del período que va desde la década de 1970 hasta la actualidad. La muestra nos plantea una revisión crítica de lo que significaron aquellos procesos de cambio, combinando piezas de archivo, carteles, documentales, fotografía, video y nuevas creaciones artísticas. Entre los artistas representados se encuentran figuras fundamentales como Joan Miró, Antoni Tàpies, Antonio Saura, Manolo Millares y Maria Helena Vieira da Silva, junto a creadores posteriores como Paula Rego, Cristina García Rodero y colectivos emblemáticos como Equipo Crónica y Equipo Realidad. Entre las obras destacadas figuran Hombre caído de Millares, MirLta de Saura, El cortesano grotesco de Miró, He aquí el cuerpo de Tàpies y Libertad de Vieira da Silva. Aquí tenéis el enlace con toda la información https://www.lacasaencendida.es/exposiciones/inquietud-libertad-y-democracia
Sesión vermú en el Quiosco del Casino de la Reina
Sesión para disfrutar escuchando música y bailando a la vez que tomamos algo en el quiosco de El Casino de la Reina (Ronda de Toledo 9). Una sesión de 13h a 15h con Dj Pop Esponja que nos llenará de ritmo con su boogaloo, chicha y cumbia
El espacio conocido como El Quiosco del Casino de la Reina es un quiosco ubicado en el pequeño Parque del Casino de la Reina, que es un oasis verde en medio del bullicio del distrito Centro y el barrio de Lavapiés, con jardines y zonas para el esparcimiento
El Quiosco funciona como una terraza agradable bajo la sombra de los árboles del parque, ofreciendo un ambiente tranquilo alejado del tráfico, con mesas a la sombra y grandes sombrillas. Tiene una carta que incluye desayunos, aperitivos y platos de picoteo. Además, el parque es un lugar donde la gente se reúne para disfrutar del entorno, jugar a ping-pong, pasear con perros o estar con niños. Está abierto todos los días, generalmente desde la mañana hasta la medianoche, y es muy apreciado por los vecinos del barrio y visitantes por su ambiente relajado y acogedor.
En este encuentro que os proponemos para la tarde del sábado 22 de noviembre de 2025 iremos a disfrutar de un maravilloso paseo fotográfico por la iluminación navideña del Parque del Retiro y luego al ver el espectáculo de videomapping en Cibeles que abre la temporada navideña en Madrid. Antes del paseo merendaremos en un lugar espectacular como es la Horchatería Alboraya.
La iluminación en El Retiro
Este próximo sábado volverá la iluminación navideña a Madrid con su espectáculo de luz y color. En la Navidad de 2025, el Parque de El Retiro y sus alrededores volverán a contar con una iluminación especial y diferentes actividades, integrándose plenamente en el gran despliegue lumínico navideño de Madrid.
La iluminación del parque de El Retiro es especialmente gratificante ya que nos permite dar un paseo tranquilo mientras disfrutamos del bello entorno. Este espacio fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en julio de 2021 dentro de la categoría de Paisaje Cultural como “El Paisaje de la luz”·, conjunto urbano y paisajístico único en Madrid que incluye el Paseo del Prado y el Parque del Retiro, junto con otros espacios culturales e históricos del centro de la ciudad.
El encendido de las luces de Navidad en el Parque de El Retiro el sábado 22 de noviembre de 2025 será a las 18:00 horas, que es el horario general de inicio del alumbrado navideño en Madrid para ese día. Aunque el acto principal de inauguración con el encendido oficial y espectáculo será en la Plaza de Cibeles a las 19:00 horas. El alumbrado funcionará hasta la medianoche ese día, de acuerdo con el horario de domingos a jueves de 18:00 a 00:00 horas.
El Parque de El Retiro en 2025 lucirá nuevo alumbrado cálido, vidrieras luminosas en su entrada principal por la Puerta de Alcalá, y estará rodeado de figuras espectaculares a lo largo del cercano Paseo del Prado. Toda esta iluminación estará acompañada por una programación navideña cultural para todas las edades
La merienda en Horchateria Alboraya
La Horchatería Alboraya, ubicada en Madrid (calle Alcalá), es una heladería y horchatería artesanal muy recomendada, especializándose en horchata, leche merengada, helados artesanos y fartons (bollería típica para acompañar la horchata). Su horchata es considerada una de las mejores de Madrid, muy fresca y con varias opciones como líquida, granizada o mixta.
Es un establecimiento que cuida mucho la elaboración artesanal, destacando además sus helados y bollería, con productos muy bien valorados por los clientes. Su ambiente es agradable, con opción de terraza para verano y cafetería con carta de dulces (tartas, crepes, tortitas, gofres) para merendar en invierno.
Para merendar se recomienda acompañar la horchata con los fartons caseros, que son tiernos y muy sabrosos. También se pueden disfrutar de helados artesanos, granizados, leche merengada y diversas pastas y dulces tradicionales valencianos. La horchatería es un clásico en Madrid para quienes buscan un buen producto tradicional valenciano bien elaborado, ideal para una auténtica.
La Magia de la Luz: El Espectáculo de Videomapping que Encenderá la Navidad de Madrid
Madrid se prepara para la Navidad 2025, y el pistoletazo de salida no puede ser más espectacular. Este sábado 22 de noviembre, a las 19:30 h, la Plaza de Cibeles se convertirá en el epicentro de la ilusión para inaugurar la temporada navideña.
El plato fuerte, justo antes del esperado encendido de luces, será un impresionante espectáculo de videomapping que transformará la icónica fachada del Palacio de Cibeles en un lienzo onírico.
Bajo el título «La energía de la Navidad», esta proyección inmersiva nos invita a un viaje visual. La narrativa es simple, pero poderosa: la luz de la Navidad nace en cada uno de nuestros hogares madrileños, y desde allí, se propaga con fuerza para inundar cada rincón de la capital.
Gracias a la combinación de la última tecnología 3D y la inteligencia artificial, el videomapping crea texturas hiperrealistas y efectos visuales que te dejarán sin aliento. Es un espectáculo diseñado para verse y sentirse
Este videomapping será el preámbulo perfecto para el momento culminante: el encendido oficial de las luces. Este año, el honor recaerá en una figura de leyenda del deporte español, el piloto Carlos Sainz. Y para poner la banda sonora a esta noche mágica, disfrutaremos de la actuación estelar del artista Pablo López.
Punto de encuentro y planning del meetup
Quedaremos a las 17:00h en la Horchateria Alboraya (Calle de Alcalá, 125). El <M> más cercano es Príncipe de Vergara, que está justo al lado.
Sobre las 17:45h iremos al parque de El Retiro y daremos un paseo de alrededor de 90’ en donde veremos la recién estrenada iluminación.
A las 19:15h saldremos del parque por la Puerta de Alcalá para llegar al espectáculo de inauguración de la iluminación navideña que tendrá lugar en la plaza de Cibeles con el espectáculo de videomapping «La energía de la Navidad».
Precio y reservas
El precio de inscripción al meetup es de 5€. Gratis para socios de Happening Madrid.
Este domingo nos vemos a las 15:00h en Melos Moncloa. Tocan sus clásicos: zapatillas enormes como un manifiesto, croquetas serias y ese tapeo castizo que en Moncloa resiste intacto al paso de las modas.
Después, un café por la zona —hay varios que cumplen— y rumbo a Tempo Club, donde nos espera la Descarga Tropical, el ritual dominical que convierte la Sala Lounge en un pequeño cruce de caminos afro-latino.
La sesión reúne a coleccionistas y melómanas de Colombia y Perú que pinchan desde raíces profundas: música tropical colombiana, afro-latina, cumbia de archivo, perlas inesperadas del funk y el soul, y ese punto electrónico que no busca postureo, sino energía y continuidad. Es un viaje musical con herencia, ritmo y carácter.
⏰ 17:30–23:00 📍 Tempo Club – Sala Lounge 🎟️ Entrada libre
Un domingo de los que dejan cuerpo contento y cabeza afinada.
Precio y reservas
El precio de inscripción al meetup es de 5€. Gratis para socios de Happening Madrid.
La agenda de las experiencias Happening del 21 al 23 de noviembre de 2025
V21 21:00h Vermú San Bernardino 7 V21 21:30h Jahcoustic Band & Sista Cheka (Reggae). Sala StairWay S22 11:30h Desayuno en la Casa Encendida S22 12:00 Exposición Inquietud.Libertad y Democracia S22 13:00h Casino de la Reina – Sesión Vermú S22 15:00h Mercado de San Fernando S22 17:00h Merienda Horchateria Alboraya S22 17:45h Paseo luces de El Retiro S22 19:30h Videomapping Cibeles D23 15:00h Melos Moncloa D23 17:00h Descarga Tropical en Tempo Club
Un fin de semana lleno de sorpresas: tabernas centenarias, teatro, Chueca, tapeo, Barrio de las Letras, Happening Soul Train Underground en Muller, Tardeo Indie, Exposición Mil y Un Quijotes, comida japo oriental en Maco y Karaoke.
El jueves 6 de noviembre a las 21:00h se estrena REENCUENTRO en la Sala AZarte, un monólogo de Walter de la Reta, con texto de María Inés González y Miguel Ángel Cárcano.
La obra trata sobre Juan y Alberto, dos amigos de la universidad que se reencuentran tras veinte años sin verse. En otra época, uno se llevaba el mundo por delante y el otro era el típico perdedor, pero años de frustraciones y triunfos los han puesto en otro lugar. Alberto cree que toca un ajuste de cuentas, sin saber que Juan también necesita algo de él. Como dos caras de una misma moneda, cada uno de ellos es parte del otro.
A las 20:15 quedamos en la Taberna Ángel Sierra (C/ Gravina, 11) entrando por su puerta de la Calle de San Gregorio. La taberna se encuentra en la mismísima plaza de Chueca. Es un lugar único y centenario con un excelente vermú de grifo.
A las 21:00h dará comienzo la obra en la Sala Azarte, que se encuentra muy cerca
Volvemos al tardeo indie de Madrid (https://tardeomadrid.es/) para comenzar el 2025. Indie & Hits desde las 18:00 hasta las 00:00 en el Teatro Magno (C. de Cedaceros, 7) Tres Djs para en cada sesión Entrada gratuita con invitaciones para Happening Madrid toda la tarde Entradas e invitaciones en: https://tardeomadrid.es/
El punto de encuentro será en el bar Los Pinchitos (C. de los Madrazo, 7) donde quedaremos para reunirnos y tomarnos la primera caña a las 18:00h. Sobre las 18:45h entraremos en el Teatro Magno (C. de Cedaceros, 7) para disfrutar el tardeo. Dependiendo de los asistentes y de aquello que queráis después del tardeo iremos a tomar algo y seguiremos por la noche.
Precio de la inscripción al meetup
El precio de inscripción al meetup es de 5€. Gratis para socios de Happening Madrid.
Comenzamos este domingo 9 de Noviembre de 2025, día de la Almudena, en el Espacio Cultural la Serrería Belga(C. de la Alameda, 15) en donde veremos la exposición Mil y Un Quijotes. Allí quedaremos a las 13:00h.
A las 13:00h en la entrada del Espacio Cultural la Serrería Belga (C. de la Alameda, 15)
De 13:15h a 14:30h estaremos en la Serrería Belga viendo la exposición Mil y Un Quijotes
Nos veremos a las 14:30h en la puerta de entrada de la Serrería Belga para emprender el camino hacia Macao Príncipe. Un paseo de un km que nos llevará desde la Calle de la Alameda hasta la Calle del Príncipe por la Calle de Huertas.
A las 15:00h tenemos la reserva a mi nombre (Ángel Chamorro) para comer en Macao Príncipe. Tenemos varias opciones muy baratas y apetecibles. En principio he reservado 8 plazas con 30% de descuento en carta. Según os vayáis apuntado y me vayáis diciendo iré reservando más espacio.
Sobre las 17:00 iremos al Cheers Karaoke (C. de las Huertas, 50).
Precio y reservas
El precio de inscripción al meetup es de 5€. Gratis para socios de Happening Madrid.
Resumen de las experiencias Happening del 6 al 9de Noviembre de 2025
Jueves 6
20:15 Taberna Ángel Sierra (C/ Gravina, 11) 21:00h Sala Azarte (C. de San Marcos, 19)
Viernes 7
22:00h Cervecería El Diario a las 22:00h (C/ Huertas, 69). 23:30h Muller Bar (C/ Huertas 38)
Sábado 8
18:00h Bar Los Pinchitos (C. de los Madrazo, 7) 18:45 Teatro Magno (C. de Cedaceros, 7)
Domingo 9
13:00h Espacio Cultural la Serrería Belga (C. de la Alameda, 15) 15:00h Macao Príncipe (c/ Príncipe, 16 ). 17:00h Cheers Karaoke (C. de las Huertas, 50)
En el mes de noviembre en nuestre Cine Debate “Un conejo con ojo” combinamos humor con terror para traeros un ciclo de cuatro películas “Terroríficamente divertidas”. Comenzaremos el martes cuatro con An American Werewolf in London (Un hombre lobo americano en Londres) el clásico de 1981 del director John Landis. AL segunda entrega para el 11 de noviembre será What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en las sombras) del año 2014 y dirigida por Taika Waititi & Jemaine Clement. El martes 21 tendrá su turno Evil Dead II(Terrorificamente muertos) de Sam Raimi del año 1987. Cerramos el ciclo con The Rocky Horror Picture Show el clásico de culto del año 1975 dirigido por Jim Sharman
¡Nos esperan unas divertidísimas y aterradoras veladas de cine y charla!
Te esperamos cada martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir maravillosa películas y debates. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
🐺 An American Werewolf in London (John Landis, 1981). Metamorfosis, culpa y humor negro.
¿Qué hace que este film mantenga su equilibrio entre el miedo y la comedia sin volverse parodia? ¿La transformación del protagonista es castigo, liberación o simple destino biológico? ¿El humor atenúa el horror o lo hace más humano?
Evil Dead II (Sam Raimi, 1987). Exceso, cuerpo, delirio
¿Por qué el humor físico resulta tan efectivo en medio del gore? ¿Dónde termina el terror y empieza la autoparodia? ¿Es Ash un héroe o un payaso trágico del caos?
🧛 What We Do in the Shadows (Taika Waititi & Jemaine Clement, 2014). La inmortalidad doméstica.
¿Qué revela esta comedia sobre nuestra necesidad de normalizar incluso lo monstruoso? ¿Se burla de los vampiros o los humaniza? ¿Qué queda del mito cuando lo convertimos en rutina?
👠 The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975). Transgresión, · identidad, ritual
¿Por qué esta película sigue siendo un acto de liberación medio siglo después? ¿Es una parodia del terror o un himno al exceso como forma de libertad? ¿Qué lugar ocupa el público: espectador, creyente o cómplice?
An American Werewolf in London (John Landis, 1981). Metamorfosis, culpa y humor negro
Acerca de
Abrimos el ciclo de noviembre “Terroríficamente Divertidas” con An American Werewolf in London (Un hombre lobo americano en Londres) , el clásico de John Landis que combinó el mito del hombre lobo con una mezcla de comedia negra, romance trágico y terror visceral. Estrenada en 1981, fue una rareza en su tiempo: una película capaz de hacer reír, pero también de helarte la sangre.
Landis, conocido por su sentido del ritmo cómico, encontró aquí el equilibrio imposible entre el horror puro y la ironía británica. Dos jóvenes americanos recorren a pie los páramos de Yorkshire y, tras un ataque de una criatura salvaje, uno de ellos muere y el otro sobrevive… para descubrir que lleva dentro la maldición del licántropo. Lo que sigue no es solo una historia de terror, sino una comedia macabra sobre la culpa, la transformación y el instinto reprimido.
En An American Werewolf in London, el humor surge del desconcierto que produce ver cómo lo cotidiano se corrompe por lo sobrenatural. Lo que parece una broma cruel del destino se convierte en una parábola sobre la pérdida del control y la imposibilidad de huir de lo que somos.
Sinopsis
David y Jack son dos amigos estadounidenses que viajan por Inglaterra haciendo autostop. En mitad de la noche llegan a un pueblo donde son recibidos con frialdad en un pub cuyo nombre The Slaughtered Lamb. Pese a las advertencias, se internan en la niebla y son atacados por una criatura monstruosa. Jack muere, David sobrevive con heridas que pronto revelan su verdadera naturaleza. Mientras su amigo reaparece desde el más allá para advertirle, David intenta aferrarse a una vida normal en Londres… hasta que la luna llena reclama su precio.
El debate. Los temas de An American Werewolf in London
La película entrelaza humor, horror y tragedia. Algunos de los temas que de los que hablaremos son:
La metamorfosis y el cuerpo como enemigo
La transformación física es un momento de máxima angustia. El humor se congela y el cuerpo se convierte en una cárcel.
La culpa y la herencia de la violencia
Nuestro protagonista, David, no elige su destino, pero debe cargar con el peso de cada muerte.
El humor como defensa frente al horror
Las bromas de Jack o la ironía de las situaciones no alivian, sino que subrayan el absurdo de lo inevitable.
El choque cultural
Un americano perdido en la tradición inglesa del horror gótico: el extranjero como monstruo literal.
El deseo reprimido
La relación entre David y la enfermera Alex es tan tierna como trágica; el deseo humano convive con el animal interior.
La soledad del condenado
La licantropía más que castigo divino se convierte en un aislamiento existencial.
Las preguntas para el debate
¿Qué simboliza la transformación del protagonista: el despertar de la violencia, la pérdida de identidad o la naturaleza humana desatada? ¿El humor ayuda a sobrellevar el horror o lo vuelve más inquietante? ¿Hasta qué punto el film ridiculiza o dignifica el mito del hombre lobo? ¿Qué relación hay entre el deseo, la culpa y la transformación? ¿Por qué la película nos hace empatizar con el monstruo y no con los humanos? ¿Podemos leer la historia como una metáfora del trauma o de la adolescencia —ese momento en que el cuerpo cambia y asusta? ¿Qué aporta el tono británico al humor negro del relato? ¿Por qué el final, tan brutal, resulta inevitablemente melancólico?
John Landis escribió el guion de An American Werewolf in London en 1969, cuando tenía apenas dieciocho años y trabajaba como asistente en Yugoslavia durante el rodaje de Kelly’s Heroes. Inspirado por un entierro gitano que presenció —en el que los aldeanos cubrieron el cuerpo con ajo y sellaron la tumba con cadenas “para que no saliera”—, Landis concibió una historia donde el terror y la risa podían convivir sin traicionarse. Pasarían más de diez años antes de que los estudios se atrevieran a financiarla: nadie entendía cómo una película podía ser demasiado divertida para ser de terror, y demasiado sangrienta para ser comedia.
Finalmente, en 1981, con el éxito de Animal House y The Blues Brothers, Landis consiguió la luz verde para su proyecto. Rodó entre Gales y Londres con un presupuesto de unos 10 millones de dólares. Los efectos especiales quedaron a cargo de Rick Baker, cuyo trabajo en la transformación de David (David Naughton) a lobo cambió para siempre la historia del maquillaje cinematográfico: fue tan innovador que la Academia creó un nuevo premio, el Oscar al Mejor Maquillaje, solo para reconocer su logro.
Recepción de la crítica
En su estreno, An American Werewolf in London dividió a la crítica. Algunos la consideraron una blasfemia tonal; otros, una genialidad. The New York Times la describió como “una sátira brillante escondida en una pesadilla”, mientras The Guardian la tachó de “groseramente desequilibrada”. Sin embargo, Roger Ebert la defendió como una obra de terror moderna con un sentido del humor cruelmente humano. El público, en cambio, la entendió de inmediato: se rieron, se asustaron, y salieron del cine tarareando Blue Moon.
Éxito comercial
Estrenada el 21 de agosto de 1981, la película fue un éxito rotundo en taquilla. Recaudó más de 60 millones de dólares en todo el mundo —seis veces su presupuesto— y se mantuvo semanas entre las más vistas tanto en EE. UU. como en Reino Unido. Su mezcla de horror gráfico, ironía pop y banda sonora compuesta solo por canciones que mencionan la luna (de Sam Cooke a Creedence Clearwater Revival) se volvió irresistible para el público joven.
Cómo se convierte en película de culto
Con el tiempo, la película encontró su lugar más allá del éxito comercial. En los noventa y dos mil, las proyecciones en cines de medianoche, las ediciones especiales en VHS y luego en Blu-Ray consolidaron su estatus de culto. El humor negro, los efectos prácticos de Baker y el retrato melancólico del monstruo resonaron con una generación que buscaba ironía sin perder emoción. An American Werewolf in London no solo modernizó al hombre lobo; lo volvió trágico, cómico y profundamente humano. Esa mezcla —tan improbable— es lo que mantiene viva su mitología.
Qué significa para el cine actual
Hoy se considera una de las película que marcó el paso del horror clásico al horror moderno. La película demostró que el género de terror podía combinarse con la comedia sin caer en la parodia. Su tono —a medio camino entre la tragedia y la carcajada— anticipa la sensibilidad del cine contemporáneo. Además, An American Werewolf in London fue pionera en tratar la transformación física con realismo doloroso, abriendo el camino al body horror psicológico y emocional.
Influencia en otras películas y directores
Edgar Wright (director de Shaun of the Dead) ha citado la película como su modelo perfecto de comedia de terror equilibrada.
John Landis influenció a Sam Raimi, cuyo Evil Dead II repite esa combinación de slapstick y horror visual.
Neill Blomkamp, Guillermo del Toro y Jordan Peele han reconocido su deuda con la forma en que Landis usa el humor para revelar el miedo social y la violencia reprimida.
La transformación de David inspiró directamente los efectos de The Thing (1982) de John Carpenter y The Fly (1986) de David Cronenberg.
En la cultura popular, desde Thriller (el videoclip de Michael Jackson, también dirigido por Landis) hasta Teen Wolf, su sombra se extiende sobre toda representación del monstruo como víctima.
En resumen
An American Werewolf in London, aparte de ser unapelícula de terror con toques de humor es una reflexión disfrazada de broma sobre la culpa, el deseo y el miedo a uno mismo. Un film que enseñó que reírse del monstruo más real pero no menos aterrador.
La banda sonora de An American Werewolf in London
Toda la banda sonora de An American Werewolf in London está compuesta por canciones que mencionan la luna. Mientras David se desintegra entre culpa, deseo y pelaje, suena un jukebox cósmico sobre romanticismo lunar y transformaciones inevitables.
“Blue Moon” – Bobby Vinton (1961) Suena en los créditos iniciales. Melosa, casi empalagosa, establece el tono de humor negro: el romanticismo de una balada sobre amor perdido frente a un ataque salvaje en los páramos.
“Bad Moon Rising” – Creedence Clearwater Revival (1969) Acompaña una de las escenas más inquietantes: David, ajeno a lo que le espera, se prepara para transformarse. El estribillo (“I see a bad moon rising”) funciona como profecía y burla a la vez.
“Moondance” – Van Morrison (1970) Suena durante la escena amorosa entre David y Alex. La luna aquí deja de ser presagio para volverse erotismo: un baile antes de la condena.
“Blue Moon” – Sam Cooke (1960) Reaparece en versión soul, envolviendo la soledad del protagonista con una calidez engañosa.
“Blue Moon” – The Marcels (1961) Cierra la película. La versión más festiva y absurda del tema suena justo después del desenlace más trágico, en un contraste brutal: la risa del destino sobre los créditos.
El uso de estas canciones no es casualidad. Landis sustituye la partitura orquestal típica de las películas de terror de entonces por música popular que ironiza sobre la tragedia. Es como si la radio siguiera sonando indiferente al sufrimiento del monstruo convirtiendo en horror en sátira.
Acerca del director
John Landis (Chicago, 1950) es uno de los grandes nombres del cine comercial estadounidense de los años 80. Se formó trabajando como asistente en rodajes europeos antes de debutar con Schlock (1973). Alcanzó fama mundial con las comedias National Lampoon’s Animal House (1978) y The Blues Brothers (1980), que definieron el humor anárquico de su generación.
Con An American Werewolf in London (1981) fusionó terror y comedia como nadie había hecho antes, abriendo camino a un nuevo tipo de horror híbrido. También dirigió el videoclip Thriller de Michael Jackson (1983), el más influyente de la historia, y películas como Trading Places (1983) o Coming to America (1988).
Landis es celebrado por su dominio del ritmo cómico, su amor por la cultura pop y su capacidad para convertir lo grotesco en espectáculo.
🧛 What We Do in the Shadows (Taika Waititi & Jemaine Clement, 2014). La inmortalidad doméstica.
Acerca de
Dentro del ciclo “Terroríficamente divertidas” llega este próximo martes What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en las sombras), la comedia vampírica de culto firmada por Jemaine Clement y Taika Waititi. Rodada como un falso documental, muestra la vida cotidiana de cuatro vampiros que comparten piso en Wellington, Nueva Zelanda. Conviven entre facturas, tareas domésticas y fiestas del inframundo. Son inmortales, pero también torpes, narcisistas y ridículamente humanos.
La película desmitifica el horror con un humor absurdo y melancólico: los vampiros no dominan la noche, la sobreviven. Entre peleas por los platos sin fregar y rivalidades con hombres lobo (“no hombres perro”), aflora una ternura inesperada hacia estos seres eternamente fuera de lugar.
Sinopsis
Viago, Vladislav, Deacon y Petyr son vampiros que viven juntos desde hace siglos. Un equipo de documentalistas los sigue para mostrar su día a día: cómo se visten sin reflejo, cómo intentan entrar en clubes sin ser invitados o cómo lidian con la modernidad. Todo cambia cuando convierten accidentalmente en vampiro a un joven mortal, Nick, que les abre las puertas del siglo XXI —redes sociales incluidas—. Pero la inmortalidad, entre tareas del hogar y noches de ligoteo, resulta menos glamourosa de lo esperado.
El vampiro deja de ser símbolo de poder o deseo para volverse una figura patética, doméstica, casi entrañable.
La convivencia y la eternidad
La inmortalidad no libra de los conflictos de pareja, del tedio o del desorden compartido.
El choque entre lo antiguo y lo moderno
Las sombras góticas se disuelven bajo la luz de la era digital: selfies, internet, fiestas techno.
El humor como medicina frente al miedo
La comedia revela la fragilidad del mito: reírse de lo eterno es quizá la forma más humana de enfrentarlo.
El monstruo como espejo social
Los vampiros, marginados por naturaleza, encarnan la soledad y la necesidad de pertenecer en un mundo que ya no los entiende.
Preguntas para el debate
¿Hasta qué punto el humor desacraliza o actualiza el mito vampírico? ¿Son los personajes caricaturas o retratos fieles de la soledad moderna? ¿Qué nos dice la película sobre la convivencia y el tiempo compartido? ¿Se puede seguir siendo un “monstruo” en una sociedad que ya banaliza el horror?
La banda sonora de What We Do in the Shadows (2014)
La banda sonora de What We Do in the Shadows (2014) es una mezcla de humor, exotismo y melancolía que acompaña el periplo de los vampiros de Wellington en su rutina tragicómica. Un collage de canciones que van desde lo folclórico al pop irónico.
El tema central es “You’re Dead” de Norma Tanega (1966), una joya olvidada del folk-rock estadounidense que el film rescató del olvido. Con su ritmo ligero y su letra (“Don’t sing if you want to live long”) se convierte en un himno, que fúnebre y juguetón es una perfecta síntesis del espíritu de la película: la muerte como compañera cotidiana, el humor como defensa frente al vacío.
A su lado aparecen piezas como “Skocne” de The Black Ox Orkestar, con su aire de música klezmer que evoca la antigüedad y el nomadismo de estos vampiros anacrónicos, o temas de The Phoenix Foundation, banda neozelandesa responsable de varios cortes instrumentales que aportan textura y ritmo a la vida nocturna de Wellington.
El resultado es una banda sonora que funciona como un espejo sonoro del film: una mezcla entre lo antiguo y lo contemporáneo, lo solemne y lo absurdo.
Historia de la película
Clement y Waititi partieron de un corto homónimo rodado en 2005. Tras casi una década de desarrollo y financiación independiente, el largo se estrenó en 2014 en Sundance y conquistó a crítica y público con su mezcla de humor seco, gore artesanal y sátira de reality show. El rodaje fue en gran parte improvisado: los actores trabajaron sin guion cerrado, construyendo los gags a partir de situaciones reales del día a día.
Recepción crítica
La prensa la aclamó por reinventar la comedia de terror. Variety la llamó “una joya de humor muerto-vivo”; The Guardian la describió como “una lección de inteligencia disfrazada de broma”. En Rotten Tomatoes supera el 95% de valoraciones positivas.
Éxito comercial
Con apenas 1,6 millones de dólares de presupuesto, recaudó más de 7 en todo el mundo, convirtiéndose en fenómeno global gracias al boca a boca y a su humor universal.
Película de culto
El film dio pie a una saga inesperada: la serie homónima (2019–), premiada y aún en emisión, que amplía su universo con nuevos personajes. Sus diálogos se citan, sus memes circulan, y su tono marca un nuevo canon para la comedia sobrenatural.
Qué significa para el cine actual
What We Do in the Shadows confirmó el talento de Waititi, futuro autor de Jojo Rabbit y Thor: Ragnarok, y revitalizó el género vampírico sin necesidad de romanticismo. Su mirada tragicómica sobre la inmortalidad —más cerca del piso compartido que del castillo gótico— inauguró una corriente de terror cotidiano que hoy impregna series y películas de autor.
Influencia en otras películas y directores
La combinación de documental, sátira y horror inspiró obras como The Office of the Dead, Only Lovers Left Alive de Jarmusch, o incluso Renfield.Edgar Wright y Jordan Peele han citado su ingenio estructural como referente de cómo abordar géneros con ironía sin perder respeto por sus mitos.
En resumen
Una comedia negra que demuestra que los monstruos, con siglos encima, siguen preocupándose por las mismas nimiedades que nosotros. What We Do in the Shadows no se ríe del horror, sino con él. Es la prueba de que la inmortalidad también pasa por el absurdo.
Jemaine Clement (Nueva Zelanda, 1974) y Taika Waititi (Nueva Zelanda, 1975) se conocieron en la universidad y formaron el dúo cómico The Humourbeasts. Su estilo combina humor seco, parodia cultural y ternura bajo el absurdo. Waititi, más tarde ganador del Oscar por Jojo Rabbit, ha convertido la ironía melancólica en su firma. Clement, por su parte, es también músico y actor (Flight of the Conchords). Ambos representan una generación que entendió que reírse de los monstruos es la mejor forma de recordar que alguna vez lo fuimos.
🪓 Evil Dead II (Sam Raimi, 1987). Exceso, cuerpo y delirio
Acerca de
Dentro del ciclo “Terroríficamente divertidas” os traemos esta semana Evil Dead II, dirigida por Sam Raimi. Estrenada en 1987, esta película mezcla terror, comedia y efectos especiales artesanales en una propuesta visual que se convirtió en referente del género. Más que una secuela, es una nueva versión del primer Evil Dead (1981), con mayor presupuesto, un tono más irónico y un ritmo vertiginoso.
Bruce Campbell interpreta a Ash Williams, un joven que regresa a una cabaña aislada donde, tras escuchar una grabación con pasajes del Necronomicon Ex-Mortis, despierta una fuerza demoníaca. El resultado es una sucesión de escenas extremas en las que el protagonista lucha contra espíritus, objetos poseídos y su propia mente.
Sinopsis
Ash y su novia Linda se alojan en una cabaña en medio del bosque. Allí descubren una grabación de un arqueólogo leyendo el Libro de los Muertos, lo que desata la posesión de los cuerpos y el caos sobrenatural. Ash intenta sobrevivir en un entorno que se vuelve hostil: puertas que se mueven solas, muebles que se ríen, sangre por todas partes.
A lo largo de la noche llegan nuevos personajes, pero la amenaza ya ha tomado el control. La película mantiene una tensión constante entre el horror y el humor físico, con una narrativa que combina el ritmo del cómic con la energía del cine experimental.
Los temas principales de Evil Death II
El cuerpo y la transformación
El cuerpo humano aparece como espacio de lucha y deformación, elemento central del horror físico.
El humor en el terror
Raimi utiliza la exageración y el absurdo como forma de aliviar la tensión y mantener el ritmo.
El mal como presencia abstracta
la amenaza no tiene rostro ni explicación; es una fuerza invisible que domina el espacio.
El héroe accidental
Ash evoluciona de víctima a figura central del género, caracterizado por su resistencia y su humor.
El estilo visual
el movimiento de cámara se convierte en protagonista, representando la energía descontrolada del mal.
Preguntas para el debate
¿Por qué Evil Dead II logra equilibrar el miedo y la risa sin perder tensión?
¿Qué aporta su lenguaje visual al cine de terror moderno?
¿Puede considerarse una parodia del propio género o una evolución dentro de él?
La banda sonora
Joseph LoDuca compone una música que combina orquesta, sintetizadores y sonidos ambientales. El resultado es una partitura que refuerza tanto las escenas de terror como las de humor grotesco. Los efectos sonoros —voces distorsionadas, risas, golpes— actúan como parte de la atmósfera, integrados en la narración sonora.
Historia de Evil Death II
Producción y rodaje
Después del éxito del primer Evil Dead, Raimi y Bruce Campbell repitieron colaboración con un presupuesto mayor y la producción de Dino De Laurentiis. El rodaje se realizó en Carolina del Norte, en condiciones técnicas complejas debido a la cantidad de efectos prácticos y maquillaje. Raimi empleó innovaciones en cámara y montaje para intensificar la sensación de movimiento.
Recepción y legado
En su estreno, la película sorprendió por su tono autoparódico y su creatividad visual. Con el tiempo se consolidó como una de las obras más influyentes del cine de terror moderno. Críticos como los de Empire o The New York Times destacaron su originalidad y su mezcla de géneros.
El éxito posterior dio lugar a Army of Darkness (1992) y a la serie Ash vs Evil Dead (2015–2018).
Importancia en el cine contemporáneo
Evil Dead II redefinió la forma de entender el terror en los años ochenta, abriendo paso a un estilo más autorreferencial y dinámico. Su influencia se percibe en directores como Peter Jackson, Edgar Wright o Robert Rodriguez, y en películas que combinan humor y horror como Shaun of the Dead o Cabin in the Woods.
Sam Raimi (Michigan, 1959) es un cineasta estadounidense conocido por su estilo visual enérgico y su capacidad para unir humor y terror. Tras dirigir Evil Dead (1981) y Evil Dead II (1987), alcanzó gran reconocimiento con Spider-Man (2002–2007). Su obra se caracteriza por el uso de cámara dinámica, montaje acelerado y una visión creativa del miedo como espectáculo cinematográfico.
The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975). Transgresión, · identidad, ritual
Acerca de
La cuarta entrega del ciclo “Terroríficamente divertidas” es The Rocky Horror Picture Show (El show de terror de Rocky), el clásico de Jim Sharman que revolucionó el cine musical y de culto con una mezcla irreverente de ciencia ficción, humor absurdo y horror camp. Estrenada en 1975, la película fue una rareza en su tiempo: un espectáculo capaz de desafiar normas sociales tradicionales y construir un universo de liberación sexual y expresividad sin precedentes.
Sharman, junto con el creador Richard O’Brien, logra equilibrar la extravagancia visual con una crítica social velada. Dos recién prometidos, Brad y Janet, sufren una avería y buscan refugio en un castillo habitado por el extravagante Dr. Frank-N-Furter, un científico travesti que ha creado a Rocky Horror, un hombre perfecto. Lo que sigue es un viaje a lo surrealista y camp donde lo cotidiano se trastoca en una fiesta de identidad y deseo desbordado.
Sinopsis
Brad y Janet, una pareja tradicional y conservadora, se ven atrapados en la noche más inesperada de sus vidas al llegar por accidente al castillo del Dr. Frank-N-Furter. Allí participan en una extravagante convención donde la sexualidad se libera sin tabúes y la cultura camp explota en números musicales y personajes excéntricos. Frank-N-Furter seduce a ambos jóvenes, presentando a su creación Rocky Horror, mientras la fiesta da paso a la revelación, la violencia y finalmente la destrucción por parte de sus sirvientes Riff Raff y Magenta, originarios de la galaxia Transilvania.
Temas que aborda The Rocky Horror Picture Show
Identidad y liberación sexual: Un cuestionamiento radical de las normas de género y sexualidad.
La cultura camp como celebración y crítica social.
Parodia del cine B, ciencia ficción y horror clásicos.
La ruptura de paradigmas conservadores a través del humor y la extravagancia.
El poder del deseo y la transformación como motores de la historia.
El debate. Preguntas para reflexionar:
¿Qué simboliza Frank-N-Furter como figura de la liberación y subversión? ¿Hasta qué punto The Rocky Horror Picture Show desafía o reafirma estereotipos? ¿Cómo influye la cultura camp en la recepción de la película? ¿Es Frank-N-Furter un monstruo, un héroe o ambas cosas? ¿Qué papel juega el espectador en la experiencia interactiva que ofrece esta película de culto?
Historia de la película The Rocky Horror Picture Show
The Rocky Horror Picture Show se estrenó en 1975 y no fue un éxito inmediato, pero el boca a boca y las sesiones de medianoche la convirtieron en un fenómeno que trasciende generaciones. El carisma de Tim Curry como Frank-N-Furter es icónico. La película ha inspirado incalculables representaciones teatrales, celebraciones y una comunidad de seguidores que mantienen vivo su legado.
La película nace del musical original creado por Richard O’Brien y fue dirigida por Jim Sharman, quien junto a su equipo logró trasladar al cine un espectáculo que desafiaba las convenciones. En una época de restricciones morales, la audacia de la cinta fue inusual, pero la libertad creativa y temática que ofrecía resultó revolucionaria para su tiempo, abriendo camino para la representación queer y la cultura camp en el cine.
Recepción de la crítica
En su estreno, la película dividió opiniones, siendo alabada por su originalidad y criticada por su contenido poco convencional. A lo largo de los años, ha sido revalorizada como una obra maestra de culto, con su mezcla de humor, música y provocación humana como elemento clave para crear una comunidad que celebra la diversidad y la irreverencia.
Éxito comercial y cultural
Aunque no fue un éxito inmediato en taquilla, The Rocky Horror Picture Show se consolidó como película de culto con proyecciones en cines de medianoche y un público que interactúa con la cinta, haciendo de cada sesión una experiencia colectiva única. Su banda sonora, llena de canciones pegadizas y números icónicos, es parte fundamental de su encanto.
Cómo se convirtió en película de culto
El fenómeno de las proyecciones interactivas supuso que la película no solo se viera sino se viviera, con disfraces, diálogos y actuaciones simultáneas en las salas. Este tipo de vínculo con el público reforzó su esencia de celebración de la diferencia y libertad.
Qué significa para el cine actual
The Rocky Horror Picture Show es un referente imprescindible en la representación queer, el cine musical y el camp. Mostró que el cine puede ser un espacio de liberación, cuestionamiento y transformación social mediante el humor y la extravagancia.
Influencia en otras películas y directores
El legado de Rocky Horror se puede rastrear en el cine independiente, las representaciones teatrales queer y el cine musical moderno. Su influencia cultural atraviesa géneros y generaciones. Figuras icónicas como John Cameron Mitchell y directores de cine queer citan la película como un icono que cambió las reglas del cine.
En resumen
The Rocky Horror Picture Show es mucho más que una comedia musical o una película de terror: es una reflexión festiva sobre la identidad, la liberación y la celebración radical de la diferencia que sigue inspirando y reuniendo a un público diverso y apasionado.
Con canciones como “Time Warp” y “Sweet Transvestite”, la música es una parte esencial que conjuga el espíritu rebelde y lúdico de la película, siendo un jukebox atemporal que acompaña las transformaciones y emociones intensas de sus personajes.
Acerca del director
Jim Sharman, director visionario, y Richard O’Brien, creador y autor del musical original, combinaron su talento para crear una obra que trastocó los cánones culturales de su época y se mantiene vigente como un ícono del cine de culto y la cultura pop.
Punto de encuentro y planning de la velada
El punto de encuentro será en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) el próximo martes a las 19:30h.
Las veladas se dividirán en tres partes. La primera media hora la dedicaremos a tomar algo, a presentar la película y a conocernos. Después a las 20:00h tendremos la proyección. Todas las proyecciones se realizan en VOSE. Para finalizar tendremos un coloquio que durará hasta las 23:00h.
¿Cómo será el coloquio?
Los encuentros son participativos y queremos conocer vuestra opinión para que se pueda generar un debate abierto y constructivo. No es necesario conocimiento de cine para participar y es más, huimos del conversador pedante ya que para ellos tenemos a la wikipedia. ¡Queremos que cada martes seamos capaces de generar algo fantástico y diferente!. ¡Queremos saber lo que sientes y que seas capaz de contarlo!
A partir del tema de discusión y de lo visto en la película, las historias personales son bienvenidas y además, son una buena forma de dar a conocer lo que pensamos y lo que sentimos. ¡Nuestro deseo es que participes y seas activo!
Cine y el debate siempre van de la mano, y por eso queremos que te hagas fan de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
¿Cuánto cuesta la sesión? Reservas
El coste de inscripción a la sesión de debate y coloquio es gratuita para los socios de Happening Madrid y para el resto aquello con lo que deseéis y podáis participar con
– Una aportación de 3€ ó
– Una aportación de 5€
El pago lo podéis hacer por bizum al 654.80.54.37 o allí mismo al finalizar el cine debate.
y además debés de reservar por whatsapp en cualquiera de estos números.
Muchas e interesantes propuestas os traemos para este finde: La merienda perfecta del Nubel, la exposición de Maruja Mallo en el Museo Reina Sofia, el festival de la música y la tapa en Lavapiés con la 15 edición de Tapapiés, las tapas de la Refiná en Carabanchel, el festival de conciertos en Madreams con Jota Ke Iberikal Pak y The wrong Pills, el excelente tapeo del Malamé en el Mercado de Tirso de Molina y ya para terminar la inauguración de el tardeo Ciento Cero Madrid en el Teatro Magno con Second.
Las tardes de viernes de merienda en Nubel y exposición en el Museo Reina Sofía son ideales para calentar motores para el fin de semana. Esta vez nos vamos a ver la exposición de Maruja Mallo, Máscara y Compás. Antes probaremos lo que dicen que es “la merienda perfecta”
Siguiendo la costumbre inglesa de la hora del té desde Nubel nos proponen este British Afternoon Tea que nos parece un auténtico lujo asiático. Por 19€ nos vamos a zampar todo esto que podéis ver en este enlace:
Si queréis esta impresionante merienda tendréis que reservarla y pagarla en este enlace. La reserva hay que hacerla para el viernes 17 de octubre a las 17:00h
La exposición de Maruja Mallo, Máscara y compás estará en la planta primera del Edificio Sabatini del Museo Reina Sofía desde el 8 de octubre de 2025 hasta el 16 de marzo de 2026
La exposición reúne cerca de 200 obras —pinturas, dibujos, fotografías y documentos— que recorren la trayectoria de Maruja Mallo (1902–1995), una de las artistas más singulares del siglo XX español. Integrante de la Generación del 27 y vinculada a la Escuela de Vallecas, Mallo cultivó un arte libre, entre lo popular, lo mítico y lo geométrico. El título, Máscara y compás, condensa sus dos grandes ejes: la máscara como símbolo de identidad mutable y el compás como principio de orden y armonía.
El recorrido arranca con las Estampas y Verbenas (1927–1928), donde reinterpreta las fiestas populares con una mirada moderna y democrática, y sigue con la visión apocalíptica de Cloacas y campanarios (1929–1932), cercana al surrealismo. Tras la Guerra Civil y su exilio en Argentina, crea La religión del trabajo (1936–1939), homenaje a la mujer trabajadora. En América desarrolla también Naturalezas vivas, Cabezas de mujer y Máscaras, series en las que fusiona cuerpo, naturaleza y geometría.
En sus últimas etapas, con Moradores del vacío y Viajeros del éter, su pintura alcanza una dimensión cósmica y abstracta, buscando la comunión entre lo humano, lo animal y lo divino. La muestra revela la vigencia estética y política de su pensamiento: un arte que, en palabras de la propia Mallo, transita “de la geografía a la cosmografía.”
Toda la información acerca de esta expo la podéis obtener en este enlace
El punto de encuentro será en NuBel está ubicado en el Edificio Nouvel del Museo Reina Sofía, en la Calle Argumosa, 43 donde quedaremos a las 17:00h del viernes 10 de octubre de 2025. Tras zamparnos la suculenta meriendo entraremos al museo para ver la exposición.
La exposición está en la planta primera del Edificio Sabatini. La veremos de 19:00h a 20:20h. A las 20:20h iremos al patio del museo para disfrutar de su belleza-y saldremos a las 20:45h por la puerta principal de Edificio Sabatini
Viernes 10 21:15h Tapapiés 2025. Por Argumosa y Salitre (Jarana, La Buga, Caminito)
Disfrutaremos de las tapas de más de 100 bares y restaurantes en esta 15 edición de Tapapiés, el Festival Multicultural de Tapas y Música de Lavapiés!. Del 16 al 26 de octubre. Con conciertos, pasacalles y espectáculos gratuitos.
Cada establecimiento servirá una tapa exclusiva por 3’5€, acompañada de un botellín o caña El Águila Dorada, con la opción de degustar solo la tapa por 2’5€. También se ofrece para celíacos el combo sin gluten tapa + tercio Cruz Campo Especial Sin Gluten por 4€. A los bares y restaurantes del barrio se suman de nuevo los puestos de los Mercados de San Fernando y Antón Martín.
La ruta que haremos comenzará en Jarana Gastro & Show (Calle Argumosa, 16) a las 21:15h con su Perdona Bonita (Cerdo desmenuzado con crujiente cebolla encurtida y mayonesa sriracha sobre pan brioche)
Luego continuaremos por La Buga Del Lobo (C/ Argumosa, 11) a las 22:00hcon su El Pepito Del Lobo. Carrillera al Pedro Ximénez con cebolla caramelizada y crispi en brioche. Un bocado feroz con alma ibérica
Tercera parada en Caminito (C/ Salitre, 27) con su Humita Argentina a las 22:45h– Volcán de humita argentina relleno de queso azul, provolone, parmesano, puerro confitado, pimiento morrón y maíz dulce con salsa de cebolla y nuestro exclusivo chimichurri
Luego ya de copas por la zona.
Sábado 18 20:00h Tapeo (La Refiná) – Conciertos Madreams (Jota Ke Iberikal Punk & …)
Plan para disfrutar del ambiente cultural alternativo que se respira en el barrio de Carabanchel con un tapeo muy especial en La Refiná y los conciertos tan underground de Madreams Music para finalizar con una sesión Dj hasta la madrugada.
20:00h La Refiná
Desde el corazón de Carabanchel…a las 20:00h vamos a probar la oreja de La Refiná, que también tiene otras cosas muy ricas.
Sobre las 21:00h nos vamos al festival de conciertos en Madreams Music (Avenida Pedro Diez, 28 primera planta) con Jota Ke Iberikal Punk (presentación), Hijos de la Kalle y The Wrong Pills, que nos van a hacer saltar y bailar..
Después de los conciertos una estupenda sesión Dj.
Aquí tenéis más información de este pequeño festival
Un domingo happening excepcional con rica comida del Mercado de Tirso de Molina en el Malamé y después un supertardeo indie en el Teatro Magno con una sesión de inauguración de Ciento Cero Madrid con Second DJ set enla que tendremos lista de entrada para poder pasar gratis a cualquier hora.
Puedes ir al tapeo (15:00h) o solo al tardeo (estaremos a partir de las 17:45) o a las dos cosas.
15:00h El Tapeo en Malamé
A las 15:00h quedamos en el Malamé del Mercado de Tirso de Molina con sus cosas exquisitas que tanto nos gustan (torreznos, carne al toro..). La relación es excepcional.
Allí estaremos hasta las 17:00h.
17:45h El tardeo Ciento Cero Madrid
Iremos a la inauguración de una superfiesta tardeo para los domingos por la tarde en una disco emblemática de Madrid como es el Teatro Magno (C. de Cedaceros, 7, Centro, 28014 Madrid).
Para la inaguración se contará con al grupo Second en formato Dj Set entre otros.
Cientocero es tu nuevo club para bailar música indie y hits atemporales en Madrid los domingos por la tarde. Todo esto en una de las mejores salas de Madrid.
Tendremos lista (Lista de Ángel Chamorro) que nos permitirá pasar a cualquier hora de la tarde gratuitamente.
Si queréis sacar entradas con consumición en este enlace
El punto de encuentro será a las 14:30h en el Malamé del Mercado de Tirso de Molina el sábado 30 de diciembre. La dirección es la –Calle de Doña Urraca nº 15 en el Barrio de Puerta del Ángel. Se encuentra muy cerca de la estación de <M> de Puerta del Ángel de la línea 6 (la circular). (Recordad que está en obras y hay que ir en los autobuses)
Estaremos comiendo y de sobremesa desde las 15:00h hasta las 17:00h. A las 17:00h nos iremos al tardeo en la Calle Cedaceros. LLegarmos sobre las 17:45h
También te puedes hacer socio de Happening Madrid por 50€ al año y de esta manera te saldrán gratuitos la mayoría de nuestros planes y además tendrás descuentos en muchos conciertos. El pago para hacerse socio se realiza en las formas antes indicadas.
Resumen Experiencias Happening
Vie 17 17:00h Merienda Perfecta (Nubel) Vie 17 19:00h Exposición Maruja Mallo (Museo Reina Sofía) Vie 17 21:15h Tapapiés 2025. Jarana GastroBar Vie 17 22:00h La Buga del Lobo Vie 17 22:45h Caminito Vie 17 23:00h Copas por Lavapiés
Sáb 18 20:00h Carabanchel. La Refiná.Tapeo Sab 18 21:00h Madreams Music. Hijos de la Kalle – The Wrong Pills – Jota Ke Iberikal Punk
Sab 18 24:00 Sesión Dj
Dom 19 15:00h Mercado de Tirso de Molina. Malamé. Tapeo Dom 18 17:45h El tardeo Ciento Cero Madrid en el Teatro Magno
Desde Happening Madrid te prometemos que en la noche más terroríficamente divertida del año acabarás muerto y al día siguiente serás un zombi destruido pero retendrás en la memoria cada momento, cada instante, cada imagen de la impresionante fiesta que vivirás con la celebración de la Noche de muertos y brujas del Círculo de Bellas Artes 2025
Desde Happening Madrid nos unimos a la fiesta más mortíferamente alucinante de la ciudad y nos vamos al Círculo de Bellas Artes. Así nos lo cuentan desde su web
El 31 de octubre regresa la Noche de muertos y brujas al Círculo de Bellas Artes: una fiesta de ultratumba donde catrinas, espíritus y criaturas del más allá tomarán el edificio para montar el ritual más salvaje del año.
Si bailaste en nuestro Carnaval, esta es la secuela que estabas esperando: bajo la cúpula del Salón de Baile y entre los mármoles de la Sala de Columnas, todo se transformará en un conjuro colectivo con baile, performances y sorpresas en cada esquina.
Este año un akelarre de DJs y artistas resucitará a las ánimas a golpe de cumbia, reggaetón, mambo y ritmos endemoniados. Habrá actuaciones, sorpresas, magia y un desfile continuo de catrinas, calaveras y brujas celebrando la vida, la muerte y la imaginación.
La entrada y el superdescuento especial para Happening Madrid
La entrada para la fiesta la podéis obtener en este enlace:
Tenemos un superdescuento especial para Happening Madrid. Cuando elijáis las entradas os pedirá si tenéis un código de descuento y es entonces cuando tenéis que poner el código “HAPPENINGNDMB25” para obtener la entrada a precio reducido.
Con la entrada a la fiesta de la Noche de Muertos muertos y brujas del Círculo de Bellas Artes viene una consumición. Es un caldito que resucita a un muerto.
Concurso de dos entradas dobles
Tendremos un concurso de dos entradas dobles para la noche del 31 de octubre. Las bases del concurso saldrán publicadas en breve tanto aquí como en Instagram.
El concurso acabará el martes 29 de octubre a las 23:59:25h
Los ganadores de las 2 entradas dobles serán los acertantes de la pregunta que obtengan más me gustas.
El miércoles 30 de octubre a lo largo de la mañana publicaremos la explicación de la respuesta correcta y el nombre de los ganadores.
En caso de empate ganará la persona que haya enviado antes la respuesta correcta y el mensaje explicándolo.
¿Cómo será la noche?
La noche comenzará a las 22:00h n el Punto de Encuentro. El punto de encuentro lo establecemos en Las Bóvedas de Cibeles (C. de Alcalá, 43 esquina Gran Vía). Se encuentra enfrente al Edificio Metropolis y al Círculo de Bellas Artes. Es un lugar ideal para quedar antes y reunirnos antes del fiestorro. Es perfecto para controlar la cola de entrada al Círculo.
Aquí también podremos tomarnos algo de tapeo para ir bien llenos de energía a la superfiesta.
A una Fiesta de Muertos y Brujas en Halloween en el Círculo de Bellas Artes es muy necesario venir disfrazados.
Vamos a daros aquí una serie de ideas
El mundo de los vampiros
Os damos las siguientes ideas
Vampiro Clásico
Inspirado en Drácula, puedes llevar una capa larga, un chaleco elegante, camisa blanca, pantalones oscuros y colmillos afilados. Complementa el look con maquillaje pálido y un toque de sangre falsa en los labios.
Vampiresa Victoriana
Un vestido largo de estilo victoriano, corsé, guantes de encaje y una gargantilla oscura. Maquillaje dramático con sombras oscuras y labios intensos harán el look aún más impactante.
Vampiro Moderno (Estilo Blade o Underworld)
Si prefieres un vampiro moderno, opta por ropa de cuero negro, botas altas y accesorios como gafas oscuras o armas falsas. Un look más minimalista pero con un aire de misterio y acción.
Vampiresa o Vampiro Punk o Gótico
Mezcla prendas oscuras y atrevidas, con chaquetas de cuero, tachuelas, collares y maquillaje gótico. Añade colmillos y un peinado desordenado para un look más rebelde.
Vampiresa o Vampiro Renacentista o de Época
Puedes vestirte con trajes de época, con capas y túnicas ornamentadas que recuerdan a las cortes renacentistas o barrocas, agregando un toque elegante y oscuro.
Nosferatu
Si te atreves con algo más espeluznante, recrea el aspecto del vampiro clásico de la película Nosferatu, con orejas puntiagudas, piel pálida y una postura encorvada.
Catrinas, calaveras y noche de muertos mexicana
Catrina Tradicional
Vestido largo y elegante: Usa un vestido largo de estilo victoriano, preferiblemente en colores oscuros o vibrantes como el negro, rojo o morado. Puedes añadir encajes y volantes para un toque más sofisticado.
Sombrero grande decorado: Complementa el look con un sombrero de ala ancha decorado con flores de cempasúchil (flor tradicional), plumas y cintas de colores.
Maquillaje de Catrina: Pinta tu rostro como una calavera, con detalles florales y colores vivos alrededor de los ojos, imitando una calavera de azúcar. No olvides dibujar los «dientes» a lo largo de los labios.
Accesorios: Puedes llevar un abanico o guantes largos de encaje para dar un aire más sofisticado.
Calavera Mexicana (Calaverita de Azúcar)
Maquillaje completo de calavera: El maquillaje debe tener detalles detallados y coloridos en la frente, mejillas y alrededor de los ojos. Los colores como el azul, rojo, amarillo o verde son tradicionales en las calaveritas de azúcar.
Ropa colorida: Puedes llevar un atuendo completamente negro para resaltar el maquillaje o algo colorido como un vestido o traje tradicional mexicano.
Flores en el cabello: Crea una corona de flores grandes en el cabello, usando flores de cempasúchil o rosas, que son comunes en las ofrendas de Día de Muertos.
Catrín (Versión Masculina de Catrina)
Traje elegante: Un traje negro con una corbata o moño en colores brillantes (rojo, morado o dorado).
Sombrero de charro: Lleva un sombrero de charro o un sombrero de ala ancha decorado con cintas y flores.
Maquillaje de calavera: Al igual que la Catrina, pinta tu rostro como una calavera, pero puedes darle un toque más sombrío con detalles más oscuros o menos florales.
Bastón o bastón decorado: Añade un bastón con detalles elegantes o florales.
Esqueleto Azteca
Maquillaje con detalles dorados y plumas: En lugar de usar colores vibrantes, opta por un maquillaje de calavera en tonos dorados, plateados o cobre, añadiendo detalles de plumas alrededor de los ojos.
Traje inspirado en la cultura azteca: Un atuendo de guerrero azteca o algo más simbólico como un taparrabo y pechera, acompañado de accesorios con plumas y abalorios.
Accesorios de guerrero: Puedes llevar una corona de plumas, un escudo o una lanza decorada para completar el look.
La Novia de Muertos
Vestido de novia de encaje: Usa un vestido blanco o negro estilo victoriano, o un vestido de novia desgastado para un toque más aterrador.
Maquillaje de Catrina: Dibuja el rostro de una calavera, pero añade toques románticos como lágrimas negras o rosas en los pómulos.
Velos y coronas de flores: Un velo de novia blanco o negro y una corona de flores grandes o cempasúchil para darle un toque especial.
Personificación de la Ofrenda
Colores vivos: Lleva un atuendo que refleje los colores de una ofrenda tradicional, como el naranja (cempasúchil), el morado (velas) y el blanco (pureza).
Detalles simbólicos: Usa elementos como calaveritas de azúcar colgadas en el traje, velas falsas adheridas al atuendo o representaciones de pan de muerto.
Maquillaje de calavera: Un rostro de calavera con muchos detalles simbólicos, como corazones o cruces.
Alebrije
Traje colorido: Crea un traje inspirado en las criaturas fantásticas de los alebrijes, lleno de colores vibrantes y patrones geométricos.
Maquillaje de calavera: Un maquillaje de calavera con detalles abstractos o geométricos que simulen los patrones coloridos de los alebrijes.
Máscara o accesorios: Puedes llevar una máscara de alebrije o un tocado con cuernos, orejas puntiagudas, o alas para darle un toque más fantasioso.
Los Djs de la fiesta
Este será el Line-Up
🎶 SALÓN DE BAILE
22:30 – 00:00 → Tambor Digital
00:00 – 02:00 → Piti Vaccari
02:00 – 03:30 → Sonido Tupinamba
03:30 – 05:00 → Meneo
🎧 COLUMNAS
22:30 – 23:45 → Mila Moon
23:45 – 01:45 → Eme DJ
01:45 – 03:15 → Andy Grey
03:15 – 04:45 → La Gatería
Tambor Digital
Tambor Digital es un formato en vivo de DJ Set y percusión, creado por DJ Coco Loko y DJ Espolo, que busca combinar el DJing y las percusiones para ofrecer una experiencia enérgica y rítmica. Incorporan elementos de percusión afrolatina sobre el DJ set.
DJ Espolo (José Polo):
Trayectoria: Percusionista y DJ profesional con más de 10 años en cabinas y casi 15 años acompañando proyectos musicales con percusiones. Es residente en Club Sauvage y Leche de Tigre en Barcelona.
Estilos Musicales: Aporta su amplio conocimiento en Dembow, Reggaeton, Salsa y Afrobeats.
DJ Coco Loko (Coke Cisternas):
Trayectoria: DJ profesional, promotor y percusionista. Estudió batería por más de 10 años y tiene cerca de 6 años de experiencia en cabinas de Barcelona y Madrid. Es residente en Leche de Tigre y Ocaña Bar.
Estilos Musicales: Su fascinación es la música brasileña, el groove orgánico de la música afro-latina, y está en constante búsqueda de los sonidos más enérgicos de la movida electro-afro-latina actual y futura.
Las salas del Círculo de Bellas
Una fiesta en el Círculo de Bellas Artes es mucho más que el ambiente, la marcha, la música y los estupendos disfraces que luce el personal. En las fiestas del Círculo de Bellas Artes todas las salas de este emblemático edificio son también protagonistas. Es toda una fiesta es un palacio de lujo y es como transportarse en el tiempo muchos años atrás. La sede del CBA, obra del arquitecto Antonio Palacios, posee un enorme valor arquitectónico. La fiesta transcurrirá en varias de las salas emblemáticas del Círculo de manera simultánea como el Salón de Baile y la Sala de Columnas.
Punto de encuentro
El punto de encuentro lo establecemos en Las Bóvedas de Cibeles (C. de Alcalá, 43 esquina Gran Vía). Se encuentra enfrente al edificio Metropolis y al Círculo de Bellas Artes. Es un lugar ideal para quedar antes de la fiesta y reunirnos antes del fiestorro. Es ideal para controlar la cola de entrada al Círculo.
Aquí también podremos tomarnos algo de tapeo para ir bien llenos de energía a la superfiesta.
Nos iremos yendo al Círculo en un momento dado a partir de las 22:30h cuando veamos que la cola de entrada está en su mejor momento. Recordad que si hace frío, siempre hay que guardar de nuevo cola dentro para dejar los abrigos con lo que conviene llegar a buena hora.
Muchas e interesantes propuestas os traemos para este finde: La merienda perfecta del Nubel, la exposición de Maruja Mallo en el Museo Reina Sofia, tapeo en la Musa de Espronceda, el concierto de Jazz on Five en el Teatro del Barrio, excursión de 17 kms circular por el Monte de El Pardo desde Pitis, la visita cultural a la Quinta del Duque del Arco, un café en El Pardo, la exposición Expresionismo. Un Arte de cine en la Fundación Canal y un tapeo por el barrio de Tetuán.
Las tardes de viernes de merienda en Nubel y exposición en el Museo Reina Sofía son ideales para calentar motores para el fin de semana. Esta vez nos vamos a ver la exposición de Maruja Mallo, Máscara y Compás. Antes probaremos lo que dicen que es “la merienda perfecta”
Siguiendo la costumbre inglesa de la hora del té desde Nubel nos proponen este British Afternoon Tea que nos parece un auténtico lujo asiático. Por 19€ nos vamos a zampar todo esto que podéis ver en este enlace:
La exposición de Maruja Mallo, Máscara y compás estará en la planta primera del Edificio Sabatini del Museo Reina Sofía desde el 8 de octubre de 2025 hasta el 16 de marzo de 2026
La exposición reúne cerca de 200 obras —pinturas, dibujos, fotografías y documentos— que recorren la trayectoria de Maruja Mallo (1902–1995), una de las artistas más singulares del siglo XX español. Integrante de la Generación del 27 y vinculada a la Escuela de Vallecas, Mallo cultivó un arte libre, entre lo popular, lo mítico y lo geométrico. El título, Máscara y compás, condensa sus dos grandes ejes: la máscara como símbolo de identidad mutable y el compás como principio de orden y armonía.
El recorrido arranca con las Estampas y Verbenas (1927–1928), donde reinterpreta las fiestas populares con una mirada moderna y democrática, y sigue con la visión apocalíptica de Cloacas y campanarios (1929–1932), cercana al surrealismo. Tras la Guerra Civil y su exilio en Argentina, crea La religión del trabajo (1936–1939), homenaje a la mujer trabajadora. En América desarrolla también Naturalezas vivas, Cabezas de mujer y Máscaras, series en las que fusiona cuerpo, naturaleza y geometría.
En sus últimas etapas, con Moradores del vacío y Viajeros del éter, su pintura alcanza una dimensión cósmica y abstracta, buscando la comunión entre lo humano, lo animal y lo divino. La muestra revela la vigencia estética y política de su pensamiento: un arte que, en palabras de la propia Mallo, transita “de la geografía a la cosmografía.”
Toda la información acerca de esta expo la podéis obtener en este enlace
El punto de encuentro será en NuBel está ubicado en el Edificio Nouvel del Museo Reina Sofía, en la Calle Argumosa, 43 donde quedaremos a las 17:00h del viernes 10 de octubre de 2025. Tras zamparnos la suculenta meriendo entraremos al museo para ver la exposición.
La exposición está en la planta primera del Edificio Sabatini. La veremos de 19:00h a 20:20h. A las 20:20h iremos al patio del museo para disfrutar de su belleza-y saldremos a las 20:45h por la puerta principal de Edificio Sabatini
A las 21:00h iremos a tomar algo a La Musa de Espronceda (C. de Sta. Isabel, 17) para luego ir a las 21:45h al Teatro del Barrio y su Noche de Baile con Jazz on Five
En todos los casos además para asistir al meetup con nosotros hay que hacer reserva vía whatsapp al número de teléfono 640.743.115 (https://wa.me/+34640743115), apuntarse al evento en el grupo de meetup Happening Madrid (https://www.meetup.com/es-ES/happening-gp/) Los pagos se realizan por: Bizum al nº de teléfono 654805437. Paypal a angel.chamorro.marin@gmail.com También te puedes hacer socio de Happening Madrid por 50€ al año y de esta manera te saldrán gratuitos la mayoría de nuestros planes y además tendrás descuentos en muchos conciertos. El pago para hacerse socio se realiza en las formas antes indicadas.
Viernes 10 21:00h Tapas, Noche de Baile (Teatro del Barrio. Jazz on Five) y copas por Lavapiés
Este próximo viernes 10 de octubre toca disfrutar una vez mas de las Noches de Baile del Teatro del Barrio.. Comenzando con unas espectaculares tapas en La Musa de Espronceda (C/ Santa Isabel, 17) , para seguir con uno de nuestros lugares favoritos, El Teatro del Barrio (C. de Zurita, 20) y sus Noches de Baile con con bandas enormes como The Jazz on Five. Para acabar la noche el ritmo de locales como La Huelga en Lavapiés (C. de Zurita, 39) y su excelente música siempre pinchando en vinilo.
El concierto-baile comenzará a las 22:15 y durará 90’ acabándose con la medianoche. Será con entrada libre hasta completar aforo. Hay que llegar antes de las 22:00h para no tener problemas de aforo. Como antes queremos tener la tripa llena a las 21:00 estaremos en La Musa de Espronceda con su decoración repleta de antigüedades, su buen ambiente y su barra llena de pinchos fríos y calientes. ¡No tardéis que se acaban! Después de la medianoche al acabar el concierto nos dejamos caer para bailar en La Huelga en Lavapiés
Si no conoces The Jazz on Five es seguro que deberías conocerlos. Te los presentamos. The Jazz on Five es una banda compuesta por Guillem Ferrer(Saxo), Carmen Vela (Flauta y clarinete), Mario Siles (Guitarra), David Herrington (Tuba) y Dani García (Batería). Suenan enormes como podéis ver en estos enlaces:
¿Qué nos cuentan de ellos? Pues os extraemos lo que en la web del Teatro del Barrio nos dicen:
Tuba, banjo, saxo, clarinete, flauta y percusión son los ingredientes de su receta para la sonrisa: un plato cocinado a fuego lento con jazz, música de películas, tarantela, blues, swing, techno y mucho más. “Un repertorio delirante, un tiovivo de influencias o la poción mágica en el pentagrama del día a día”
Nuestro punto de encuentro será a las 21:00h en La Musa de Espronceda (C/ Santa Isabel, 17). El \ más cercano para llegar es Antón Martín. A las 21:45h nos dejamos caer por la C/ Zurita porque estamos muy cerca del Teatro del Barrio (C. de Zurita, 20) y por allí estaremos a las 21:50h. ¡No queremos que se llene!. Comenzará la actuación a las 22:15h y durará hasta la medianoche. Tendrá dos partes con un descanso de 15’. Al acabarse la actuación con baile en el Teatro del Barrio no nos quedará otra que rematar la faena en los lugares canallas y con la buena música que Lavapiés nos depara. La Huelga en Lavapiés (C. de Zurita, 39) está a muy pocos metros del Teatro del Barrio y nos asegura una marcha de lo mejor con su soul, sus vinilos y su buen ambiente. Allí estaremos raudos para evitar el temido aforo completo.
Este próximo sábado 11 de octubre la propuesta que os hacemos desde Happening Madrid es una preciosa excursión por el Monte de El Pardo en la cual visitaremos muchos lugares entre lo que destacamos la visita a los Jardines de la Quinta de El Pardo, desayunaremos, haremos pic-nic junto al mirador de PeñaRubia, tomaremos café en El Pardo, pasaremos por la Ribera del Manazares, por el Mirador de Valpolemor y el camino de las cárcavas. La distancia total es de 17,2 kms. La duración total prevista es desde las 10:30h hasta las 19:00h.
Desayunaremos en 10:30h y 11:15h en la terraza de la Cervecería Restaurante Anpe junto a la Estación de Pitis. Ese será el punto de encuentro Cervecería Ampe (C. Gloria Fuertes, 181, Fuencarral-El Pardo)
11:15h a 12:00h Caminaremos por el Monte de El Pardo hasta la Quinta del Duque del Arco. Este trayecto son 3kms. Entraremos en el Monte del Pardo tras pasar por el puente sobre la M-40 y el Centro Ganadero de caballos.
12:00h a 12:45h Visitaremos la Quinta del Dique del Arco (también conocida como Quinta de El Pardo) perteneciente al Real Sitio. Su origen remonta a la antigua Quinta de Valrodrigo, una casa de labor adquirida en 1717 por Alonso Manrique de Lara y Silva, duque del Arco y cortesano próximo a Felipe V.Tras su muerte, en 1737, su viuda donó la finca al rey Felipe V, quedando así integrada en el Real Sitio de El Pardo. En 1935 fue declarada Monumento Nacional. Los preciosos jardines pueden visitarse libremente y sin coste. Estos se adaptan al terreno mediante cuatro terrazas unidas por rampas y escaleras. En su diseño se combinan influencias francesas, italianas y españolas, con una composición de fuentes, parterres geométricos, estanques, cascadas, esculturas y una vegetación cuidadosamente trazada. A la entrada destacan dos secuoyas centenarias.
12:45h a 13:30h Haremos el trayecto hasta el Mirador de Peñarubia (DO 6+170)
13:30h a 14:30h Comeremos en los miradores el pic-nic que nos llevemos. Es bueno llevar ssterilla, mantel, platos, comida, bebida, protector solar. 🧺 Cada uno lleva su comida ¡y también cosas para compartir! 14:30h a 15:30h Haremos el recorrido hasta El Pardo
15:30h a 16:15h Tomaremos café en la Plaza de El Pardo
16:15h a 17:30h Haremos el trayecto hasta el Mirador de Valpalomero
17:30h a 17:45 Disfrutaremos de las vistas desde el mirador
17:45h a 19:00h Haremos el trayecto de vuelta hasta Pitis tras volver por la cárcavas y pasar por el puente ferroviario sobre la Carretera del Duque del Arco y luego junto al Túnel de El Pardo. El recorrido completo de la excursión es de unos 17 kms y 200 metros.
Llevar calzado adecuado para caminar por el bosque Aunque la ruta es de nivel básico recordar que hay que andar 17kms y hay que tener la preparación física adecuada Iremos despacio y disfrutando del camino, sin prisas. LLevaros utensilios de picnic: platos de papel, tenedores de plástico. etec..
La propuesta del domingo nos lleva a la Plaza de Castilla y Tetuán. Primero iremos a ver la exposición “Expresionismo. Un arte de cine” en la Fundación Canal (C/ Mateo Inurria 2). La exposición es de entrada gratuita. Después iremos de cañas y tapeo a la zona de Infanta Mercedes comenzando en el Bar El Galope III (C. de la Infanta Mercedes, 97). Después seguiremos por las terrazas y bares de la zona que son muchos y muy variados.
También te puedes hacer socio de Happening Madrid por 50€ al año y de esta manera te saldrán gratuitos la mayoría de nuestros planes y además tendrás descuentos en muchos conciertos. El pago para hacerse socio se realiza en las formas antes indicadas.
En octubre pensamos sobre nosotros con historias del espacio exterior. En nuestro cine debate “Un Conejo con Ojo”, desde el corazón de El Rastro y Lavapiés, proponemos un viaje a la ciencia ficción setentera, un ciclo que nos trae cuatro maravillosos metrajes: Solaris, Silent Running, Phase IV y The Man Who Fell to Earth. Cuatro maneras de preguntarnos qué es memoria, qué merece ser salvado, quién manda en la Tierra y qué significa caer aquí, en nuestro mundo.
Desde el infinito silencio estelar, con conmovedor asombro proponemos el universo como espejo de nuestro yo interior.
Martes 7 — SOLARIS (Andréi Tarkovski, 1972, 167 min) Martes 14 — SILENT RUNNING (Douglas Trumbull, 1972, 89 min) Martes 21 — PHASE IV (Saul Bass, 1974, 84 min) Martes 28 — THE MAN WHO FELL TO EARTH (Nicolas Roeg, 1976, 139 min)
¡Nos esperan unas apasionantes veladas de pensamiento y ciencia ficción!
Te esperamos cada martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir maravillosa películas y debates. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Solaris (Andréi Tarkovski, 1972, 167 min). La culpa y el recuerdo.
“Un océano que recuerda. ¿Puede desatarse la memoria como una fuerza de la naturaleza y tornarse física?”
Acerca de
En nuestro ciclo Un Conejo con Ojo:’70s Philosophical Sci-Fi os traemos el vértigo de la conciencia desde el silencio estelar.Solaris (1972), de Andréi Tarkovski, es un viaje a esa frontera donde el duelo y el deseo levantan fantasmas de carne y recuerdoa. Un psicólogo, Kris Kelvin, llega a una estación espacial en órbita de un planeta-océano y descubre que el monstruo no está afuera: el planeta piensa… y nos devuelve aquello que amamos y no supimos mantener. Solaris es uno de los hitos mayores de la ciencia ficción metafísica.
La estación orbital sobre Solaris no gira alrededor de un planeta, gira alrededor de la culpa. Tarkovski filma el pensamiento con la paciencia de una marea: los muertos vuelven no como fantasmas, sino como posibilidades no resueltas en el pasado y que buscan otra oportunidad. Mientras la ciencia observa, la fe escucham y entre ambas se abre un abismo interminable.
Solaris fue estrenada en 1972 y basada en la novela de Stanisław Lem. La película está protagonizada por Donatas Banionis y Natalya Bondarchuk. El guion es de Tarkovski y Fridrikh Gorenshtein. La duración es de 165 min.
La fotografía de Vadim Yusov compone un espacio vivido y melancólico: metal envejecido, luz lechosa, naturaleza como patria perdida. La banda sonora de Eduard Artemyev alterna electrónica espectral con la plegaria de Bach (“Ich ruf’ zu dir, Herr Jesu Christ, BWV 639”), que funciona como hilo de memoria en medio del vacío
La banda sonora
La partitura fue compuesta por Eduard Artemiev, pionero de la música electrónica en la Unión Soviética, quien experimenta con sonidos abstractos y ambientes que dialogan con la imagen y la memoria. Se usó un sintetizador optoelectrónico ANS (inventado por Evgueni Murzin), que permite transformar gráficas visuales en sonido —un puente entre imagen y música.
Ese contraste entre lo clásico y lo experimental está marcado por el uso del poema coral Ich ruf’ zu dir, Herr Jesu Christ, BWV 639 de J. S. Bach, adaptado como tema terrestre frente a los pasajes más etéreos del cosmos
Hari, la “visitante”, tiene su propio subtema: un cantus firmus basado en Bach pero retocado por Artemiev, que suena en los momentos de crisis emocional (su muerte, la confrontación final). Discogs+4Wikipedia+4Wikipedia+4
El estilo
En Solaris, Tarkovski filma el pensamiento como si de un paisaje se tratara, convirtiendo en contemplación cada instante del tiempo que pasa. Es ciencia ficción íntima con menos cacharrería y más dolor humano. Es una película con herencia espiritual donde la nave parece un monasterio flotante y la música sacra nos azota el alma.
Veremos
El tiempo como materia con planos largos que nunca aburren.
El espacio doméstico de nuestro hogar en el espacio exterior: Bibliotecas, fotografías, mesa. Nuestra intimidad se convierte en una nave.
La ética del recuerdo ¿cura o reprogramación?
Debatiremos
Si la memoria tiene peso, ¿a quién aplasta?
¿Qué puede significar amar a un doble de nuestra culpa?
¿Es Solaris un dios, un espejo o una criatura sin intención?
La segunda entrega de nuestro ciclo de este mes 70s Philosophical Sci-Fi nos trae Silent Running (Naves Misteriosas). En Silent Running un jardinero espacial solitario custodia las últimas cúpulas-invernadero de la Tierra a bordo del Valley Forge. Cuando ordenan destruirlas, el deber se rompe y nace la desobediencia: tres drones (Huey, Dewey y Louie) como compañeros, un bosque flotando en mitad de la nada y una decisión que pesa aún más que la gravedad. Trumbull filma una elegía: ciencia ficción íntima donde la utopía cabe en una pequeña maceta… y el precio se paga en silencio.
Los temas de los que hablaremos en este debate serán sobre las obligaciones éticas y morales frente, la desobediencia como arma para acabar con la falta de conciencia de las corporaciones, el cuidado de la tierra y el medio ambiente, del futuro que deseamos, de la esperanza.
Sinopsis
En el siglo XXI, la Tierra ha perdido su vegetación. Los últimos bosques sobreviven en tres naves invernadero que orbitan Saturno. Freeman Lowell, botánico a bordo de la Valley Forge, los cuida con la idea de replantarlos algún día en el planeta.
De pronto llega la orden: destruir las cúpulas y regresar. Lowell se niega. Toma el control de la nave, elimina a sus compañeros y huye más allá de los anillos. Con la ayuda de dos drones, Huey y Dewey, reprogramados para hacer de jardineros, intenta mantener con vida el último jardín y protegerlo de quien quiera borrarlo.
La música de Silent Running
La banda sonora de Silent Running fue compuesta por Peter Schickele, un músico con formación clásica que optó por un tono íntimo y melancólico, que queda muy lejos de otras bandas sonoras de películas de ciencia ficción de la época. La música acompaña el ritmo cotidiano del protagonista: regar las plantas, revisar sistemas, mirar el vacío. Las cuerdas y maderas crean una atmósfera tranquila, casi doméstica, que refuerza la idea de un espacio exterior convertido en refugio.
A esa base se suman dos canciones interpretadas por Joan Baez, escritas junto a Diane Lampert: “Rejoice in the Sun” y “Silent Running”. Ambas funcionan como la voz emocional de la película. La primera es un canto esperanzado a la vida y al vínculo con la naturaleza; la segunda, una balada triste sobre la pérdida y la soledad.
El contraste entre las imágenes frías del espacio y la calidez folk de Joan Baez da a la película una identidad única. Su voz introduce un tono humano y nostálgico que convierte esta historia ecológica en algo más que una fábula futurista. Silent Running es una reflexión sobre lo que se pierde cuando la Tierra deja de ser hogar.
Veremos
En Silent Running veremos el cuidado de invernadero como una liturgia, la ternura de los robots, el sacrificio del protagonista por conserva la naturaleza en la Tierra.
Debatiremos
Hablaremos de la desobediencia como única salida ética para salvar la naturaleza frente a la voracidad sin límites de las empresas y del sistema en general.
Nos preguntaremos si una máquina puede custodiar mejor la vida que nosotros
Preguntas
Si para salvar el bosque haz de traicionar a tus iguales, ¿qué es “hacer lo correcto”?
¿En qué momento la convicción de Lowell cruza hacia la violencia, y cómo nos hace sentir esa frontera?
¿Por qué los robots nos conmueven? ¿Qué aprendemos de su “aprendizaje” de cuidado?
¿Es Silent Running una distopía o una parábola esperanzada?
¿Qué nos dice hoy, en plena crisis climática, ese jardín a la deriva?
Douglas Trumbull fue uno de los grandes artesanos visuales del cine moderno. Antes de dirigir Silent Running (1972), ya había dejado su impronta como responsable de los efectos especiales de 2001: Una odisea del espacio. Aunaba obsesión tanto por la verosimilitud científica como por la poesía de la imagen tratando a la tecnología como una herramienta para pensar y no solo para impresionar. Trumbull venía del mundo de la ingeniería y la animación, y eso se nota en su forma de construir los mundos: meticulosa, artesanal y con una sensibilidad casi humanista hacia la máquina.
Silent Running es su primera película como director.Filmó la historia de un hombre que decide proteger la vida en medio del vacío, y lo hizo con recursos modestos pero una enorme fe en lo que hacía. Más tarde volvería a revolucionar el cine con los efectos de Close Encounters of the Third Kind y Blade Runner, demostrando que su mirada unía técnica y emoción. Su carrera es breve en títulos, pero decisiva: enseñó que el futuro podía filmarse con las manos y con melancolía.
Recepción de la crítica
Cuando se estrenó en 1972, Silent Running no tuvo un gran éxito comercial, pero sí despertó una atención inmediata entre la crítica. Muchos la vieron como una rareza: una película de ciencia ficción sin héroes ni batallas, centrada en la ética y la soledad. Algunos medios estadounidenses elogiaron la interpretación de Bruce Dern, intensa y frágil a la vez, y destacaron la sensibilidad visual de Douglas Trumbull, capaz de convertir maquetas y efectos ópticos en un espacio creíble y emotivo.
Silent Running no tuvo un recorrido festivalero amplio en su estreno. Llegó a los cines en 1972 bajo el sello de Universal Pictures, y su lanzamiento fue más bien discreto, pensado para el circuito comercial de ciencia ficción posterior a 2001: Una odisea del espacio. No pasó por Cannes ni Berlín —el género aún no gozaba de ese tipo de reconocimiento—, aunque con los años ha sido recuperada en retrospectivas y ciclos dedicados al cine ecológico y a los pioneros de los efectos especiales, especialmente en festivales como Sitges o en muestras de ciencia ficción clásica.
En cuanto a su recepción actual, las valoraciones son sólidas. En Rotten Tomatoes, la película mantiene una puntuación cercana al 70% de aprobación por parte de la crítica y más del 75% entre el público, lo que refleja su condición de título de culto más que de éxito masivo. En IMDb, su nota ronda el 6,6/10, mientras que en FilmAffinity obtiene una media de 6,4, con reseñas que destacan su sensibilidad ecológica y el tono melancólico de su narrativa. En conjunto, se la considera una pieza menor en cuanto a éxito pero de influencia que, sin pretenderlo, abrió una rama poética dentro de la ciencia ficción.
También recibió críticas negativas por su tono moralista y su ritmo pausado. A parte del público le resultó demasiado contemplativa, más cerca de una parábola que de una aventura. Con el paso del tiempo, esa mezcla de lirismo y activismo la convirtió en una obra de culto. Hoy se la reconoce como una de las primeras películas ecológicas del cine moderno y un antecedente directo de la ciencia ficción introspectiva (como Solaris) que llegaría años después, de Moon a Wall·E.
Phase IV (Soul Bass, 1974, 93 min). La inteligencia colectica
“Ellas nos miran. El planeta cambia de dueño en silencio.”
Acerca de Phase IV
La siguiente entrega de nuestro ciclo ’70s Philosophical Sci-Fi nos trae Phase IV, el único largometraje dirigido por Saul Bass: ciencia ficción entomológica. En el desierto, dos científicos tratan de comprender a unas hormigas que han “despertado”. No hay invasión ruidosa: hay patrones, geometrías, señales. Laboratorios mínimos, planos macro y una paz inhumana que avanza sin estridencias.
En el debate hablaremos de antropocentrismo y humildad científica (¿sabemos mirar lo no humano?), de la comunicación interespecífica y el problema de traducir patrones, de mente-colmena y diseño frente al individuo, de orden y control (¿quién ordena a quién?), de ecología sin sentimentalismo —el planeta como sistema que se reconfigura— y del dilema final: ¿cómo coexistir cuando ya no somos el centro?
Sinopsis
Planteada casi como un documental, la película sigue a dos científicos que estudian un cambio anómalo en las hormigas del desierto: se coordinan con una inteligencia nueva. El experimento se convierte en prueba de una hipótesis inquietante: si las hormigas alcanzaran nuestra capacidad intelectual, el mundo sería suyo. Es el único largometraje dirigido por Saul Bass, célebre creador de títulos de crédito, aquí al mando de una ciencia ficción sobria y observacional.
La música de Phase IV
La música de Phase IV fue compuesta por Brian Gascoigne. Está construida principalmente con sintetizadores analógicos, efectos electrónicos y coros tratados con eco. Su función no es acompañar las escenas de forma emocional, sino crear una atmósfera de extrañeza y tensión constante.
Gascoigne utiliza sonidos muy controlados y repetitivos que evocan el comportamiento de las hormigas y el entorno desértico donde se desarrolla la película. No hay melodías reconocibles ni ritmo marcado, sino capas de frecuencias que cambian lentamente y generan sensación de observación y amenaza.
El resultado es una banda sonora experimental que refuerza la idea central del film: la presencia de una inteligencia no humana y el intento de comunicación con ella. Actualmente puede escucharse completa gracias a varias reediciones en vinilo y formato digital.
Brian Gascoigne
Brian Gascoigne (Shropshire, Reino Unido, 1943) es un compositor, teclista y arreglista británico. Su nombre aparece asociado a varias producciones de cine y televisión entre los años setenta y ochenta, siempre en proyectos donde la música electrónica tenía un papel central.
Fue el autor principal de la banda sonora de Phase IV (1974), en la que trabajó junto a Desmond Briscoe y David Vorhaus en la creación de texturas sonoras electrónicas. También participó en otros títulos como The Emerald Forest (1985), compuesta junto a Junior Homrich, y colaboró en la parte electrónica de The Dark Crystal (1982) y Labyrinth (1986).
Su estilo combina orquestación tradicional con sintetizadores analógicos y técnicas de manipulación de sonido que, en su época, eran aún experimentales. Aunque su nombre no es ampliamente conocido, su trabajo ayudó a integrar la música electrónica en la narrativa cinematográfica, más allá del uso meramente ambiental o decorativo.
La fotografía de Phase IV
La fotografía de Phase IV estuvo a cargo de Dick Bush, con las secuencias de insectos filmadas por Ken Middleham, especialista en macrofotografía. El resultado es una imagen que alterna lo científico y lo hipnótico: planos cerrados que convierten a las hormigas en criaturas gigantescas y panorámicas del desierto resaltando su geometría casi abstracta.
La cámara se usa de manera analítica y documental, como si registrara un experimento. Esa distancia visual transmite la idea de que la naturaleza observa y actúa. La iluminación seca, los tonos terrosos y las composiciones geométricas crean un espacio de tensión constante.
El debate de Phase IV. Los temas fundamentales
La película muestra el choque entre la inteligencia humana y una nueva mente colectiva surgida en la naturaleza. A través de la evolución de las hormigas, se cuestiona la idea de dominio humano y el poder real de la ciencia frente a lo desconocido.
En Phase IV hablaremos sobre: Evolución y cambio: una especie pequeña rompe el orden natural y altera la jerarquía de la vida. Comunicación: los humanos intentan entender, pero el lenguaje no alcanza para descifrar una lógica ajena. Control y adaptación: la ciencia busca imponer su método, pero termina transformada por el fenómeno que estudia. Naturaleza como sujeto: la naturaleza actúa con propósito y estrategia, desplazando al ser humano del centro.
Preguntas para el debate
¿Qué límites muestra la película en la manera científica de entender el mundo?
¿Qué tipo de inteligencia representan las hormigas?
¿Es una historia sobre amenaza o sobre evolución?
¿De qué modo Phase IV critica la visión humana de superioridad sobre la naturaleza?
¿Qué significado puede tener la transformación final de los protagonistas?
Saul Bass (1920–1996) fue un diseñador gráfico y director de cine estadounidense. Es uno de los grandes innovadores del lenguaje visual del siglo XX.
Se hizo famoso por sus títulos de crédito para películas como Vértigo, Psicosis o Anatomía de un asesinato, donde transformó una rutina del cine en una forma de arte. Sus diseños minimalistas, basados en formas geométricas y ritmo visual, influyeron en generaciones enteras de cineastas y publicistas.
Como director solo realizó un largo: Phase IV (1974). En él llevó su estilo gráfico al terreno narrativo, combinando imágenes científicas, composición geométrica y una mirada casi documental sobre la naturaleza. La película no tuvo éxito comercial, pero con el tiempo se convirtió en una obra de culto por su estética única y su reflexión sobre la inteligencia no humana.
Bass también trabajó en identidad corporativa —creó logotipos para AT&T, United Airlines o Minolta— y dejó una huella duradera en la forma en que el cine y la publicidad piensan la imagen.
The man who fell to earth (Nicolas Roeg, 1976, 139 min). La condición humana.
“Llegó para amar. Se quedó para perderse.”
Acerca de
La última entrega de nuestro ciclo ’70s Philosophical Sci-Fi nos trae The Man Who Fell to Earth, de Nicolas Roeg que se tradujo como “El hombre que cayó a la Tierra”. Ciencia ficción existencial con rostro de David Bowie. Un ser venido de otro planeta llega a la Tierra en busca de agua para salvar a los suyos. Con su inteligencia superior construye un imperio tecnológico, pero la codicia humana y el peso del deseo lo arrastran hacia la ruina. Roeg narra la caída de un visitante del espacio que llega con un propósito y acaba derrotado por el mundo que intenta entender. Su mirada limpia se corrompe al contacto con la ambición y la soledad humanas.
En el debate hablaremos de identidad y desarraigo, del capitalismo como enfermedad contagiosa, del cuerpo como prisión del alma, de la mirada extraterrestre sobre la Tierra, y de cómo la modernidad devora incluso a sus propios dioses tecnológicos.
Sinopsis
Un ser llegado de otro planeta aterriza en la Tierra con una misión: encontrar agua para salvar a los suyos. Bajo una identidad humana, crea una poderosa empresa tecnológica para financiar su regreso, pero el contacto con la sociedad moderna lo transforma. El dinero, el sexo, el poder y la ambición lo alejan de su propósito inicial. Aislado y vulnerable, acaba convertido en una sombra de lo que fue, víctima del mismo sistema que intentó entender.
La película aborda varios temas que se entrecruzan:
La alienación: tanto del ser que llega como de los humanos que lo rodean; todos están desconectados, incapaces de vincularse de verdad.
El capitalismo y la corrupción del ideal: el poder económico sustituye la misión inicial del protagonista, mostrando cómo toda utopía se degrada al contacto con el dinero.
La identidad y la pérdida del yo: el extraterrestre adopta una forma humana y termina confundido con aquello que imita.
La soledad y el deseo: el amor y el sexo aparecen como intentos fallidos de conexión, marcados por la culpa y la distancia.
La vigilancia y el control: la mirada del Estado y la empresa convierten su vida en experimento y espectáculo.
La condición humana: el film se pregunta si el progreso tecnológico implica sabiduría o solo acelera nuestra descomposición moral.
Las preguntas para el debate
¿Qué representa realmente el extraterrestre: un salvador frustrado o un espejo de nuestra propia decadencia? ¿En qué momento deja de ser “otro” y pasa a ser uno de nosotros? ¿La tecnología que crea es un intento de redención o una nueva forma de colonización? ¿Por qué la soledad se vuelve el destino común de todos los personajes? ¿El capitalismo aparece aquí como fuerza destructiva o simplemente como parte inevitable de la condición humana? ¿Qué papel juega el deseo en su caída: lo humaniza o lo destruye?¿Podemos ver su historia como una metáfora del artista devorado por el sistema? ¿Qué dice la película sobre la idea de progreso y sobre nuestra fe en la ciencia como salvación? ¿Qué significado tiene la vigilancia constante que sufre: paranoia o advertencia? ¿Sigue siendo posible “venir de fuera” y no quedar atrapado por la lógica de este mundo?
La película. Crítica e historia
Estrenada en 1976, The Man Who Fell to Earth dividió a crítica y público. Muchos espectadores no entendieron su estructura fragmentada ni su ritmo hipnótico, alejados del cine de ciencia ficción convencional. Con el tiempo, la película fue revalorizada como una de las más personales y enigmáticas de Nicolas Roeg. Su estilo visual —montaje quebrado, saltos temporales, simbolismo erótico y tecnológico— influyó en generaciones posteriores de cineastas. La interpretación de David Bowie, en plena cúspide de su etapa más andrógina y experimental, convirtió al film en un icono cultural. Su personaje encarna la figura del extranjero que observa la Tierra con asombro y termina absorbido por su corrupción. Hoy es considerada una obra de culto por su audacia narrativa, su crítica a la deshumanización moderna y su capacidad para anticipar temas como la soledad tecnológica y la identidad líquida.
Nicolas Roeg fue un director y director de fotografía británico con una fuerte marca visual. Trabajó en producciones como Lawrence de Arabiay Fahrenheit 451antes de pasar a la dirección. Debutó con Performance (1970), seguida de Walkabout (1971),Don’t Look Now (1973) y The Man Who Fell to Earth (1976).
Su cine se caracteriza por el montaje no lineal, el uso del tiempo como elemento narrativo y la exploración de temas como el deseo, la identidad y la percepción. En The Man Who Fell to Earth aplicó su estilo fragmentado a la ciencia ficción, mostrando la incomunicación y el aislamiento del individuo moderno.
Roeg influyó en muchos realizadores posteriores, entre ellos Danny Boyle, Christopher Nolan y Steven Soderbergh. Su obra ocupa un lugar destacado en el cine británico de los años setenta por su riesgo formal y su mirada psicológica sobre la realidad.
David Bowie en el cine
David Bowie llevó al cine la misma energía mutante que marcó su carrera musical. Su físico andrógino y su presencia enigmática le permitieron encarnar personajes que desafiaban las fronteras entre lo humano y lo extraño. Debutó en The Man Who Fell to Earth (1976), donde su interpretación del alienígena Thomas Jerome Newton coincidió con su etapa de Ziggy Stardust, y fue leída como una extensión de su propio mito.
A lo largo de los años participó en películas de estilos muy distintos: Just a Gigolo (1978), Merry Christmas, Mr. Lawrence (1983), The Hunger (1983), Labyrinth (1986) o The Last Temptation of Christ (1988). En todas aportó una mezcla de vulnerabilidad y distancia que hacía creíbles sus personajes marginales o visionarios.
Bowie entendía el cine como otra forma de creación de identidades. No buscaba realismo, sino presencia. Su paso por la pantalla dejó una huella visual y simbólica que lo mantuvo como figura de referencia para directores, músicos y artistas de distintas generaciones.
Punto de encuentro y planning de la velada
El punto de encuentro será en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) el próximo martes a las 19:30h.
Las veladas se dividirán en tres partes. La primera media hora la dedicaremos a tomar algo, a presentar la película y a conocernos. Después a las 20:00h tendremos la proyección. Todas las proyecciones se realizan en VOSE. Para finalizar tendremos un coloquio que durará hasta las 23:00h.
¿Cómo será el coloquio?
Los encuentros son participativos y queremos conocer vuestra opinión para que se pueda generar un debate abierto y constructivo. No es necesario conocimiento de cine para participar y es más, huimos del conversador pedante ya que para ellos tenemos a la wikipedia. ¡Queremos que cada martes seamos capaces de generar algo fantástico y diferente!. ¡Queremos saber lo que sientes y que seas capaz de contarlo!
A partir del tema de discusión y de lo visto en la película, las historias personales son bienvenidas y además, son una buena forma de dar a conocer lo que pensamos y lo que sentimos. ¡Nuestro deseo es que participes y seas activo!
Cine y el debate siempre van de la mano, y por eso queremos que te hagas fan de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
¿Cuánto cuesta la sesión? Reservas
El coste de inscripción a la sesión de debate y coloquio es gratuita para los socios de Happening Madrid y para el resto aquello con lo que deseéis y podáis participar con
– Una aportación de 3€ ó
– Una aportación de 5€
El pago lo podéis hacer por bizum al 654.80.54.37 o allí mismo al finalizar el cine debate.
y además debés de reservar por whatsapp en cualquiera de estos números.
Llega septiembre y el comienza de la segunda temporada de nuestro cine debate “Un conejo con ojo”. En este nuevo año dedicaremos cada mes a un ciclo distinto. El de septiembre, bajo el título de Eros y Thanatos explorará el miedo y el deseo. El cine siempre ha explorado las grietas donde el deseo se encuentra con el miedo, con películas que combinan sexo y terror. En esa frontera, el cuerpo se convierte en escenario de lo prohibido, la carne vibra entre la entrega y la herida, y cada beso guarda el germen de un grito. Este ciclo propone un viaje a través de cinco obras que, desde distintas épocas y estilos, han sabido conjugar sexo y terror en un mismo latido.
2 de septiembre . It Follows (David Robert Mitchell, 2014) 9 de septiembre Crash (David Cronenberg, 1996) 16 de septiembre Raw (Grave, Julia Ducournau, 2016) 23 de septiembre Cat People (Paul Schrader, 1982) 30 de septiembre Shivers (David Cronenberg, 1975)
Cine Debate con It Follows. El deseo como maldición
Comenzamos el ciclo con It Follows el martes 2 de septiembre. Seguimos adentrándonos en los territorios donde lo íntimo se vuelve amenaza y donde el deseo abre la puerta a lo monstruoso. En nuestro ciclo de cine debate Un Conejo con Ojo: Eros y Thanatos, comenzamos con una de las películas más inquietantes de los últimos años: It Follows (2014), escrita y dirigida por David Robert Mitchell. Una historia en la que el sexo no es liberación, sino cadena; un acto que transmite una condena invisible, como si el propio placer llevara en su interior la semilla de la muerte.
Tras una relación sexual, Jay descubre que ha sido “marcada” por una presencia implacable que adopta distintas formas humanas y la persigue lentamente hasta alcanzarla. La única manera de librarse es transmitiendo la maldición a otra persona. Pero el mal no se extingue: se hereda. Así, lo erótico se transforma en paranoia, y la intimidad en territorio de miedo perpetuo.
Este thriller de terror contemporáneo combina elementos del slasher, el gótico suburbano y la alegoría social. Nos invita a preguntarnos si la verdadera condena es el ente que acecha, o el peso psicológico de sabernos portadores de un mal intransferible.
¡Nos espera una apasionante velada de deseo y sombras!
Te esperamos este martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir una de las películas más enigmáticas de finales del siglo pasado. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Acerca de It Follows
Estrenada en el Festival de Cannes de 2014, It Follows consolidó a David Robert Mitchell como una de las voces más originales del cine de terror reciente. La película se ganó el aplauso de la crítica internacional por su atmósfera sofocante, su puesta en escena y su capacidad para actualizar el mito del “mal sexualmente transmisible” con una estética inquietante y elegante.
La banda sonora, compuesta por Disasterpeace, aporta un pulso electrónico que late como un corazón enfermo. Sus sintetizadores retumban entre la melancolía ochentera y la ansiedad contemporánea, convirtiendo cada plano en un paisaje sonoro hipnótico.
La fotografía refuerza la sensación de amenaza difusa: planos abiertos, horizontes suburbanos donde cualquier figura que se acerque puede ser el monstruo. La cámara se mueve con lentitud obsesiva, como replicando el paso inexorable de la maldición.
Influencias y estilo
It Followsdialoga con:
Los slashers de los 70 y 80 (Halloween de John Carpenter, A Nightmare on Elm Street de Wes Craven).
El gótico suburbano de Stephen King y sus adaptaciones.
El cine de paranoia contemporánea (The Ring, Candyman).
Su estilo se nutre de la tradición y, al mismo tiempo, renueva el género con un tempo pausado y un terror más psicológico que explícito.
Recepción crítica
En Rotten Tomatoes cuenta con un 95% de aprobación, en IMDb con un 6,8/10, y en FilmAffinity con un 6,3/10. La crítica la describió como “una pesadilla urbana de aire retro y atmósfera opresiva”. Fue considerada una de las mejores películas de terror de la década de 2010.
Temas de debate de It Follows
Sexo y transmisión: ¿qué simboliza la maldición? ¿Es metáfora de las ETS, de la culpa o de la herencia del miedo?
Paranoia y vigilancia: ¿qué significa un ente que avanza despacio, pero sin detenerse jamás?
Juventud y herencia: ¿cómo dialoga la película con la idea de un mundo donde los jóvenes heredan los miedos de generaciones anteriores?
El plano abierto: ¿por qué la cámara insiste en mostrarnos espacios vacíos donde siempre puede aparecer una amenaza?
Eros y Thanatos: ¿cómo se entrelazan el deseo y la muerte en esta historia?
Cine Debate con Crash. Erotismo del metal y la carne
En el ciclo Un Conejo con Ojo: Eros y Thanatos seguimos transitando los territorios donde el deseo se funde con lo siniestro. Esta vez nos enfrentamos a una de las películas más perturbadoras y polémicas del cine contemporáneo: Crash (1996), dirigida por David Cronenberg. Una obra que convierte el accidente de tráfico en escenario erótico y el cuerpo herido en objeto de fascinación.
James Ballard, productor de televisión, sufre un accidente de coche que cambia su vida. En lugar de repulsión, descubre un mundo subterráneo de hombres y mujeres que experimentan una atracción sexual hacia los choques, las cicatrices y el metal retorcido. La colisión se convierte en rito iniciático, el dolor en estímulo, la herida en caricia.
En este filme, Cronenberg da un paso más allá en su obsesión por la “nueva carne”. Crash explora hasta qué punto el deseo humano puede desviarse hacia lo inconfesable, y cómo la tecnología y la máquina se funden con el cuerpo en un abrazo tan carnal como mortuorio.
¡Nos espera una velada sobrecogedora de carne y metal!
Te esperamos este martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir una de las películas más enigmáticas de finales del siglo pasado. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Acerca de Crash
Basada en la novela homónima de J. G. Ballard, la película fue estrenada en el Festival de Cannes en 1996, donde causó escándalo y fascinación a partes iguales. Obtuvo el Premio Especial del Jurado, con un acta en la que se reconocía su audacia y su capacidad de “abrir nuevos caminos en el cine”.
Protagonizada por James Spader, Holly Hunter, Elias Koteas, Deborah Kara Unger y Rosanna Arquette, el reparto encarna a personajes que viven en el borde, explorando los límites de la experiencia humana a través de la violencia mecánica.
Estética y sonido
La fotografía fría, casi quirúrgica, de Peter Suschitzky convierte los escenarios industriales y los coches destrozados en paisajes eróticos. Los interiores metálicos y el resplandor nocturno refuerzan la idea de que la modernidad es un terreno donde el deseo se deforma.
La música minimalista de Howard Shore, colaborador habitual de Cronenberg, añade un pulso contenido, como un zumbido interior, que acompaña la extrañeza emocional de los personajes.
Influencias y estilo
Crashse inserta en la tradición del body horror, pero abandona el gore y la mutación orgánica para centrarse en la fusión simbólica entre hombre y máquina. Dialoga con:
La obra literaria de J. G. Ballard, obsesionada con los traumas modernos.
El cine de Jean-Luc Godard en su etapa más experimental (Week-end, 1967).
La tradición futurista y tecnófila que ve en la máquina no sólo utilidad, sino fetiche.
Recepción crítica
FilmAffinity: 6,1 / 10
IMDb: 6,4 / 10
Rotten Tomatoes: 64 % (crítica), 54 % (público)
Una película divisiva: censurada y prohibida en varios países, adorada por críticos que la consideraron visionaria y denostada por otros que la tacharon de obscena o vacía. Con el tiempo, ha adquirido estatus de culto como una de las cumbres más incómodas de Cronenberg.
Temas de debate de Crash
Eros y Thanatos: ¿por qué el accidente automovilístico, emblema de la modernidad, se convierte en un acto erótico?
El cuerpo herido: ¿qué revela la atracción hacia la cicatriz y la deformidad?
Tecnología y deseo: ¿cómo transforma la máquina la manera en que concebimos la intimidad?
Fetichismo y sociedad: ¿hasta dónde puede llegar el deseo cuando se libera de toda norma social?
El amor y la catástrofe: ¿puede el choque, literal y figurado, convertirse en el único modo de conexión auténtica entre los personajes?
En nuestro ciclo Un Conejo con Ojo: Eros y Thanatos, seguimos explorando los territorios donde el deseo y el espanto se confunden. Esta vez viajamos a la frontera del rito iniciático, al despertar de la juventud cuando el cuerpo reclama su lugar en el mundo: Raw (Grave, 2016), ópera prima de la francesa Julia Ducournau. Un relato que entrelaza descubrimiento sexual, hambre literal y metamorfosis monstruosa en una misma pulsión.
Justine, una brillante estudiante de veterinaria criada en el vegetarianismo más estricto, ingresa en la universidad para iniciar sus estudios. En las primeras jornadas de novatadas, es forzada a comer carne cruda por primera vez. Ese gesto aparentemente inocente despierta en ella un apetito incontrolable: la carne animal ya no basta, y el deseo se transforma en necesidad de devorar a otros.
El viaje de Justine es una parábola sobre el despertar sexual, la hermandad, la transgresión y el descubrimiento de que la identidad no es nunca inocente. Ducournau convierte el campus universitario en un campo de pruebas donde eros y canibalismo se funden en un mismo rito de paso.
Te esperamos este martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir una de las películas más enigmáticas de finales del siglo pasado. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Acerca de Raw
Estrenada en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes de 2016, la película sorprendió por su crudeza y su capacidad de conjugar el terror corporal con el relato de maduración adolescente. En su recorrido por festivales (Toronto, Sitges, Sundance) recibió premios y, en más de una ocasión, generó desmayos entre el público por la visceralidad de sus imágenes.
Garance Marillier encarna a Justine con una mezcla de vulnerabilidad y ferocidad, acompañada por Ella Rumpf como su hermana mayor, clave en el desarrollo de la historia. Su relación, a medio camino entre el amor y la rivalidad, articula el conflicto central: el deseo como herencia y condena familiar.
Estética y sonido
La fotografía de Ruben Impens aporta una paleta fría y clínica que contrasta con los estallidos de rojo visceral. La cámara se adentra en los cuerpos, en los rituales estudiantiles, en la fisicidad del deseo, con un naturalismo perturbador.
La música de Jim Williams, con sus notas disonantes y ambientes inquietantes, contribuye a crear una sensación de rito arcaico disfrazado de vida universitaria.
Influencias y estilo
Raw dialoga con varias tradiciones:
El body horror de Cronenberg, donde el cuerpo es siempre escenario de mutación.
Los relatos de iniciación (Carrie de Brian De Palma, Ginger Snaps de John Fawcett).
El canibalismo como metáfora del deseo reprimido, desde Trouble Every Day hasta The Silence of the Lambs.
Ducournau, sin embargo, imprime una voz personalísima: un equilibrio entre lo grotesco y lo poético, entre el rito tribal y la intimidad femenina.
Recepción crítica
FilmAffinity: 6,3 / 10
IMDb: 7,0 / 10
Rotten Tomatoes: 93 % (crítica), 76 % (público)
Elogiada por su frescura y su audacia, Raw se convirtió en un film de culto instantáneo. La crítica la destacó como uno de los debuts más poderosos del cine europeo reciente.
Temas de debate de Raw
Rito de paso: ¿qué significa que el despertar adulto esté marcado por la transgresión y la violencia?
Sexo y hambre: ¿qué relación hay entre deseo carnal y apetito caníbal?
La herencia familiar: ¿qué papel juega la transmisión entre hermanas?
Universidad como selva: ¿cómo funcionan las novatadas y rituales estudiantiles como metáfora de un mundo feroz?
El cuerpo femenino: ¿qué revela la película sobre el lugar del cuerpo de la mujer en la sociedad contemporánea?
En nuestro ciclo Un Conejo con Ojo: Eros y Thanatos, nos adentramos en un relato donde el amor y la carne se tornan metamorfosis: Cat People (1982), dirigida por Paul Schrader. Una historia en la que la pasión no puede consumarse sin invocar a la bestia que habita en lo más profundo del ser.
Irena, una joven interpretada por Nastassja Kinski, se reúne con su hermano Paul (Malcolm McDowell) después de años separados. Descubre entonces la herencia oscura de su familia: pertenecen a una estirpe maldita que, al entregarse al deseo carnal, se transforma en pantera. La atracción amorosa se vuelve amenaza, y el erotismo se convierte en monstruo.
Cat People no es solo un remake del clásico de Jacques Tourneur (1942): es un ejercicio febril de erotismo gótico donde los cuerpos se confunden con sombras felinas, donde la represión se convierte en condena, y donde amar es siempre arriesgar la propia forma humana.
Te esperamos este martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir una de las películas más enigmáticas de finales del siglo pasado. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Acerca de Cat People
Estrenada en 1982, la película de Schrader se caracteriza por su atmósfera sensual y oscura. Kinski y McDowell ofrecen interpretaciones cargadas de magnetismo, acompañados por John Heard y Annette O’Toole. El guion de Alan Ormsby reinterpreta el mito con un tono mucho más explícito que la sugerencia del original.
La música de Giorgio Moroder aporta una cadencia hipnótica y electrónica, mientras que la canción principal, “Cat People (Putting Out Fire)” interpretada por David Bowie, se convirtió en un himno icónico que atraviesa la película como un latido ardiente.
Estética y sonido
La fotografía de John Bailey explora la oscuridad con contrastes intensos y colores cálidos, subrayando la sensualidad latente. Los cuerpos desnudos, la sangre y las sombras felinas se entrelazan para construir un universo de erotismo fatal.
La ciudad de Nueva Orleans, con su aire pantanoso y decadente, se convierte en escenario perfecto para un cuento donde la pasión es también amenaza.
Influencias y estilo
El expresionismo y la sugerencia del cine clásico de Tourneur.
El erotismo febril de los 80, donde lo prohibido se filma con una intensidad casi barroca.
La tradición gótica de las “maldiciones familiares”, donde la herencia pesa como condena.
Schrader imprime a la historia un tono febril, cargado de sensualidad y violencia contenida, que la convierte en una pieza de culto.
Recepción crítica
FilmAffinity: 6,2 / 10
IMDb: 6,2 / 10
Rotten Tomatoes: 62 % (crítica), 53 % (público)
En su estreno fue recibida con división: acusada de excesiva por algunos, celebrada por otros como una obra de erotismo perturbador. Hoy es considerada un clásico de culto por su mezcla de sensualidad, terror y delirio visual.
Temas de debate de Cat People
Deseo y animalidad: ¿qué significa que el acto sexual despierte a la bestia?
Reprimir o liberar: ¿qué nos dice la película sobre la represión de los instintos?
Herencia maldita: ¿cómo pesa la familia como cadena de lo inevitable?
Erotismo y monstruo: ¿hasta qué punto lo prohibido potencia la atracción?
Remake y reinterpretación: ¿qué cambia Schrader respecto al original de 1942?
En el ciclo Un Conejo con Ojo: Eros y Thanatos volvemos a los orígenes del terror corporal contemporáneo con Shivers (1975), el primer largometraje de David Cronenberg. Una obra transgresora y polémica que, bajo la apariencia de una película de serie B, inaugura un nuevo territorio: el del deseo convertido en epidemia.
En una urbanización de lujo a las afueras de Montreal, un experimento médico se descontrola. Un parásito diseñado para reemplazar órganos comienza a propagarse entre los residentes, alterando su conducta sexual hasta transformarles en seres dominados por un apetito carnal incontrolable. Lo que comienza como un intento de mejora científica se convierte en un brote de deseo colectivo, violento y contagioso.
Con Shivers, Cronenberg anuncia el camino que recorrerá gran parte de su filmografía: el cuerpo como lugar de horror y de revelación, la ciencia como catalizador de mutaciones y la sexualidad como pulsión inevitablemente ligada a la destrucción.
Te esperamos este martes a las 19:30h en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) para compartir una de las películas más enigmáticas de finales del siglo pasado. Acompáñanos en esta nueva aventura cinematográfica de la mano de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
Acerca de Shivers
Estrenada en 1975, la película causó un auténtico escándalo en Canadá, hasta el punto de generar un debate parlamentario sobre el uso de fondos públicos en cine considerado “obsceno”. Lejos de hundirla, aquella polémica convirtió a Shivers en un título de culto y abrió la puerta a la carrera de uno de los cineastas más influyentes del género.
Los actores Paul Hampton, Joe Silver y Lynn Lowry encarnan a personajes atrapados en un edificio que pronto se convierte en microcosmos de pesadilla, donde los ascensores, pasillos y apartamentos son invadidos por cuerpos poseídos por el parásito.
Estética y sonido
Rodada con bajo presupuesto, la película aprovecha la frialdad arquitectónica del complejo residencial para crear una atmósfera de laboratorio social. El contraste entre la modernidad de los espacios y el caos sexual que los invade produce un efecto inquietante.
La música de Ivan Reitman (sí, el futuro director de Ghostbusters) añade un tono casi irónico en momentos, reforzando la tensión entre el artificio cotidiano y el horror visceral.
Influencias y estilo
Shivers inaugura el body horror como género propio:
Una herencia de la ciencia ficción de los 50, donde la amenaza es contagio.
La tradición del terror sexual reprimido, desde Repulsión de Polanski hasta La invasión de los ladrones de cuerpos.
Una mirada clínica y, a la vez, grotesca sobre el deseo como fuerza imparable.
Recepción crítica
FilmAffinity: 6,0 / 10
IMDb: 6,4 / 10
Rotten Tomatoes: 85 % (crítica), 57 % (público)
En su momento, fue tachada de enfermiza y provocadora; hoy se la reconoce como pieza fundacional del cine de Cronenberg y del terror moderno.
Temas de debate de Shivers
El deseo como epidemia: ¿qué significa que el sexo se transmita como un virus?
La ciencia y lo monstruoso: ¿dónde está la frontera entre progreso y catástrofe?
El edificio como microcosmos: ¿qué dice la película sobre la vida en comunidad y la represión en la sociedad moderna?
Erotismo y violencia: ¿por qué el placer y el horror se confunden en la narración?
El nacimiento del body horror: ¿qué huella deja esta película en el cine posterior?
El punto de encuentro será en Big Tree Books (C/ Dos Hermanas, 17) el próximo martes a las 19:30h.
Las veladas se dividirán en tres partes. La primera media hora la dedicaremos a tomar algo, a presentar la película y a conocernos. Después a las 20:00h tendremos la proyección. Todas las proyecciones se realizan en VOSE. Para finalizar tendremos un coloquio que durará hasta las 23:00h.
¿Cómo será el coloquio?
Los encuentros son participativos y queremos conocer vuestra opinión para que se pueda generar un debate abierto y constructivo. No es necesario conocimiento de cine para participar y es más, huimos del conversador pedante ya que para ellos tenemos a la wikipedia. ¡Queremos que cada martes seamos capaces de generar algo fantástico y diferente!. ¡Queremos saber lo que sientes y que seas capaz de contarlo!
A partir del tema de discusión y de lo visto en la película, las historias personales son bienvenidas y además, son una buena forma de dar a conocer lo que pensamos y lo que sentimos. ¡Nuestro deseo es que participes y seas activo!
Cine y el debate siempre van de la mano, y por eso queremos que te hagas fan de nuestro conejo blanco con un solo ojo.
¿Cuánto cuesta la sesión? Reservas
El coste de inscripción a la sesión de debate y coloquio es gratuita para los socios de Happening Madrid y para el resto aquello con lo que deseéis y podáis participar